A diferencia de hace diez años, ahora las empresas mineras no rehúyen los conflictos sociales, sino que ahora buscan afrontarlos con una nueva estrategia. Así lo indicó el investigador de CooperAcción, José de Echave.
Situación que evita, según dijo que los proyectos de inversión se “congelen” con el tiempo. “Hoy en día las empresas están recuperando los espacios (que están en controversia), entonces los proyectos ya no se paralizan”, mencionó a Gestión.
Precisó que la nueva estrategia empresarial es no abandonar las zonas donde están los petitorios. En ese sentido, puso como ejemplo el caso del proyecto de Tía María de Southern Copper, que tuvo la iniciativa de revisar el estudio de impacto ambiental (EIA), a consecuencia de las controversias. “En el caso de Yanacocha, nunca ha dejado el proyecto Conga, al contrario, siguieron construyendo los reservorios, pero en ese caso la situación es complicada”, dijo.
Por otro lado, mencionó que ahora los conflictos se intensifican porque la población exige mejores condiciones para el desarrollo de los proyectos. “La gente no le está diciendo ‘vete’ a la minería (…) Le está diciendo ‘conversemos’ como en el caso de Antapaccay y de Las Bambas”, anotó.
Agregó que los conflictos se intensificaron al sur del país, según el 14° Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú.