Por Ismael Bermúdez
Las provincias están sufriendo por anticipado la disputa entre la Argentina y los fondos buitre. Fueron muy perjudicadas por la recesión y la falta de crédito externo e interno, que se agravó por la amenaza de default. Y transitan un horizonte complicado: hasta fin de año, entre pagos de deuda y déficits en sus cuentas, tienen que cubrir un bache de casi $ 40.000 millones.
A diferencia del Gobierno Nacional que recurre a la emisión de moneda del Banco Central para financiarse en pesos, las provincias necesitan del crédito externo y de las “ayudas” de la Casa Rosada. Sin embargo, la crisis que se abrió con el fallo Griesa “alteró los planes provinciales porque se postergaron los planes de emisión de deuda” y la rebaja de la calificación del riesgo argentino “encareció el acceso al crédito externo más allá del acuerdo al que se arribe con los holdouts en los próximos meses”, según el último informe de la consultora Ecolatina. Es que algunas provincias, como Mendoza, Buenos Aires, Río Negro y la Ciudad de Buenos Aires tuvieron que posponer las emisiones de deuda que tenían programadas.
Por ejemplo, “la provincia de Buenos Aires postergó la colocación de U$S 500 millones debido a que el mercado pedía tasas superiores al 12%, costo que la provincia no consolidó”, precisa Ecolatina. Mendoza dio marcha atrás con una colocación de US$ 250 millones, Río Negro US$ 200 millones y la Ciudad de Buenos Aires tiene una autorización de la Legislatura por US$ 890 millones.
Según otro informe de Economía & Regiones, este año las Provincias cerrarán con un déficit total en torno de los $ 17.000 millones y deben afrontar pagos de deuda por otros $ 20.000 millones. Ecolatina calcula una cifra superior: en torno de los $ 45.000 millones.
E&R reconoce que el déficit fiscal tendrá este año un incremento del 171%, al pasar de un rojo de $ 6.274 millones en 2013 a $ 17.030 millones en 2014. Ecolatina explica que “la devaluación de principios de año elevó el pago de intereses debido a la importante utilización de bonos vinculados al dólar. Sólo por la devaluación de enero el pago de intereses de las provincias se incrementó en $ 3.700 millones”.
Según datos ajustados hasta marzo pasado, el stock de deuda de las provincias rondaba los $ 183.000 millones, de los cuales un 40% se adeudan al Gobierno Nacional que dejó de ser el principal acreedor: ahora el 46% son bonos y letras de Tesorería.