Ministro Pacheco dijo que BG y Enap firmaron un contrato para empezar a traer gas no convencional a fines del próximo año. Pero Sabine Pass, primer terminal estadounidense autorizado, exportará a partir de 2016.Dudas en la industria genera el anuncio que hizo el lunes el ministro Máximo Pacheco, en cuanto a que Chile comenzaría a recibir a fines de 2015 shale gas proveniente de Estados Unidos a través de un contrato entre la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) y British Gas (BG).
El shale gas (o gas de esquisto) es un tipo de gas natural no convencional incrustado en rocas subterráneas y que no era posible explotar comercialmente hasta hace pocos años, pero ahora ha generado tal revuelo que EE.UU. —que cuenta con enormes reservas—pasaría de importar gas a realizar envíos.
Actualmente, Sabine Pass, propiedad de Cheniere, es el único terminal que ha sido aprobado por la Federal Energy Regulatory Commission (FERC) y tiene permiso para exportar shale gas, pero no comenzaría a hacerlo antes de 2016, señalan analistas como Gürcan Gülen, de la Universidad de Texas.
Altas fuentes de la industria energética cuestionan el anuncio del ministro Pacheco. Según recuerdan, en 2012 BG renegoció sus contratos con los socios del terminal de Quintero: Enap, Endesa y Metrogas. Así, las empresas lograron un precio que, si bien sigue siendo más barato en comparación con el que acceden otros mercados, es superior al que tenían en el contrato original con BG. Pero a cambio de esa alza, los socios consiguieron un mayor volumen de gas.
En la ocasión, Endesa y Metrogas obtuvieron más gas que Enap, pero a esta última le subieron menos el precio, dice un conocedor del contrato. Y añade: “Con el gas que se logró renegociar en el contrato con BG, a partir de 2015 habrá un volumen tal del hidrocarburo que alcanzará para que puedan funcionar los cuatro ciclos combinados que existen, y además sobrará”. El contrato que se firmó con BG se hizo pensando en años secos, pero frente a un año con una hidrología normal, el país no sería capaz de absorber toda la oferta de gas a la que tiene derecho. A su vez, este combustible no es almacenable, explican las fuentes. Para elevar las importaciones habría que construir más centrales de ciclo combinado.
Es por eso que en la industria cuestionan que se haya firmado un nuevo contrato. “Si el ministro está pensando en traer más gas del que está incorporado en los contratos actuales, no habrá quién queme ese gas”, aseguran.
A ello se suma que las condiciones de precio y volúmenes del contrato con BG ya están pactadas, por lo que no afecta si BG decide traer el gas de Estados Unidos, Perú o Egipto.