Por Martín Dinatale
Lo recibió con la Marcha de San Lorenzo y una escolta de granaderos en la Casa Rosada. Luego intercambiaron elogios. En un clima de buena sintonía, la presidenta Cristina Kirchner se reunió ayer con su par de Rusia, Vladimir Putin, para afianzar una relación que ambos calificaron de "estratégica" y que apunta a desarrollar acuerdos en materia energética, desarrollo militar y un aumento del flujo comercial entre países.
Ambos coincidieron en que fue una "excelente reunión de trabajo" y lanzaron un fuerte mensaje de que el vínculo bilateral se profundizará en el tiempo con acuerdos de cooperación que ubican al país como "el principal socio estratégico de Rusia en América latina", como dijo Putin.
Cristina Kirchner deslizó una elíptica señal a Estados Unidos sentada al lado de Putin. La Presidenta elogió a Rusia por condonar la deuda que Cuba tenía con la ex Unión Soviética. "Es un ejemplo digno de imitar", sostuvo, aunque inmediatamente aclaró: "Nosotros no pedimos eso. Sólo pedimos que nos dejen pagar", en referencia a la pelea con los fondos buitre. Así, destacó que la actitud de la Federación Rusa "no es caridad, es responsabilidad de los liderazgos. Sería un ejemplo muy importante para los países emergentes agobiados por el peso de sus deudas".
Putin dijo que las relaciones diplomáticas entre Buenos Aires y Moscú son "semejantes o muy cercanas" y remarcó que "cooperamos en todos los sectores". No hizo falta que el jefe del Kremlin entrara en mayores detalles: tras la reunión en la Casa Rosada se anunciaron acuerdos de cooperación en materia energética, comercial y cultural entre ambos países.
Quizás el pacto que tendrá mayor trascendencia es el que apunta al desarrollo de energía nuclear. Sobre este punto, Cristina Kirchner destacó: "Estamos muy interesados en articular y cooperar en materia nuclear en un acuerdo basado en la no proliferación y uso pacífico de la energía atómica".
Fuentes diplomáticas de ambos países anticiparon a LA NACION que el acuerdo de energía nuclear se sustentará con la gigante estatal rusa Rosatom para el futuro desarrollo de la planta de Atucha III, una industria termonuclear en Mar del Plata y otros proyectos en la Patagonia. En los detalles de este acuerdo avanzó el ministro de Planificación, Julio De Vido, que ayer recibió en su despacho al presidente de la empresa rusa Rosatom, Sergei Kirienko.
No hubo indicios de acuerdos en materia petrolera. Cristina Kirchner intentó mostrar las bondades del yacimiento Vaca Muerta de gas no convencional. "Los argentinos también tenemos lo nuestro y parece que otros también se han dado cuenta y están intentando repetir viejas historias que los argentinos estamos dispuestos a no repetir, al menos mientras yo sea presidenta", remarcó, en alusión a las inversiones de la norteamericana Chevron en Vaca Muerta. No obstante, según pudo saber LA NACION, no habría interés de Rusia en Vaca Muerta porque la gigante estatal Gazprom tiene amplias reservas de gas natural y no incursiona en proyectos de gas no convencional.
En materia de acuerdos comerciales Putin señaló que el "volumen de intercambio creció más del 16%" con "mucho potencial adicional para amplificar nuestras relaciones comerciales". Hoy Rusia y la Argentina intercambian productos por unos US$ 2500 millones y la balanza comercial es favorable para Moscú.
En otra crítica velada a Washington, la Presidenta dijo: "Creemos en la multilateralidad, en la multipolaridad, en la necesidad de que los países no tengan doble estándar, donde podamos arribar a soluciones justas, vinculadas al derecho internacional". Y pidió "impulsar la reforma de organismos que no han dado respuestas a los problemas" actuales.
Cristina Kirchner evitó hablar del apoyo que su gobierno le ofreció a Moscú por la anexión de Crimea a territorio ruso en detrimento de Ucrania y que tanta polémica generó en el plano internacional.
Tras el encuentro, se firmaron acuerdos de cooperación en materia de comunicación y asistencia legal recíproca en materia penal. Cristina Kirchner invitó a las empresas rusas a participar en las licitaciones para la construcción de diez obras hidroeléctricas. Moscú tiene un especial interés por la construcción de la represa Chihuido, en Neuquén.
No estuvo sobre la mesa el tema de los Brics, que Rusia integra con China, Brasil, la India y Sudáfrica. Putin ya había dado muestras de no ampliar ese bloque a pesar de las intenciones de Cristina Kirchner de querer sumarse a ese grupo de países emergentes (ver aparte).
Por la noche, Cristina Kirchner ofreció una cena de honor a Putin en el Museo del Bicentenario, a la que asistió el presidente de Uruguay, José Mujica. El mandatario ruso expresó su apoyo a la "necesidad de encontrar una solución en la disputa por Malvinas" y la presidenta argentina llamó a "profundizar y diversificar" el intercambio comercial con Rusia.
El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, agradeció hoy a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner "la oportunidad de discutir la estrategia de interés mutuo" entre ambas naciones, y calificó la relación de ambos países como "estratégica".
Luego de reunirse con Cristina en la Casa de Gobierno, en el marco de su visita oficial a la Argentina, y de firmar acuerdos bilaterales, Putin aseguró que "ambos países tienen una visión común de desarrolo mundial y de la vida internacional".
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo esta tarde que Argentina tiene "muchos deseos de profundizar su relación con Rusia", al tiempo que anunció la firma de "acuerdos muy importantes en materia nuclear" para la generación de energía.
Al recibir en la Casa de Gobierno a su par de la Federación Rusa, Vladimir Putin, quien cumple una visita oficial a la Argentina, Cristina pidió "impulsar la reforma de organismos que no han dado respuestas a lo que está pasando" en el mundo, buscando "soluciones equitativas" para las naciones.
Cristina Fernández calificó hoy de "excelente" la reunión "de trabajo" que mantuvo con Putin quien destacó que los acuerdos firmados en materia nuclear con fines pacíficos servirán para "crear una base para una cooperación sólida".
Ambos presidentes se manifestaron además en favor de la reforma de los organismos internacionales que no brindaron soluciones a distintos conflictos, dado que las visiones de los países al respecto son "muy cercanas", destacó Putin.
El presidente ruso abogó por que los acuerdos bilaterales en materia nuclear con fines pacíficos sirvan para "crear una base para una cooperación sólida en esta esfera", de acuerdo a la traducción de su discurso en la Casa Rosada.
Cristina informó también que la delegación rusa se trasladará al megayacimiento petrolífero de Vaca Muerta, en Neuquén, para conocer "una de las mayores reservas de gas no convencional del mundo", y aprovechó la ocasión para cuestionar a los fondos buitre.
Aunque sin mencionarlos, dijo en referencia a Vaca Muerta que "los argentinos tenemos lo nuestro, y parece ser que otros se han dado cuenta y están intentando por allí hacer algunas cosas para repetir lo que no estamos dispuestos a repetir, por lo menos mientras yo sea Presidenta".
Putin destacó que las relaciones diplomáticas de los dos países en el mundo eran "semejantes o muy cercanas", y mencionó a Argentina como uno de los "socios principales en América latina".
El mandatario ruso aseveró que su país "coopera en todos los sectores" con Argentina, y que el "volumen de intercambio creció más del 16 por ciento", con "mucho potencial adicional para amplificar nuestras relaciones comerciales", agregó.
Por otro lado, propuso organizar para el 2015 un año de intercambio cultural entre los dos países, una invitación a la que la Presidenta dijo "adherir fervientemente".
"Creemos firmemente en la multilateralidad y la multipolaridad, donde los países no tengan doble estándar", advirtió Cristina en una declaración conjunta ante la prensa.
La jefa de Estado diferenció los reclamos de los países emergentes de condiciones favorables para el pago de sus deudas de la situación de Argentina, al sostener que "somos un país que pide que lo dejen pagar".
Al revalidar su alianza con Vladimir Putin, Cristina Kirchner hizo ayer, en la Casa Rosada frente al presidente ruso, reclamos por los que ya ha abogado como la necesidad de reformar los organismos internacionales y financieros en pos de un mundo multipolar y donde haya soluciones “justas, equitativas”, y no tenga lugar “el doble estándar” que siempre le critica a los Estados Unidos y Gran Bretaña. A esta última por la cuestión Malvinas, y al primero, por varias razones, la última vez por su accionar ante la crisis siria.
La Presidenta también se refirió a la pelea con los fondos buitre, elíptica aunque claramente, y contó que una delegación rusa viajará al yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén, donde son varios los países que estudian sí hacer o no su inversión.
En la declaración a la prensa que ambos presidentes formularon ayer en la Casa Rosada -donde a la noche cenaron junto a su par de Uruguay, José Mujica- Putin no habló de buitres ni de acreedores y fue al grano con el listado de negocios que le interesan en la Argentina, al que calificó como un “socio muy importante”. En su discurso, expresó que la Argentina exhibía “una opinión soberana, algo bastante raro en el mundo de hoy”. La frase dejó extasiado al Gabinete nacional, que exhibió la notable ausencia del vicepresidente, Amado Boudou. También Cristina sonrió, visiblemente más delgada. Ayer fuesu reaparición pública tras la licencia médica de una semanaque se tomó por su faringolaringitis.
De la serie de acuerdos que firmaron los dos gobiernos, el más resonante es el de cooperación nuclear con fines pacíficos. De hecho, el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, dijo a la prensa presente en la Casa Rosada que la corporación estatal atómica Rosatom ya había hecho una oferta para la construcción de dos plantas nucleares en la Argentina. En agosto, una delegación del ministerio de Planificación estará viajando a Moscú.
La visita del mandatario ruso se produce en el marco del acercamiento de Putin a América Latina, donde están calando hondo las inversiones chinas.
El sábado próximo aterrizará en Buenos Aires el presidente Xi Jinping. De Cristina y los países del Mercosur, Putin recibió uno de los apoyos más contundentes durante su tensa pulseada con los Estados Unidos por la anexión rusa de Crimea, y sus crisis con Ucrania.
A diferencia del gobierno chino, los rusos no han hecho alusión a los holdouts. Ayer, cuando refería a cómo Rusia condonó la deuda que Cuba contrajo con la desaparecida Unión Soviética, Cristina lo consideró como “un ejemplo digno de imitar”. Agregó: “Nosotros no pedimos eso. Sólo pedimos que nos dejen pagar”.
Putin llegó ayer a la madrugada y su anfitriona lo recibió cerca de las 13. Cristina le mostró varios salones de la Rosada, y en especial las fotos de Juan y Eva Perón. Al salir de la reunión firmaron en el Salón de las Mujeres Argentinas del Bicentenario una serie de acuerdos. Además del de cooperación nuclear con fines pacíficos, se rubricaron un acuerdo de medios de comunicación por el cual se empezará a ver un canal estatal ruso en la televisión argentina; otro entendimiento legal en materia penal, un tratado de extradición y otro de traslado de condenados.
Durante la rueda de prensa, a su turno, Putin confeccionó su listado. Habló del interés ruso por la licitación para construir la represa de Chihuido, en Neuquén, donde la rusa Inter Rao va de socia con Corporación América, de Eduardo Eurnekián. Detalló que “más del 20 por ciento en la energía hidroeléctrica en la Argentina se genera utilizando maquinaria rusa” y resaltó su aspiración a que compañías de su país “puedan participar nuevamente en la modernización de la potencia generadora y en la construcción de nuevas centrales”. Y dijo que Siloviye Machines “implementa el contrato de suministro de turbinas para la central de Punta Negra, y está lista para participar en la modernización de la central uruguayo-argentina de Salto Grande”.
Afuera, la seguridad mantenía aislada la Plaza de Mayo, y la intensa lluvia apagó una manifestación de ucranianos argentinos. Putin estará hoy en Río de Janeiro para la final del Mundial entre Argentina y Alemania. Prometió hinchar por Argentina.
Cristina Kirchner ofreció anoche una cena de honor al presidente de Rusia, Vladimir Putin , con quien firmó acuerdos comerciales y de energía, en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada. Pero la jefa del Estado no estuvo a solas con su par ruso. Funcionarios del Gobierno, dirigentes de la oposición, empresarios y artistas también participaron del encuentro.
El presidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica , ingresó junto con Cristina y Putin a la cena de honor que organizó la Casa Rosada para el mandatario ruso. Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Venezuela, Nicolás Maduro, habían sido invitados al evento, pero no pudieron asistir.
El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri , se hizo presente en el Museo del Bicentenario. El líder de Pro compartió la mesa con el vicepresidente Amado Boudou , que fue procesado por la supuesta apropiación de la imprenta Ciccone.
A pocos metros de Boudou y Macri, se sentaron el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto , el diputado nacional del Frente para la Victora y líder de La Cámpora, Andrés Larroque , y el jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló . La cena, además, contó con la presencia de funcionarios y ministros del gabinete nacional. Asistieron el canciller Héctor Timerman , el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich ; los ministros de Economía, Axel Kicillof ; del Interior y Transporte, Florencio Randazzo ; de Cultura, Teresa Parodi; de Planificación Federal, Julio De Vido; de Justicia, Julio Alak ; de Defensa, Agustín Rossi ; el titular de la Anses, Diego Bossio; el secretario general de presidencia, Oscar Parrilli, y el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, entre otros.
Además de los dirigentes políticos y empresarios, asistieron la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y los actores Gabriel Corrado y Andrea del Boca.
Clarín
Amado Boudou y Mauricio Macri estuvieron sentados a la misma mesa, durante la ceremonia de honor al presidente de Rusia, Vladimir Putin, rodeados por miembros de la comitiva rusa y junto al gobernador salteño Juan Manuel Urtubey.
Días después de haber encabezado el acto en Tucumán por el 198° aniversario de la Independencia, el vicepresidente participó del encuentro oficial, pese a su delicada situación judicial a partir del procesamiento dictado por el juez Ariel Lijo por la causa Cicone.
Una vez más Macri volvió a participar en un evento con Cristina Kirchner, pero esta vez le tocó estar junto a Boudou, a quien algunos miembros del Gabinete del Ejecutivo intentan evitar. Mientras, algunos dirigentes del kirchnerismo insisten en señalar la situación judicial del mandatario porteño, a la hora de opinar sobre el porocesado vice.
En el Museo del Bicentenario, además del vice y el jefe de Gobierno, estuvieron el canciller Héctor Timerman, los ministros de Interior y Transporte, Florencio Randazzo; de Economía, Axel Kicillof; de Justicia, Julio Alak; de Defensa, Agustín Rossi y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Además, el presidente de Uruguay, José Mujica, también fue uno de los presentes junto a su par ruso y la Presidenta Argentina. Los mandatarios de Bolivia y Venezuela, Evo Morales y Nicolás Maduro, no pudieron asistir al evento.