Aurelius Capital Management, el segundo fondo buitre en importancia en ganarle a la Argentina el "juicio del siglo", se sumó ayer al mensaje público que había lanzado hace 10 días su primo mayor, el NML Elliott, y aseguró que está dispuesto a aceptar un acuerdo con el país que implique el pago de un bono a largo plazo (que obviamente venderán rápidamente previo acuerdo con un banco de inversión de primera línea de Wall Street) y llamó al Gobierno nacional a negociar rápidamente. "Aurelius, junto con otros demandantes pari passu, ha hecho todo lo que puede para negociar con el Gobierno de la Argentina, sin éxito", dijo el acreedor en un comunicado difundido ayer, donde asegura además que "los funcionarios argentinos se rehusan a reunirse con nosotros o incluso a negociar con nosotros indirectamente. Tristemente, este enfoque apuesta con los medios de vida y el futuro del pueblo argentino".
Aurelius sin embargo se manifestó a favor de un acuerdo con la Argentina vía el pago de un título público, y aseguró estar dispuesto a esperar para el pago de ese bono. La protesta del fondo buitre, es porque los negociadores argentinos se negaron el viernes pasado a sentarse a la misma mesa y compartir el mismo ambiente con los abogados de los acreedores, en el despacho del "special master" Daniel Pollack. Los abogados que representan al país el estudio Cleary Gotlieb Steen & Hamilton (CGS&H) le recomendaron explícitamente a la delegación de funcionarios argentinos comandados por el secretario de Finanzas, Pablo López que concurrieron a la reunión del viernes pasado; que no se compartieron ámbito con los profesionales de los fondos buitre ya que esto podría ser interpretado, eventualmente, como un acuerdo voluntario en el caso de llegar a un buen puerto en las discusiones que se mantienen con el mediador que nombró el juez Thomas Griesa. Esto molestó a los demandantes que ayer emitieron el primer comunicado en varios días llamando a la Argentina a firmar un acuerdo y protestando por la falta de avances.
Aurelius es el segundo fondo buitre en importancia que venció a la Argentina en el "juicio del siglo" en los tribunales norteamericanos. Sigue en cantidad de dólares que reclama en títulos caídos en default en 2001 al NML Elliott; pero ambos funcionan como su fueran un solo eje. Sucede que el dueño del Aurelius es Mark Brodsky, un abogado algo más joven que el titular de Elliott, Paul Singer, pero que trabajó con éste durante más de una década y aprendió su modus operandi. En su momento, compraron bonos de la Argentina casi al mismo tiempo (entre 2005 y 2008), y se presentaron ante el juzgado de Griesa con una presentación conjunta. De hecho, los abogados Robert Cohen y Ted Olson contratados por el fondo Elliott, también hacen las presentaciones y defensas habituales del Aurelius, lo que quedó demostrado el viernes pasado en la reunión en el lujoso bufete de Pollack.
"El viernes, el Ministerio de Economía de la Argentina emitió otra declaración más pidiendo que se suspenda la orden pari passu", dijo Aurelius en el comunicado; insistiendo en que esto "es extraño, porque la Corte del distrito rechazó esa suspensión el mes pasado". "Antes de eso, la orden había estado suspendida casi dos años y medio mientras la Argentina la apelaba", enfatizó.
La negociación entre la Argentina y los fondos buitre ingresó en un período de dos semanas clave, ya que se esperan definiciones de Griesa luego que éste termine en estas horas sus vacaciones en su rancho de Montana. El juez debe resolver si acepta el reclamo de la Argentina de reponer el "stay" y permitirle al país ejecutar los pagos de los vencimientos del 30 de junio pasado, para los que hay tiempo hasta el 30 de julio próximo; luego de lo cual el país ingresaría en default técnico. La Argentina asegura que sin la facultad de cumplir con este vencimiento de u$s 539 millones, no puede negociar con tranquilidad con los fondos buitre. La Argentina quiere además que Griesa muestre gestos de buena voluntad, firmando que la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers) se cumpliría de manera involuntaria. De otra forma, lo que se le pague a los fondos buitre, también se le debería pagar a los que ingresaron en los canjes de 2005 y 2010.
El despacho de abogados estadounidense Bingham McCutchen formó un grupo para juntar a tenedores de deuda argentina en default que quieran pedir un tratamiento similar al que recibirían los fondos buitre NML y Aurelius Capital, líderes de la demanda que obtuvo el fallo a favor del juez Thomas Griesa.
Comienzan así los temidos me too ("yo también"). Se veían venir desde que la Corte Suprema de Estados Unidos decidió no tratar el caso de Argentina contra los fondos buitre, lo que devolvió la vigencia al fallo de 2012 contra Argentina y en favor de los buitre de Griesa.
“Soy un gran optimista y desde un principio dije que habrá acuerdo entre las partes”, dijo la semana pasada a Clarín Bruce Wolfson, de Bingham Mc Cutchen. Wolfson había estimado a fines de junio que la interpretación de la cláusula pari passu de Griesa sólo aplica a los bonos con legislación de Nueva York.
"Si no hay un acuerdo, la próxima crisis de deuda soberana de Argentina empezará el 30 de julio. Todavía hay tiempo para evitar ese resultado pero solo si el Gobierno argentino comienza discusiones serias con nosotros de inmediato". Según el comunicado de Aurelius Capital Management hecho público hoy, las negociaciones por la deuda en default a través del mediador designado por Thomas Griesa no alcanzan.
El fondo buitre que junto con NML lidera la demanda contra Argentina se quejó hoy por la marcha de esas conversaciones: "Los funcionarios argentinos rechazan reunirse con nosotros o incluso negociar con nosotros de forma indirecta. Desgraciadamente, este es un enfoque que pone en juego los medios de vida y el futuro del pueblo argentino".
Según Aurelius, que aseguró haber "hecho hecho todo lo que puede para negociar con el gobierno de Argentina sin éxito", el pedido que hizo el viernes el Ministerio de Economía para volver a suspender con una medida cautelar el fallo contra Argentina es "desconcertante": "La Corte de Distrito ya rechazó esa suspensión el mes pasado. Antes de eso, la orden había estado suspendida casi dos años y medio mientras Argentina la apelaba. Durante ese período, Argentina rechazó innumerables iniciativas para arreglar, incluso por parte de la corte de apelaciones. Argentina demostró totalmente que no merece otra suspensión ahora".
En una nota publicada por la agencia Bloomberg, el también buitre NML expresó hoy una queja similar: "No hemos visto ninguna indicación de que Argentina haya decidido seriamente ni siquiera comenzar la negociación".
En contraste con tanto pesimismo, el ex presidente del Banco Central, Mario Blejer, dijo hoy también por Bloomberg que estaba "absolutamente seguro" de que no habría default técnico.
Con un saldo del primer semestre negativo en términos de actividad, la economía espera con ansias una solución satisfactoria entre el Gobierno y los holdouts para detener su caída e iniciar el camino ascendente de cara a 2015. De concretarse este escenario optimista, la actividad sólo caería alrededor de 1,5% este año, mientras si no llegara a haber acuerdo con los fondos buitre, la contracción podría duplicarse, según las proyecciones de varios economistas consultados por El Cronista.
Será clave la puerta que un acuerdo con los holdouts abriría para el ingreso de dólares al país, que tanto escasean y que están forzando al Gobierno a aplicar una política de ajuste que impacta sobre la actividad económica. Con la posibilidad de acceder a financiamiento del exterior, las necesidades de emisión monetaria para financiar al Tesoro serán menores, con ello se reducirán las presiones sobre los precios y, de esa manera, podrían reducirse las tasas de interés para dinamizar el consumo. Además, con precios más planchados, la caída del salario real sería menor. A su vez, la menor emisión disminuirá la presión sobre el tipo de cambio y liberará al BCRA de tener que perder reservas para mantener su cotización estable.
Con menos restricciones de divisas, el Gobierno podría liberar el cepo sobre las importaciones que requiere el abastecimiento de la economía aún en un contexto de estancamiento de las ventas al exterior y de la fuerte caída en el precio de la soja.
Si había un condimento para sumar al deterioro de la balanza comercial, era el valor de la oleaginosa, principal fuente de divisas para el país y el gobierno a partir de las retenciones (ver pag 5). También impacta negativamente el efecto Brasil, cuya demanda interna también está muy resentida y eso repercute, principalmente, en la exportación de autos.
Escenarios
El escenario más probable es que haya arreglo, pero el otro contexto no es despreciable. Si hay solución, en el segundo semestre el PBI detendría un poco su caída y podríamos llegar a fin de año con una contracción de entre 1,5% y 2%, sostuvo el economista Gabriel Rubinstein. De lo contrario, la economía atravesará dos años recesivos, añadió.
Según el Indec, el PBI del primer trimestre mostró una caída de 0,2% respecto del mismo período del año pasado y de 0,8% en comparación con el último trimestre del 2013. Este dato fue compartido por gran parte de las consultoras privadas quienes, en cambio, pronosticaron una mayor caída que la oficial para abril, mes en el que, según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), la economía se contrajo 0,5% interanual y avanzó 0,6% en la medición mensual desestacionalizada.
El dato de mayo se conocerá recién el jueves 24, aunque de acuerdo con los privados, se profundizó la caída a partir del derrumbe de la industria. Según el Índice General de Actividad (IGA) del estudio Ferreres & Asociados, la caída fue del 2,5% y en junio ocurrió algo similar. De esta manera, el primer semestre cerraría con una baja de 0,9%, proyectó el economista de la consultora, Fausto Spotorno, quien proyecta un peor segundo semestre, con caída de 1,7%, a pesar de que el Gobierno arregle con los holdouts.
Marina dal Poggetto, de Bein & Asociados, tiene, como la gran mayoría de los analistas, una expectativa favorable en torno a un arreglo con los fondos buitre. Ante ese escenario, la lógica indica que se conseguirían dólares mediante la cuenta capital y ello permitiría estabilizar la caída y mantener el nivel de actividad, precisó Dal Poggetto. La economista agregó: El Gobierno podría mantener una política cambiaria en la que el dólar se devalúe menos que la tasa de interés y por debajo de la inflación. Si puede manejar una devaluación acotada, inflación más baja, alguna recuperación del salario real, va a impactar en el nivel de actividad, que viene cayendo tres trimestres consecutivos, afirmó Dal Poggetto.
Los fondos buitre presentaron una moción ante el juzgado en Nueva York de Thomas Griesa para que rechace las aclaraciones y modificaciones que solicitaron los bancos fiduciarios europeos sobre la orden del magistrado que impide el cobro a los tenedores de deuda argentina reestructurada. Las firmas Euroclear Bank y Clearstream Banking habían pedido a Griesa que clarifique la traba impuesta para que los bonistas cobren los vencimientos que el Estado argentino depositó el 26 de junio último y que no corresponden a deuda bajo legislación estadounidense. Este fin de semana los buitres, encabezados por el fondo NML Capital de Paul Singer, presentaron tres escritos complementarios en los que diferencian las emisiones en pesos y en dólares. A criterio de los demandantes, que insisten en cerrar las opciones para que el país evite el default y así obligarlos a negociar, no debería autorizarse el cobro a los tenedores del segmento en dólares o euros.
Tras haber quedado firme la sentencia de primera y segunda instancia que determina que el país discrimina entre los bonistas que ingresaron al canje de los que no, Griesa ordenó a los bancos y agentes fiduciarios que no permitan el cobro a los tenedores de deuda performing. El gobierno nacional depositó en tiempo y forma los 832 millones de dólares en vencimientos del 30 de junio último correspondiente al bono Discount. La Argentina solicitó la suspensión de las órdenes (stay) mientras negocia con los buitres una alternativa para cumplir con esa sentencia. El pedido hasta el momento fue denegado. Hubo dos encuentros con el mediador Daniel Pollack –dispuesto por Griesa– y todavía no existe fecha para la tercera reunión. En Economía sostienen que ya se aclararon todos los puntos en la reunión con Pollack.
En paralelo, los bancos y agentes fiduciarios de la Argentina elevaron a Griesa sendas solicitudes para que libere el dinero depositado por el gobierno argentino para que cobren los bonistas. El primer pedido provino de la filial argentina del Citibank, que fue concedido por Griesa, tratándose de emisiones en pesos con legislación local. Los siguientes cuestionamientos provinieron de las entidades encargadas de distribuir los fondos en Europa, Euroclear y Clearstream, a los que se sumó el JP Morgan Chase, para los bonistas japoneses. En todos los casos, las entidades reconocen haber recibido los fondos y el hecho de que la orden de Griesa a los bancos excede su jurisdicción. Las entidades europeas ya van por su segunda presentación. Griesa recién volvió ayer de sus vacaciones y aún no aclaró su orden.
Los buitres rechazan que se autorice ese cobro. Por un lado, se trata de un elemento de presión para que la Argentina negocie a contrarreloj y, por otro, un default técnico les implicará abultadas ganancias por sus contratos de seguro contra esa situación. “Los demandantes han reconsiderado parcialmente la orden al Citibank y solicitan al tribunal que esa decisión sea sólo aplicable a los bonos denominados en pesos, y no a los bonos denominados en dólares”, sostienen los buitres. La presentación de los demandantes no discrimina por legislación, sino por moneda de emisión, al sostener que si no se emitió en pesos se trata de deuda externa. De hecho, la presentación de las entidades europeas se basa en la distinción de jurisdicción.
Para los demandantes, pagar los bonos en dólares –eventualmente también en euros y yenes– provocaría un hueco legal en las órdenes del tribunal de Griesa. “Los demandantes no se oponen a la concesión de Euroclear y de los movimientos de Clearstream únicamente con respecto a los bonos denominados en pesos”, sostiene. La posición del gobierno argentino es que el país realizó el depósito de los fondos y que el cobro por parte de los tenedores es responsabilidad de los agentes fiduciarios, a los que intimó a cumplir con sus obligaciones. El escrito de los demandantes dan cuenta también de esa situación, al rechazar que Griesa autorice a las cámaras compensadoras facilitar el cobro de “los pagos iniciados ilegalmente por la Argentina.