“El mínimo no imponible tiene que superar ampliamente los 25.000 pesos”, sostuvo ayer el jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano. En declaraciones radiales sostuvo que “el Gobierno debe creer que un sueldo de $ 15 mil es extraordinario y no es así. La inflación se ha comido el salario. Si bien no es de los más bajos, no es para agregar además de la inflación este impuesto al trabajo que implica quitarle al trabajador el sacrificio que hace para ganar un peso más”.
Por otro lado, Moyano señaló: “Hay mucha presión por parte de los trabajadores y mucho reclamos legítimos. Las organizaciones gremiales tienen que tomar una determinación”. Se refirió así a la huelga general que está organizando junto a otras entidades opositoras para la primera quincena de agosto.
De todos modos, evitó adelantar las características que tendrá esa medida de fuerza: “Esas cuestiones las definiremos cuando nos reunamos, una vez que pasen las vacaciones escolares.” “Vamos a sentarnos todos los sectores y vamos a definir cuál es la medida a llevar a cabo”, añadió. Uno de los ejes será la actualización del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, que según estimó Moyano debería “superar los 25 mil pesos”.
La CGT oficialista también salió a ponerle presión al Gobierno para que modifique el impuesto a las Ganancias. En lo formal, ayer decidió pedir una reunión urgente con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para plantearle su preocupación por el tema. Pero informalmente, los principales dirigentes sostienen que “la situación no da para más y se hace necesario hacer un pedido extremo y final para que la Presidenta Cristina Kirchner nos de una respuesta concreta”.
Este tema focalizó la atención de una reunión que la junta directiva de la CGT que encabeza el metalúrgico Antonio Caló realizó ayer durante casi cinco horas en la sede del sindicato de taxistas.
Además, la versión oficialista de la CTA, que dirige Hugo Yasky, también decidió llamar a una marcha contra Ganancias para el 4 de agosto, confirmando la información que publicó ayer Clarín.
“Cuando le sacan la plata del bolsillo los trabajadores se enojan. Y yo como representante de los trabajadores también estoy enojado”, sostuvo anoche Caló al informar sobre los resultados del encuentro de la CGT.
“Nosotros somos prudentes y pacíficos, pero si no hay respuestas cuando tengamos que reclamar lo haremos con toda la fuerza del movimiento obrero”, advirtió.
Por su parte, Alberto Roberti, petrolero y diputado nacional por el Frente Renovador, dijo: “Ya tenemos casi agotada la paciencia y no aguantamos más la presión de la gente”.
Las declaraciones públicas de ambos dirigentes igual no llegaron a expresar totalmente el clima de tensión que se vive en la central obrera allegada al Gobierno.
Según admitieron otros dirigentes que pidieron no ser identificados, “Caló tiene 10 días de plazo para lograr una respuesta del Gobierno. Nosotros volveremos a reunirnos en los primeros días de agosto, y si no hay novedades vamos a decidir medidas concretas ”. Según lo que se evaluó en la reunión, podría llamarse a una movilización o también hacer un reclamo formal al bloque de diputados del Frente para la Victoria para que impulse una reforma amplia de Ganancias.
Las mismas fuentes consultadas por Clarín revelaron que “no alcanza con elevar el mínimo no imponible. Hay que ajustar las escalas que vienen de la época de Machinea”. También aportaron un dato significativo: dijeron que “Caló dejó toda la impresión de estar muy escéptico respecto de que el Gobierno acepte modificar Ganancias este año”.
En un comunicado oficial, la CGT se refirió “al mal llamado impuesto a las Ganancias” y destacó que pedirá al Gobierno “que no se aplique sobre el medio aguinaldo”.
También blanqueó el pedido de reunión con Capitanich y recordó que la cúpula volverá a reunirse a principios de agosto para decidir los próximos pasos.
La reunión se hizo en el cuarto piso de la sede del sindicato de taxistas. Participaron el metalúrgico Antonio Caló, el estatal Andrés Rodríguez, el albañil Gerardo Martínez, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), el taxista Omar Viviani, el mecánico Ricardo Pignanelli, el docente Sergio Romero, el piloto Pablo Biro y el mercantil Armando Cavalieri, entre otros.
La fracción opositora de la CTA, que encabeza el estatal Pablo Micheli, marchó ayer por el centro de la Ciudad hasta al Congreso, donde reclamó que “se exceptúe al medio aguinaldo” del pago del impuesto a las Ganancias, un “aumento de emergencia” para los jubilados y “la suspensión de cualquier pago de la deuda externa ilegítima hasta que se investigue su origen”. La movilización además incluyó el reclamo de “la reapertura de las paritarias para los trabajadores estatales y privados ante la perdida del poder adquisitivo del salario producto de la inflación”, según informó el secretario general de ATE-Capital José Matazza. La CTA recordó además que “marchará a una huelga nacional en la primera quincena de agosto”.