Bagdad - Mientras el Estado Islámico (EI) conquista importantes centros urbanos en Irak y Siria, aumenta su peligrosidad: funcionarios iraquíes denunciaron ante Naciones Unidas que los insurgentes yihadistas robaron uranio de Universidad de Mosul en cantidad suficiente para la realización de bombas radiactivas o "sucias".
El centro de estudios almacenaba casi 40 kilogramos de compuesto de uranio, sostuvo el embajador de Irak ante la ONU, Mohamed Ali Alhakim, en una carta enviada el 8 de julio al secretario general del organismo, Ban ki-moon, a la que la prensa tuvo acceso. "Grupos terroristas tomaron control de material nuclear en lugares donde el Estado perdió dominio", escribió Alhakim, al agregar que esos materiales "podrían ser usados en la fabricación de armas de destrucción masiva". "Estos materiales nucleares, pese a las cantidades limitadas que se mencionan, pueden permitir que grupos terroristas con capacidad para adquirir el conocimiento, lo usen de manera separada o en combinación con otros materiales para sus actos terroristas", aseveró.
La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) de la ONU "está al tanto de la notificación de Irak y está en contacto para buscar más detalles", sostuvo la portavoz del organismo Gill Tudor. "En base a la información inicial, creemos que el material involucrado es de grado bajo y no presentaría un riesgo significativo de seguridad o proliferación nuclear", matizó. "De todos modos, cualquier pérdida de control regulatorio sobre materiales nucleares o radiactivos es causa de preocupación", agregó.
Olli Heinonen, un exinspector jefe de la AIEA, dijo que si el material provenía de una universidad, podría tratarse de químicos de laboratorio o protectores de radiación, que consisten en uranio natural o empobrecido. "No puedes fabricar un explosivo nuclear con esta cantidad, pero todos los compuestos de uranio son tóxicos", dijo Heinonen.
El Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL), una rama disidente de Al Qaeda, tomó partes de Siria e Irak antes de cambiar su nombre a Estado Islámico (EI) en junio y de declarar a su líder califa, un título que ostentan los sucesores del profeta Mahoma.