Superado el impasse mundialista del último mes, el sindicalismo en pleno centrales oficialistas como opositoras decidió renovar la presión sobre el Gobierno por una rebaja de la carga del impuesto a las Ganancias sobre los salarios, estrategia que anticipa para las próximas semanas un escenario cargado de reclamos, protestas y hasta un nuevo paro nacional para la primera quincena de agosto.
El ala gremial más distanciada de la Casa Rosada dará el primer paso en esa ofensiva. La CTA disidente, que lidera Pablo Micheli, se movilizará hoy hasta el Congreso para exigir la excepción del medio aguinaldo de la base de cálculo del tributo, en una jornada de protesta que se propone preparar el terreno para la nueva huelga nacional que esa entidad prepara junto a la CGT opositora de Hugo Moyano y la central Azul y Blanca de Luis Barrionuevo. La determinación de avanzar con el paro, que buscará repetir la adhesión de la medida de fuerza concretada el pasado 10 de abril, fue ratificada ayer por referentes de las tres centrales, aunque aún no está definida la fecha. El consenso general es que la protesta se realice la primera quincena de agosto, pero se barajan las alternativas del jueves 7, el martes 12 o el jueves 14. La fecha no está resuelta, pero cuando se concrete va a expresar con contundencia la bronca de todos los trabajadores por la actitud del Gobierno, dijeron cerca de Moyano.
El mismo malestar por la falta de respuestas de la Casa Rosada es el común denominador entre la primera línea de la CGT más afín al Ejecutivo, que encabeza Antonio Caló, que se reunirá esta tarde en el Sindicato de Peones de Taxis para definir su plan de acción. Si bien algunos dirigentes plantearon en los últimos días la posibilidad de endurecer la posición ante la administración kirchnerista y alentaron la alternativa de una movilización, desde la conducción de la central rechazaron en las últimas horas que se avance en esa estrategia.
Cerca de Caló, en cambio, deslizaron la conveniencia de retomar la senda del diálogo y, en esa línea, indicaron que en el encuentro de hoy se resolverá volver a reclamar una reunión con la presidenta Cristina Fernández para reinstalar la agenda de reclamos pendientes y forzar alguna definición del Gobierno respecto de Ganancias. Hay que contener el malestar y negociar soluciones rápidas, señaló un gremialista, quien mencionó que en las últimas horas resurgieron los rumores sobre un anuncio oficial inminente por la rebaja del polémico impuesto.
En tanto, también la CTA cercana al Ejecutivo, que conduce Hugo Yasky, resolvió profundizar el reclamo por Ganancias y analiza una marcha para el próximo 4 de agosto al Congreso para exigir una reforma legislativa del tributo.