A fines de julio comenzará a definirse una de las aristas claves para el futuro del proyecto binacional Pascua Lama.
En la Tercera Sala de la Corte Suprema se desarrollarán los alegatos del recurso de casación presentado por el titular del proyecto, Minera Nevada Spa (Barrick) contra la sentencia del Tribunal Ambiental que anuló la sanción de US$16 millones contra la minera.
En esta instancia, la minera representada por el abogado Juan Antonio Urrutia defenderá el proceso desarrollado por la Superintendencia de Medio Ambiente, que culminó en la sanción ambiental más alta de la historia.
La estrategia de Barrick pasa por convencer al máximo tribunal del país que el proceso sancionatorio y la agrupación de faltas realizados por el regulador ambiental fue desarrollado de acuerdo a la ley. Esto porque la empresa corre el riesgo que frente a una nueva reagrupación su sanción económica podría aumentar más de 10 veces.
La minera manifestó a la Corte Suprema que “este perjuicio está constituido por el efecto patrimonial derivado del potencial efecto multiplicador en las sanciones aplicables a los hechos infraccionales objeto del procedimiento de sanción que puede determinar, en su peor escenario, una sanción pecuniaria cuyo valor supera con creces el establecido en la resolución de la SMA, y pagado por mi presentada”.
En este juicio, donde no se hizo parte la Superintendencia de Medio Ambiente, concurrieron otros actores como la Agrícola Santa Mónica, empresa que históricamente ha presentado sus reparos contra el proyecto.
Precisamente, los detractores de Pascua Lama argumentarán a la Corte Suprema que Minera Nevada Spa carece de las facultades legales y de legitimación activa para defender este caso en la Suprema. Según la óptica de los detractores, esa labor le corresponde únicamente a la Superintendencia de Medio Ambiente, entidad que espera el pronunciamiento de la corte para elaborar un nuevo concurso infraccional.
Otro elemento que es visto con atención por la industria será que el pronunciamiento de la Tercera Sala de la Suprema esta vez no contará con la presencia del ministro Sergio Muñoz, sino que estará encabezado por el juez Rubén Ballesteros.
“Será interesante ver cómo será el pronunciamiento de la Tercera Sala en su primer caso de relevancia tras la salida de Muñoz”, comenta una fuente ligada al caso.