Hace unos días la ministra de Comercio Exterior, Magali Silva, anunció que es muy probable que en agosto el Perú y la India inicien las reuniones de sus respectivos grupos técnicos con miras a un tratado de libre comercio (TLC).
En ese sentido, es válido preguntarse qué gana el país con un acuerdo de esta naturaleza con la tercera economía del mundo en términos de paridad de poder adquisitivo (PPP), según el Banco Mundial.
Eduardo Ferreyros, gerente general de Cómex Perú, afirma que un TLC con este país –cuyo PBI llegará a superar al de Estados Unidos antes del 2050, de acuerdo con previsiones de Goldman Sachs– permitiría el ingreso de los productos peruanos a un mercado compuesto por más de 1.200 millones de personas, de las cuales 20 millones pasan a engrosar la clase media y existen 40 millones de familias con elevada capacidad adquisitiva y de compra.
Además, la India importa del mundo productos por un monto que supera los US$500 mil millones anuales. En la región sus principales socios comerciales son Brasil, del cual compra US$3.130 millones, le sigue Colombia (US$2.993 millones) y Chile (US$2.304 millones). Nuestro país le exporta apenas US$593 millones.
RUBROS COMERCIALES
Entre el principal beneficio que obtendría el Perú al tener un TLC con este país del sur este asiático sería la reducción de los aranceles, lo cual es el mayor inconveniente que enfrentan nuestras exportaciones, porque los productos nacionales deben de pagar hasta 30% de aranceles para ingresar a este mercado.
Pero si de analizar productos o sectores que se verían beneficiados con un TLC entre ambos países, tenemos que el primer mayor beneficiado, al menos en una primera etapa, sería elagroexportador. Es más, las legumbres y hortalizas tienen mucho potencial en este mercado, de acuerdo con Cómex Perú. En este sentido Chile nos lleva la delantera porque el año pasado le vendió a este país asiático estos productos por un monto total de US$14,4 millones.
El sector 'retail' peruano también tiene oportunidades de desarrollo en la India, según explicó Ravi Krishna, presidente de la Cámara de Comercio de la India en el Perú, a elcomercio.pe a inicios de noviembre del año pasado. Esta oportunidad se explica, primero, por la creciente organización del sector de la distribución y la venta retail en la India y segundo, porque el sector retail peruano tiene mayor experiencia que el indio, lo cual le imprimiría el valor agregado que la creciente clase media india pide.
De otro lado, el Perú podría convertirse en el centro de atracción de inversión tecnológica india, rubro en el cual el país asiático ha tenido notables avances en los últimos años y se podría establecer joint-ventures con firmas peruanas, sobre todo en estos momentos en los que se necesita diversificar nuestra oferta exportable no tradicional, la cual según un informe publicado por el diario El Comercio, presenta una tendencia negativa desde hace dos años y medio.
Además, el embajador de la India en el Perú, Manpreet Vohra, afirmó en una entrevista con El Comercio, que su país podría entrar adinamizar el sector farmacéutico nacional. “Aquí las medicinas son más caras que en Estados Unidos”, dijo en mayo del 2013.
TEMAS PENDIENTES
A pesar de todas estas oportunidades existen sensibilidades como las que presenta el sector textil, debido a los hilados de la India, producto que incluso ha sido materia de una investigación de parte de Indecopi para ver si es que se era necesario aplicarle una salvaguardia por dañar a la industria nacional.
En ese sentido, la ministra Magali Silva ha dicho en más de una ocasión que se buscará salvaguardar los intereses nacionales en un eventual TLC con este país. Esa misma voluntad la reiteró la semana pasada mientras anunciaba que los equipos técnicos de ambos países se reunirían en agosto.
Pero paralelamente al TLC ambos países deberían de retomar las negociaciones de un acuerdo de protección de inversiones, el cual se inició en el último tramo del gobierno del presidente Alan García. Incluso en ese entonces se anunció que varios lugares turísticos del Perú serían utilizados como locaciones por la industria cinematográfica india. Como se aprecia hay mucho trabajo pendiente con este país.