El Grupo Luksic en los últimos cinco años suma inversiones por US$ 1.050 millones en la producción de 800 megawatts (MW), con el fin de asegurar la energía eléctrica a su brazo minero Antofagasta Minerals.

A través de esta empresa también el conglomerado apuesta a la energía geotérmica a través de Energía Andina (con la australiana Origin) y al carbón en Mulpún (con Carbon Energy). A ello se suma su ingreso al negocio de distribución de combustibles a través de Enex, que se hizo por medio del holding industrial Quiñenco.

Cabe destacar que La Electricidad es el insumo que más pesa en el alza de costos de la industria minera. El cash cost de Antofagasta Minerals subió 32% entre 2012 y 2013 y hoy el objetivo es rebajarlo.

Nicolás Caussade, gerente de Energía de Antofagasta Minerals (Amsa), desde ya anuncia: "Estamos analizando otras alternativas en el ámbito de las renovables, en este caso en el ámbito solar, para reforzar nuestra matriz de suministro y seguir diversificándola". En esa línea, observan con interés los movimientos del mercado energético: "Estamos atentos a lo que pueda pasar en el mercado del gas natural", pese a que no tienen ninguna iniciativa con este combustible.

Controlar y diversificar el suministro energético

El Grupo Luksic, al ingresar a empresas eléctricas hace suyo un modelo utilizado por las empresas japonesas en la minería, consistente en  asegurar el suministro, ingresando como socio minoritario en grandes compañías.

La electricidad es el insumo que más pesa en el alza de costos de la industria minera. Debido al fin del suministro barato de gas argentino desde 2006, la energía subió a niveles sin precedentes, dejando a muchas empresas, entre ellas Los Pelambres, el principal yacimiento de los Luksic, sin contrato energético.

"Tras la finalización de un contrato de precio fijo favorable en 2012, Los Pelambres ha sido expuesta al precio spot, en un mercado donde no se están firmando acuerdos de energía indexados a valores de carbón o gas natural (y con ellos, más bajos en precios)", señaló Antofagasta Minerals en su reporte de 2013.

Para mejorar su situación, Los Pelambres invirtió en una de las mayores plantas de energía eólica en construcción en Chile, El Arrayán, en la IV Región de Coquimbo. Así, cuando inicie su operación en el segundo semestre, el 70% de la energía que genere este complejo eólico irá a la minera, la que, de este modo, tendrá garantizado un quinto de sus necesidades eléctricas por 20 años. Este proyecto, donde son socios con Pattern, requiere de US$ 300 millones en total.

Además, el grupo también entró a la propiedad del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, de 530 MW, que demanda US$ 2 mil millones. "Como parte de esta inversión, se firmaron (con AES Gener) dos contratos a 20 años que parten desde 2015 y 2018 para proveer las necesidades energéticas actuales a precios competitivos y estables", explica la compañía.

Según explicó el presidente ejecutivo de Antofagasta, Diego Hernández, con estos últimos contratos Los Pelambres dejará de comprar energía a precio marginal en el mercado libre (spot), donde pueden superar los US$ 200 por MW/h, y tendrá un contrato que le permitirá bajar sus costos.

Para sus operaciones en el Norte Grande, la compañía entró en 2011 a la propiedad de la termoeléctrica Hornitos (167 MW). La central (60% propiedad de E-CL y 40% de Inversiones Punta de Rieles, del Grupo Antofagasta Plc), está en Mejillones y abastece las necesidades energéticas de Esperanza y El Tesoro, hoy agrupadas en Minera Centinela. En este proyecto eléctrico se desembolsaron en total US$ 400 millones.

En energía geotérmica, el Grupo Luksic posee un 60% de Energía Andina contra un 40% de la australiana Origin. Esta compañía posee 12 proyectos geotérmicos a lo largo del Chile con un potencial de 500 MW o más.

Mulpún, con Carbon Energy, es otro proyecto innovador porque genera gas a partir del carbón y con ello se activa una central de vapor. Suponía unos US$ 30 millones.