Unos 300 trabajadores del complejo metalúrgico de Doe Run Perú marcharon ayer por las calles de la ciudad de La Oroya hasta concentrarse en el óvalo de Marcavalle donde se encuentran apostados, bajo la vigilancia de un fuerte contingente de efectivos policiales, con el fin de evitar disturbios.
Sin embargo, por la mañana los trabajadores interrumpieron por más de una hora el tránsito vehicular en la Carretera Central, como una medida de protesta por la suspensión de labores del complejo metalúrgico, como lo habían decidido los directivos de la empresa, aduciendo falencias económicas para continuar con su funcionamiento.
Pero esto no es un argumento creíble para los manifestantes, quienes piden la reactivación del complejo metalúrgico, el pago de sus haberes y de su gratificación, entre otros reclamos.
Asimismo, los trabajadores de Doe Run Perú confirmaron el inicio de una huelga indefinida para el próximo lunes 21 de julio.
Se debe indicar que la protesta hizo que muchos vehículos quedaran varados en ambas vías de la Carretera Central, generando malestar entre los choferes y pasajeros. La interrupción de dicha importante vía que comunica Lima con la zona central del país fue momentánea, pues la policía logró restablecer el orden en forma pacífica.