Los actores del mercado de metales preciosos se reunieron este lunes en Londres, convocados por el Consejo Mundial del Oro (CMO), para hablar de la modernización del proceso de fijación del precio de referencia del metal amarillo.

Según un comunicado publicado por el CMO, en la reunión participaron 34 delegados que representaban a todos los actores de la industria, entre ellos los bancos centrales, los bancos encargados de fijar el precio de referencia y las bolsas.

“Estamos al comienzo de un proceso que conducirá a una referencia del oro reformada y modernizada”, declaró Natalie Dempster, directora general encargada de los bancos centrales y las políticas públicas en el CMO.

En las conversaciones a puerta cerrada, emergieron varios puntos clave, como la necesidad de contar con un precio de referencia “único”, “fiable” y “transparente”.

Los participantes también destacaron “la importancia de ampliar la participación en el proceso (de fijación del precio de referencia), para reflejar todo el abanico de los actores que intervienen en el mercado”.

Actualmente, el fixing del precio de referencia se hace dos veces al día, en una conferencia telefónica en la que participan sólo cuatro bancos, Barclays, HSBC, Scotiabank y Société Générale. A partir de un precio de arranque, estas entidades hacen ofertas de compra y venta, hasta que se encuentra un precio de equilibrio.

Según los detractores de este método, el proceso de fijación del precio sería fácil de manipular.

“Los traders que trabajan para las entidades implicadas en el fixing pueden cerrar operaciones destinadas a influir en el precio en un sentido ventajoso para su cartera”, apunta Caroline Bain, economista en Capital Economics.

En mayo, por ejemplo, el regulador británico, el FCA, impuso una multa de 26 millones de libras a Barclays por un caso de manipulación del precio del oro.

El 28 de junio de 2012, un empleado de la entidad actuó ilegalmente al intentar influir en la fijación del precio del oro por debajo de un determinado umbral, para evitar tener que pagarle a un cliente.