Las estadísticas dadas a conocer recientemente por la Secretaría de Energía acerca del comportamiento del mercado durante los primeros cinco meses del año dejaron un claro mensaje acerca de los motivos por el cual los automovilistas definen su elección por una marca.
Según la dependencia ahora conducida por la ingeniera química especializada en petróleo, Mariana Matranga, YPF fue la única que expandió las ventas en las estaciones de servicio durante este período en comparación con el año anterior, en tanto que el resto disminuyó la cantidad de litros expendidos a través de este segmento.
De acuerdo a los datos oficiales, la estatal trepó 3.5 por ciento, alcanzando hasta mayo los 3.847 millones de litros, un volumen conformado por 1.946 de naftas y 1.901 de gasoil. Shell por su parte, retrocedió 4,6 por ciento, AXION energy, 5.2; Petrobrás, 1; Oil Combustibles, 8.4 y PDVSA, 29.6 por ciento.
En un contexto de aumentos sucesivos que en lo que va del año acumula más del 35 por ciento, sin dudas la preferencia de los consumidores está definida por el precio de los combustibles. Es que YPF se ubica hasta un 15 por ciento debajo de otras empresas, un arma de seducción difícil de eludir en estos tiempos de bolsillos flacos.
Tal situación ha catapultado a la compañía nacionalizada al 59 por ciento del market share, es decir que cada 10 litros que se venden en el país, 6 salen de sus surtidores. Su influencia es mayor incluso en los productos Premium donde supera el 61 por ciento de las preferencias.
Este escenario ha modificado la estrategia del resto de las compañías que para no seguir perdiendo presencia decidieron acortar la brecha. Algunas más que otras, aunque la variable de ajuste según denuncian los expendedores, es el mismo para todas: reducir el margen de rentabilidad que le corresponde a las estaciones de servicio.