Schlumberger, la mayor compañía mundial de servicios petroleros, espera un crecimiento robusto de sus negocios en México donde planea incursionar en áreas con hidrocarburos no convencionales y extender su actividad en aguas profundas al aprovechar las ventajas de una reciente reforma energética.
México, el décimo mayor productor de crudo en el mundo, promulgó en diciembre una reforma que acabó con el monopolio de más de 70 años de la petrolera estatal Pemex para la explotación y comercialización de los hidrocarburos y abrió el sector energético al capital privado.
Los cambios han generado grandes expectativas entre inversores privados sobre posibles nuevos negocios en México, especialmente en áreas poco explotadas como el petróleo y gas de esquisto (shale) y en aguas profundas.
"México forma una parte clave para nuestro portafolio mundial de operaciones y en los siguientes años vemos un negocio que con un impacto positivo de la reforma energética debe tener un crecimiento importante también", dijo el presidente para México y Centroamérica de Schlumberger, Arindam Bhattacharya, en una entrevista.
"Hay necesidades de tecnología en las diferentes áreas, especialmente las nuevas; por ejemplo, expandir la parte exploratoria de aguas profundas y particularmente entrar en la parte de hidrocarburos no convencionales", añadió el directivo sobre los nuevos blancos de sus negocios. "Estas son las dos áreas claves donde vemos un impacto más positivo", subrayó.
El país, que lucha contra el declive de su producción de crudo, aún espera que el Congreso termine de aprobar una serie de leyes para reglamentar la reforma, las cuales son necesarias para que comiencen a realizarse a partir del 2015 una serie de grandes licitaciones con la que se espera apuntalar al sector y con ello a la economía.
Grandes reservas
La agencia estadounidense de información de energía, la EIA, estima un potencial combinado de petróleo y gas de esquisto en México en 117,000 millones de barriles de petróleo equivalente (bpe), el séptimo mayor del mundo, una estimación mayor a la de Pemex, que calcula unos 60,000 millones de bpe.
Pemex tiene limitada experiencia en esquisto y se ha enfocado en proyectos más rentables de petróleo y gas más al sur. Calcula que el país tiene unos 32,000 millones de bpe sólo en petróleo de esquisto.
Eso es más que el potencial del país en las aguas profundas del Golfo de México, donde están una buena parte de las reservas de hidrocarburos mexicanas y donde se espera que grandes petroleras extranjeras, con experiencia en ese tipo de yacimientos, entren al ruedo.
Pero en lo que se refiere al desarrollo del esquisto, México apenas está comenzando. En los últimos años ha perforado menos de 20 pozos de prueba en la región de la Cuenca de Burgos, rica en depósitos y que es una extensión de la formación Eagle Ford del sur de Texas.
"En Eagle Ford participamos en grandes proyectos y hay muchas tecnologías y lecciones aprendidas que podemos aplicar inmediatamente en los no convencionales en México, para cortar la curva de aprendizaje y que proyectos acá puedan empezar ya corriendo y tener un impacto positivo en la parte económica", dijo Bhattacharya.
Aunque no hizo una estimación de la nueva inversión de Schlumberger en México tras la reforma, dijo que los capitales podrían fluir "en el mismo orden y magnitud" que crecería la inversión del sector de exploración y producción en el país.
"Si duplica la inversión en los siguientes años nosotros al mismo tiempo esperamos duplicar también. Si triplica esperamos triplicar porque queremos mantener la posición de liderazgo que tenemos dentro del mercado", destacó.
El jefe de Pemex, Emilio Lozoya, ha dicho que México requiere de unos 60,000 millones de dólares (mdd) al año para poder llevar la producción de crudo a unos 3.0 millones de barriles por día (bpd) al 2018 desde los actuales 2.49 millones de bpd.
Schlumberger tiene una fuerte presencia en el país y participa a lo largo de la costa del Golfo de México, donde se desarrollan la mayoría de proyectos petroleros mexicanos.
La empresa reportó ganancias netas por 1,592 mdd en el primer trimestre del 2014, por encima de las estimaciones de analistas, pero sus ingresos en Latinoamérica se redujeron un 8% interanual principalmente debido a menor actividad y precios en Brasil.
Latinoamérica representó en el periodo casi un 16% de las ventas totales de Schlumberger, que obtiene casi un 70% de sus ingresos de operaciones fuera de Norteamérica y está menos expuesta a la región que sus rivales Halliburton y Baker Hughes.
Schlumberger, la mayor compañía mundial de servicios petroleros, espera un crecimiento de sus negocios en México. La empresa planea incursionar en áreas de hidrocarburos no convencionales y profundizar su actividad en aguas profundas, aprovechando las ventajas de la reforma energética.
“México es clave para nuestro portafolio mundial de operaciones y en los siguientes años vemos un negocio que con un impacto positivo de la reforma energética debe tener un crecimiento importante también", dijo el presidente para México y Centroamérica de Schlumberger, Arindam Bhattacharya.
"Hay necesidades de tecnología en las diferentes áreas, especialmente las áreas nuevas; por ejemplo, expandir la parte exploratoria de aguas profundas y particularmente entrar en la parte de hidrocarburos no convencionales", añadió el directivo sobre los nuevos blancos de sus negocios. "Estas son las dos áreas claves donde vemos un impacto más positivo", subrayó.
La agencia estadounidense de información de energía, la EIA, estima un potencial combinado de petróleo y gas de esquisto en México de 117 mil millones de barriles de petróleo equivalente (bpe), el séptimo mayor del mundo, una estimación mayor a la que calcula Pemex (60 mil millones de bpe).
Pemex tiene limitada experiencia en esquisto y se ha enfocado en proyectos más rentables de petróleo y gas.
Eso es más que el potencial del país en las aguas profundas del Golfo de México donde están una buena parte de las reservas de hidrocarburos mexicanas y donde se espera que grandes petroleras extranjeras, con experiencia en ese tipo de yacimientos, entren al ruedo.
Pero en lo que se refiere al desarrollo del esquisto, México apenas está comenzando. En los últimos años ha perforado menos de 20 pozos de prueba en la región de la Cuenca de Burgos, rica en depósitos y que es una extensión de la formación Eagle Ford del sur de Texas.
"En Eagle Ford participamos en grandes proyectos y hay muchas tecnologías y lecciones aprendidas que podemos aplicar inmediatamente en los no convencionales en México para cortar la curva de aprendizaje”, dijo Bhattacharya.
Aunque no hizo una estimación de la nueva inversión de Schlumberger en México tras la reforma, dijo que los capitales podrían fluir "en el mismo orden y magnitud" que crecería la inversión del sector de exploración y producción en el país.
Schlumberger, la mayor compañía mundial de servicios petroleros, espera un crecimiento robusto de sus negocios en México donde planea incursionar en áreas con hidrocarburos no convencionales y profundizar su actividad en aguas profundas, aprovechando las ventajas de una reciente reforma energética.
México, el décimo mayor productor de crudo en el mundo, promulgó en diciembre una reforma que acabó con el monopolio de más de 70 años de la petrolera estatal Pemex para la explotación y comercialización de los hidrocarburos y abrió el sector energético al capital privado.
Los cambios han generado grandes expectativas entre inversores privados sobre posibles nuevos negocios en México, especialmente en áreas poco explotadas como el petróleo y gas de esquisto (shale) y en aguas profundas.
"México forma una parte muy clave para nuestro portafolio mundial de operaciones y en los siguientes años vemos un negocio que con un impacto positivo de la reforma energética debe tener un crecimiento importante también", dijo el presidente para México y Centroamérica de Schlumberger, Arindam Bhattacharya, en un entrevista con Reuters.
"Hay necesidades de tecnología en las diferentes áreas, especialmente las áreas nuevas; por ejemplo, expandir la parte exploratoria de aguas profundas y particularmente entrar en la parte de hidrocarburos no convencionales", añadió el directivo sobre los nuevos blancos de sus negocios. "Estas son las dos áreas claves donde vemos un impacto más positivo", subrayó.
El país, que lucha contra el declive de su producción de crudo, aún espera que el Congreso termine de aprobar una serie de leyes para reglamentar la reforma, las cuales son necesarias para que comiencen a realizarse a partir del 2015 una serie de grandes licitaciones con la que se espera apuntalar al sector y con ello a la economía.
GRANDES RESERVAS
La agencia estadounidense de información de energía, la EIA, estima un potencial combinado de petróleo y gas de esquisto en México en 117,000 millones de barriles de petróleo equivalente (bpe), el séptimo mayor del mundo, una estimación mayor a la de Pemex, que calcula unos 60,000 millones de bpe.
Pemex tiene limitada experiencia en esquisto y se ha enfocado en proyectos más rentables de petróleo y gas más al sur. Calcula que el país tiene unos 32,000 millones de bpe sólo en petróleo de esquisto.
Eso es más que el potencial del país en las aguas profundas del Golfo de México, donde están una buena parte de las reservas de hidrocarburos mexicanas y donde se espera que grandes petroleras extranjeras, con experiencia en ese tipo de yacimientos, entren al ruedo.
Pero en lo que se refiere al desarrollo del esquisto, México apenas está comenzando. En los últimos años ha perforado menos de 20 pozos de prueba en la región de la Cuenca de Burgos, rica en depósitos y que es una extensión de la formación Eagle Ford del sur de Texas.
"En Eagle Ford participamos en grandes proyectos y hay muchas tecnologías y lecciones aprendidas que podemos aplicar inmediatamente en los no convencionales en México, para cortar la curva de aprendizaje y que proyectos acá puedan empezar ya corriendo y tener un impacto positivo en la parte económica", dijo Bhattacharya.
Aunque no hizo una estimación de la nueva inversión de Schlumberger en México tras la reforma, dijo que los capitales podrían fluir "en el mismo orden y magnitud" que crecería la inversión del sector de exploración y producción en el país.
"Si duplica la inversión en los siguientes años nosotros al mismo tiempo esperamos duplicar también. Si triplica esperamos triplicar porque queremos mantener la posición de liderazgo que tenemos dentro del mercado", destacó.
El jefe de Pemex, Emilio Lozoya, ha dicho que México requiere de unos 60,000 millones de dólares al año para poder llevar la producción de crudo a unos 3.0 millones de barriles por día (bpd) al 2018 desde los actuales 2.49 millones de bpd.
Schlumberger tiene una fuerte presencia en el país y participa a lo largo de la costa del Golfo de México, donde se desarrollan la mayoría de proyectos petroleros mexicanos.
La empresa reportó ganancias netas por 1,592 millones de dólares en el primer trimestre del 2014, por encima de las estimaciones de analistas, pero sus ingresos en Latinoamérica se redujeron un 8 por ciento interanual principalmente debido a menor actividad y precios en Brasil.
Latinoamérica representó en el periodo casi un 16 por ciento de las ventas totales de Schlumberger, que obtiene casi un 70 por ciento de sus ingresos de operaciones fuera de Norteamérica y está menos expuesta a la región que sus rivales Halliburton y Baker Hughes.