Hace pocos días conocimos las cifras de inversión extranjera directa (IED) de este primer cuatrimestre de 2014 entregadas por el Banco Central de Chile: han ingresado 7.131 millones de dólares, siendo este el mejor primer cuatrimestre desde 2008, y comparado con el mismo período de 2013 es un 82,3% mayor.
En estos valores se incluyen algunas iniciativas que involucran a una empresa española, Sanitas, hoy participada mayoritariamente por la inglesa Bupa, con quienes comenzamos a hablar y entregar documentación sobre invertir en Chile en 2008, información revisada en España y enviada al Reino Unido. Han transcurrido desde entonces entre cinco y seis años, tiempo de maduración de la decisión y su formalización final.
Chile se ubicó en el puesto 17 a escala global en valores absolutos entre los que más IED recibió en 2013; si se dejan fuera las inversiones contabilizadas en paraísos fiscales su posición avanza hasta el lugar 13. Las previsiones para este año 2014 son de una mayor moderación para toda la región.
El país continúa siendo uno de los más seductores para los inversionistas extranjeros; las propuestas que contengan valor agregado están entre las más deseadas y buscadas, las regiones chilenas están llenas de oportunidades que invitan a ser exploradas y ponerlas en marcha, el talento es un recurso muy apreciado, quizás, es una de las necesidades más perentorias en infinidad de nichos sectoriales que necesitan modernizarse y abrirse al exterior.
La seducción de Chile entre las empresas españolas lo pudimos comprobar la pasada semana cuando tomamos parte en un evento sobre internacionalización en la Comunidad Valenciana, concretamente en la ciudad de Castellón, tuvimos la suerte de ser visitados de forma individual por casi una treintena de ellas, la mayor parte pymes. Reconocían en Chile una ocasión para sus iniciativas lo que en nuestra opinión, con excepción de una, podrían aspirar a contar con contrapartes. Añado que esto sucedía el día del partido España-Chile y continuaba al día siguiente: previo a la contienda primaban los deseos de suerte a la Roja; por la mañana muchos de nuestros visitantes nos felicitaban.
Los datos de IED y nuestro contacto empresarial se producen cuando en Chile se está tomando impulso para dar un salto que lo conduzca hacia la condición de nación desarrollada. Este objetivo precisará realizar cambios en algunas áreas consideradas indispensables para conseguirlo y que ya hemos citado con anterioridad. Por duro que pueda parecer es algo que se debe afrontar si se quiere conservar el liderazgo alcanzado en estas últimas décadas, los chilenos han avanzado más de lo imaginable con las normativas aún vigentes. Ahora los nuevos retos lo obligan a prepararse para enfrentarlos con posibilidades de éxito.
Los que creemos y percibimos que en estos últimos treinta años Chile ha dado pasos de gigante solo pedimos a unos y otros que dialoguen todo el tiempo que sea necesario para que el resultado final sea producto de un consenso lo más amplio posible, ya que lo que ahora se decida nos fijará la ruta a seguir todos juntos para los próximos años.
Nadie puede ignorar que las llamadas nuevas tecnologías lo han ido transformado todo delante de nuestras narices; el mundo que hemos conocido pareciera estar patas arriba, se requieren conocimientos e instrumentos renovados para mirar el futuro cualquiera que sea nuestra ubicación en el organigrama social. De este modo será posible seguir la estela de los Estados avanzados, integrados y atractivos para comenzar un proyecto de vida a quienes ahí viven, o para que los que vienen de fuera puedan llevar adelante un comercio o una inversión si ese fuera el caso.
El Banco Mundial ha fijado las proyecciones de crecimiento de Chile en un 3,3% para este 2014, y las de Latinoamérica, en 1,9%, en sintonía con lo que está ocurriendo en otros mercados emergentes. Los fundamentos de esta menor expansión se encontrarían vinculados con la caída del precio de los commodities y menores llegadas de flujos de capital a países emergentes. Los expertos locales estiman una contracción mayor hasta un 3%.
Nuestro permanente contacto con compañías de todos los sectores, sumado a las características que hacen de Chile un país seguro, transparente y sobre todo con un buen ambiente de negocio y unido a la red de tratados de libre comercio, más de 60, hace que estemos convencidos de que esta situación revertirá pronto y se podrá seguir mirando hacia adelante con absoluta y total confianza.