La primera aparición en un video del líder del Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, autoproclamado califa, es una demostración de fuerza de su grupo, que controla partes de Irak y Siria.Bagdadi llamó el viernes a los musulmanes a la obediencia en un sermón en la mezquita Al Nur de Mosul, en Irak, según un video difundido el sábado desde el centro de la ciudad donde inició la actual escalada yihadista.
El 10 de junio pasado, el grupo extremista tomó Mosul y, desde ese momento, se temió el actual desenlace.El grupo de Al Bagdadi es conocido por su brutalidad y por haber ejecutado y crucificado a sus opositores en Siria.
Estos antecedentes han transformado la ciudad de Mosul casi en un pueblo fantasma, en el que la aplicación de la sharia (la severa ley islámica) modificó hábitos y provocó la huida de miles de pobladores.
La aparición de Bagdadi fue una sorpresa (hasta ahora era un líder que cultivaba una imagen de comandante solitario) y se trata de una nueva demostración de fuerza del grupo que en pocas semanas ha tomado varias regiones frente a la impotencia del ejército iraquí.
“Tenemos al hombre más buscado del planeta yendo al centro de Mosul y dando un sermón de 30 minutos en la mezquita más venerada de la ciudad, controlada por el grupo yihadista más conocido de nuestro tiempo”, explicó Charles Lister, investigador de Brookings Doha Center.
“El hecho de que Al Bagdadi haya aparecido públicamente en un lugar tan céntrico subraya la gran confianza (en cuanto a la seguridad) que hay en su organización”, indicó este experto.
“Todo lo que ha hecho este grupo ha sido audaz, por eso parece lógico que Al Bagdadi haya salido de la sombra para ponerse al descubierto”, dijo por su parte Will McCants, un exasesor en la lucha contra el terrorismo del Departamento de Estado de EEUU.
“El sermón de Al Bagdadi tiene mucho sentido en el contexto de su competición con Al Qaeda para asumir el liderazgo de la guerra santa a nivel internacional”, sostuvo McCants, ahora en el Saban Center for Middle East Policy.
El grupo yihadista ha atraído a su causa a miles de combatientes extranjeros, entre ellos occidentales, gracias a la figura de Al Bagdadi, que se unió a la insurgencia iraquí tras la invasión de EEUU a Irak en 2003 y luego fue encarcelado en una prisión militar del país.Según los expertos, los combatientes extranjeros también se sienten atraídos porque, a diferencia de Al Qaeda, el grupo parece estar más orientado hacia la fundación de un estado islámico ideal, aprovechando la porosidad de la frontera entre Siria e Irak.El video del sábado fue grabado en plena Mosul, una ciudad que quedó a la sombra de, justamente, esa imagen omnipotente del autoproclamado califa. Como si de una ciudad fantasma se tratase, Mosul es un melancólico cuadro de barrios vacíos y silencio, que de vez en cuando se ve interrumpido por los bombardeos de la aviación iraquí que intenta recuperar el terreno.
Bajo el dominio del EI –lo que antes era el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL)– la vida en la ciudad se ha transformado en un infierno indescriptible en medio de un conflicto que no tiene visos de encontrar un final inmediato.El 10 de junio las fuerzas de seguridad se retiraron de Mosul dejando ese territorio en manos de los combatientes radicales, que declararon la creación de un “califato islámico” desde la provincia siria de Alepo (norte) hasta la iraquí de Diyala (este).
El gobierno iraquí impuso un bloqueo económico sobre la ciudad, con un corte total de la energía eléctrica desde hace más de una semana y la paralización del comercio por la falta de combustible.
Mientras, la ciudad recibe frecuentes ataques aéreos de aviones iraquíes que lanzan barriles de explosivos contra la insurgencia, lo que ha causado grandes destrozos y ha alterado la cotidianidad de la sociedad civil.
En una entrevista a EFE en la ciudad de Al Qosh, Ethil al Nuyaifi, gobernador de la provincia septentrional de Nínive, cuya capital es Mosul, destaca los cortes de energía y la escasez de productos básicos, medicamentos y suministros en los hospitales locales.
El bombeo de agua aún llega a Mosul, pero en los próximos días podría haber problemas de suministro por la falta de combustible, que ha paralizado la ciudad.“La situación en Mosul se dirige hacia lo peor, en un contexto de incapacidad gubernamental desde Bagdad para dar soluciones reales. Nosotros creemos que el problema no puede solucionarse por lo militar, sobre todo por la mala reputación del Ejército”, explicó Al Nuyaifi.Y es que la desbandada de las tropas iraquíes ante la ofensiva sunita ha decepcionado a los residentes.
“Hay mucha más ingenuidad de la que nos podamos imaginar entre los combatientes del EI”, advirtió el gobernador, que considera “increíble” que Al Bagdadi obligue a todos los musulmanes a obedecerle.
A pesar de que en la ciudad también hay una importante falta de servicios básicos, muchos ciudadanos de Mosul que se desplazaron al inicio del conflicto se han visto obligados a regresar a sus casas por las duras condiciones de vida.
Entre los civiles existe, además, un sentimiento de rechazo hacia el Ejército, después de que “les haya traicionado dejándolos presos en manos de los despiadados”, aseguró el escritor de Mosul Husein Alcaki.
Para Alcaki, el gobierno prometió a la gente una solución rápida y que el Ejército iba a recuperar la ciudad “en cuestión de días”, pero ya llevan cuatro semanas sin controlar “ni un solo metro de territorio”.
La pobreza en Mosul alcanza al 70% de la población, un indicador que explica por qué muchos jóvenes de la ciudad decidieron unirse a los combatientes del EI, consiguiendo un salario mensual a cambio de su participación en la batalla.
Pasear por las calles de Mosul ya no es lo que era. Antes, la muchedumbre se cruzaba y se saludaba, los cafés estaban llenos y las puertas de los hogares, abiertas a los familiares que entraban y salían. Ahora, para escuchar algo de vida hay que acercarse a las ventanas y oír los gritos de niños que ya no pueden salir a jugar.Los cafés tuvieron que cerrar sus puertas por orden del EI, que impuso una interpretación radical de la ley islámica y prohibió el alcohol y el tabaco, así como obligó a las mujeres a usar vestimentas que ocultan todo el cuerpo y cara.Los juegos populares, como las cartas o el ajedrez, solían ser el entretenimiento de muchos durante las largas noches del Ramadán, pero también fueron prohibidos por el EI.Los funcionarios no han recibido aún sus salarios ni los jubilados su pensión, que es la única fuente de ingresos para un gran segmento de la población de esa ciudad.La indignación y la desesperación se reflejan en el rostro de los residentes de Mosul, muchos de los cuales no soportan la trágica situación y el deterioro que sufre su ciudad.Lo único que permanece intacto es su bosque de ensueño con vistas al río Tigris, que estos días es un paraíso deshabitado bajo las altas temperaturas del verano.
El enigmático líder de los jihadistas que establecieron un califato entre Irak y Siria, Abu Bakr al-Baghdadi, apareció por primera vez en imágenes de video, tomadas anteayer en una mezquita de Mosul, en el norte de Irak.
Durante su prédica, que duró poco más de un cuarto de hora, Al-Baghdadi, líder del grupo jihadista Estado Islámico (EI) -conocido antes como Estado Islámico de Iraq y Levante (EIIL)-instó a los musulmanes a "obedecerlo" e hizo un llamamiento a la "guerra santa mundial".
"Soy el wali [líder] designado para dirigirlos, pero no soy mejor que ustedes. Si piensan que tengo razón, ayúdenme. Si creen que me equivoco, guíenme por el buen camino", dijo Al-Baghdadi. El video fue subido a dos portales que usa el grupo terrorista, pero no fue posible verificar la identidad del líder independientemente.
El líder del extremista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, instó a sus seguidores a que le obedezcan en su primera aparición en público, que tuvo lugar durante el rezo en la Gran Mezquita de la ciudad iraquí de Mosul.
En un vídeo difundido en foros jihadistas, de 20 minutos de duración, se ve al autoproclamado califa pronunciando el sermón religioso en el "minbar" (púlpito) del templo.
Durante el sermón, Al Bagdadi llamó a sus seguidores a obedecerle si él obedece a Dios y les pidió apoyo si sus decisiones son acertadas y consejo si está equivocado.
"Si tienen fe en Dios y trabajan bien van a gobernar la tierra como ha prometido Dios a los creyentes", aseguró el líder del Estado Islámico, vestido con túnica y turbante negro y con larga barba.
La presencia de Al Bagdadi en Mosul, la segunda ciudad de Irak y en manos de la insurgencia suní desde el pasado 10 de junio, fue confirmada por un activista de la localidad.
Las imágenes muestran a numerosos fieles siguiendo el sermón y a varios hombres armados parapetados en las columnas del templo, situado en el centro de Mosul.
La bandera del Estado Islámico aparece colgada en la mezquita cerca del "mihrab", el nicho que indica la dirección de la Meca, hacia donde todos los musulmanes tienen que mirar al rezar.
En los foros jihadistas que publicaron el vídeo se presenta a Al Bagdadi como "el califa Ibrahim, emir de los creyentes en el estado islámico".
Ibrahim ibn Awad, más conocido como Abu Bakr al Bagdadi, se proclamó "imán y califa para los musulmanes de todo el mundo".
El Estado Islámico, una escisión radicalizada de Al Qaeda, declaró un califato islámico desde la provincia siria de Alepo hasta la iraquí de Diyala, tras los últimos avances que ha hecho en Irak.
Al Bagdadi exigió a todos los musulmanes que emigren de forma "obligatoria" al califato porque este "pertenece a todos los musulmanes" y no solo a Irak y Siria.