Los mineros bolivianos que trabajan en la cúspide del Cerro Rico de Potosí abandonarán el lugar en seis meses a cambio de poder ocupar otras áreas de trabajo, como parte de un plan para proteger la emblemática y deteriorada montaña, declarada patrimonio mundial por la Unesco en 1987, se informó hoy.
El ministro boliviano de Minería, César Navarro, anunció este lunes la firma de un acuerdo con la Federación de Cooperativas Mineras de Potosí para que se produzca "una salida planificada y ordenada" de los obreros que trabajan por encima de los 4.400 metros sobre el nivel del mar del Cerro Rico.
La ciudad de Potosí fue añadida hace tres semanas a la lista del patrimonio mundial en peligro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) debido a la explotación incontrolada de ese yacimiento.
El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco justificó su decisión por "la potencial degradación del sitio debido a las operaciones de minería, la inestabilidad y el riesgo de derrumbes en el Cerro Rico, las deficiencias de conservación y el impacto ambiental del complejo hidráulico en el río".
Los yacimientos de plata del Cerro Rico, cuya cima está a 4.702 metros sobre el nivel del mar, han sido explotados sin parar desde 1545 y fueron una fuente principal de ingresos de España en la Colonia.
Actualmente, su cúspide sufre un proceso de hundimiento interno igual a tres centímetros diarios, según evaluaciones del Gobierno.
El ministro explicó que a los mineros se les entregarán nuevas áreas de trabajo en 45 días y la migración demorará unos seis meses, durante los cuales se construirán obras de infraestructuras vial y servicios básicos para facilitar el trabajo de los obreros.
En los próximos días, la estatal Corporación Minera de Bolivia y la Universidad Tomás Frías presentarán un proyecto para rellenar los hundimientos y estabilizar las zonas de alto riesgo en el Cerro.
Navarro agregó que la "única actividad que habrá en la cima del Cerro será de carácter turístico".
La decisión de la UNESCO de incluir a Potosí en la lista de sitios históricos en peligro obligó al gobierno de Bolivia a anunciar la evacuación de cientos de mineros para salvar del colapso al emblema de esa ciudad, el Cerro Rico, se informó el martes.
"En 2010 se propuso reubicar a los mineros y de no ser la resolución de la UNESCO la decisión se hubiera demorado más. El Cerro Rico de Potosí va camino del desastre", dijo a The Associated Press Jhonny Llally, líder cívico esa ciudad ubicada a 410 kilómetros al sur de La Paz.
Peritos de la UNESCO habían advertido antes de los riesgos de un deterioro del cerro por la actividad minera a pesar de haber sido declarado monumento nacional.
El ministro de Minería, César Navarro, anunció la víspera un acuerdo con mineros independientes para que dejen de explotar mineral en la cúpula de la montaña.
En 45 días comenzará la evacuación a otras áreas mineras cedidas por el Estado, dijo. Se espera que más de 500 mineros dejen de operar en socavones que están por encima de los 4.400 metros, el área más degradada.
El Cerro Rico tiene una altitud de 4.800 metros sobre el nivel del mar y desde su descubrimiento en 1545 no ha cesado su explotación. Actualmente trabajan allí cerca de 10.000 mineros asociados a cooperativas que ellos administran. La mayoría no será removida porque trabajan en áreas de menor riesgo, según las autoridades.
Hasta ahora los mineros se han negado a salir de la cima si el gobierno no les garantizaba nuevas áreas de trabajo. La evacuación "busca preservar la estructura morfológica y cónica del Cerro Rico", dijo Navarro.
La ciudad de Potosí estaba considerada en el siglo 16 como el complejo industrial más grande del mundo por la plata que se extraía del cerro. Por su arquitectura colonial, un intrincado sistema de acueductos y lagos artificiales y sus casonas señoriales la ciudad fue declarada en 1987 Patrimonio de la Humanidad.
Pero el Comité de la UNESCO que evalúa el Patrimonio Mundial de la Humanidad acaba de incluir a la ciudad en la lista de sitios en peligro por las operaciones mineras, el riesgo de colapso del Cerro Rico, deficiencias en la conservación y falta de aplicación de leyes.
Las autoridades estudian rellenar el cerro hueco con miles de toneladas de la piedra extraída de la montaña.
