En la sesión de ayer, el precio del oro experimentó la mayor caída intradiaria desde el pasado mes de diciembre debido al rebote en las Bolsas europeas y buenos datos en la temporada de resultados empresariales correspondientes al segundo trimestre de este año.
Otro de los elementos esenciales para comprender esta caída es la revisión de recomendaciones de commodities del banco de inversión Goldman Sachs. Goldman reitera su recomendación de venta sobre el oro para 2014, manteniendo su precio objetivo en 1.050 dólares por onza. Con esta decisión, Goldman sigue influyendo de forma decisiva en el mercado del oro mientras las posiciones alcistas se han incrementado significativamente dando señales, en este momento, de sobrecompra.
Desde principios de año, el oro se ha revalorizado un 11% batiendo a mercados como la renta variable, los bonos o las principales commodities. A pesar de que, a corto plazo se espere una corrección mayor desde los actuales niveles de sobrecompra, a medio plazo cabe una subida de precios hasta los 1.340 dólares por onza, aunque no más allá de ahí.
En la pasada semana, las posiciones largas en oro recogidas por el Informe COT en el mercado de Chicago se han incrementado en 4.780 hasta alcanzar 163.897 en la categoría de inversores institucionales (managed Money) y las posiciones cortas han caído prácticamente la mitad (2.564). En el caso de la plata, las posiciones largas se han incrementado en 6.195 hasta 53.951 mientras que los cortos han caído 1.624 hasta 9.434.
Goldman Sachs no está solo en sus recomendaciones de venta sobre oro. También Société Générale cree que el oro corregirá hasta niveles muy por debajo de los actuales, concretamente 1.245 dólares la onza para finales de este año. Las predicciones tanto de uno como del otro están fundamentadas en una fuerte creencia de que la situación económica se normalizará y la economía de Estados Unidos crecerá a buen ritmo sin estímulos monetarios ni inflación. Sin embargo, tanto un extremo como el otro parecen no estar tan claros.
Por último, otro elemento es decisivo en esta caída. En la apertura del mercado americano, la venta masiva de 4.000 contratos de futuros de oro provocó en dos segundos el desplome de su cotización. En un mercado dominado por un elevadísimo apalancamiento –papeles de oro que no se corresponden con ninguna onza de oro física existente– este tipo de movimientos tanto al alza como a la baja no son de extrañar. Operaciones en bloque como ésta pueden decidir los precios automáticamente tanto al alza como a la baja.