En doce meses se crearon 121.080 puestos de trabajo, en su mayor parte empleo no asalariado, y se destruyeron 57 mil, principalmente en el ámbito minero.La tasa de desocupación en marzo-mayo alcanzó un promedio de 6,3% , una décima menos que en igual período de 2013. En doce meses se crearon 121.080 puestos de trabajo, en su mayor parte por cuenta propia o independiente y se perdieron 57 mil empleos, especialmente en el sector minero, informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
El desempleo subió en Antofagasta, desde 5,1% en marzo-mayo de 2013 a un 7,3% en similar trimestre de este año y en Atacama, desde 5,4% a 6,9%. La ocupación en la rama de explotación de minas y canteras cae en 14.090 empleos.
Aunque con rezago de un mes, las cifras de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) a abril muestran la misma tendencia para el sector, lo que el experto de la institución, Mauricio Ruiz, atribuye a la caída del precio del cobre y de la inversión.
La merma del empleo en la minería está asociada a la caída en la inversión minera, dado que por cada US$ 100 que se invierten en minería, alrededor de US$ 45 van destinados a la construcción, explica Álvaro Merino, gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami). Observa que a fines de 2012 había una cartera de inversión minera por US$ 110 mil millones para los próximos diez años y hoy están vigentes US$ 50 mil millones. El resto está en revisión o postergada su puesta en marcha por razones como aumento de costos, condiciones de mercado, necesidades de financiamiento, mejoras en estudios de factibilidad y procesos, afinar estudios ambientales y asegurar el suministro de energía, agua y personal capacitado.
Según Gonzalo Durán, economista de la Fundación Sol, más de 70% de la caída de la ocupación en minería es pérdida de trabajo asalariado. “Parte de la explicación viene asociada a la creación inorgánica y endeble de empleo en zonas mineras. Por ejemplo, en los últimos 50 meses (incluido este último dato) el 100% de la creación de empleo asalariado en Antofagasta es a través de subcontrato y suministro, es decir, modalidades flexibles de empleo, que ante cualquier cambio en la economía tienen a evaporarse o desaparecer”, dice.
Del total de puestos de trabajo creados en doce meses, 118.500 son por cuenta propia y 12.630 por empleo asalariado, lo que es motivo de preocupación para el Gobierno, porque “detrás del empleo por cuenta propia hay un grado de precariedad mayor”,indicó la ministra del Trabajo, Javiera Blanco. “Quisiéramos trabajadores con trabajo decente, con cotizaciones al día, que cuentan con seguridad laboral, con salario justo”, añadió.
En los últimos 50 meses, incluidas las últimas cifras, el 79% de la creación de empleo por cuenta propia es de baja calificación y el 83% de jornada parcial, apunta Gonzalo Durán. “Por lo tanto, tampoco se puede decir taxativamente que se trataría de emprendimientos robustos: mucho de ello, responde a actividades de sobrevivencia”, señala.
Una leve disminución registró la tasa desempleo en la región, al comparar los últimos datos entregados por el INE (marzo-mayo) con el trimestre inmediatamente anterior de este mismo año.
En efecto, la tasa de desocupación local (personas en edad de trabajar buscando empleo) se situó en 7,7% hasta marzo del presente, cifra que ahora descendió a 7,3%.
No obstante, si se comparan las estadísticas del último trimestre con igual periodo de 2013, el resultado que se obtiene es un aumento de dos puntos. Y es que en el ejercicio anterior la tasa de desocupación en la región estaba en 5,1%.
En lo concreto y analizando los datos recientes, se concluye que Antofagasta por segundo periodo consecutivo anotó los principales aumentos de desempleo junto a las regiones Atacama y Maule.
Incluso las estadísticas oficiales confirman que este 2014 la región presenta las tasas de desempleo más altas de los últimos cuatro años, lejos de los indicadores anotados durante el peak de la industria minera (a mediados de 2012 la misma cifra alcanzaba sólo el 3,9%).
En la región la fuerza de trabajo se estimó en 279.240, de las cuales el 67,7% son hombres. En tanto, que los desocupados (personas disponibles para trabajar) llegan a 20.330. De ellos 19.200 son cesantes y 1.130 están buscando trabajo por primera vez.
Para los economistas el desempleo, por lo menos, durante este año seguirá aumentando. La incertidumbre principal pasa por lo que podría suceder el próximo año, ya que no existe claridad de la evolución que tendrá la actividad económica y la industria minera.
Según el decano de Facultad de Economía de la UCN, Fernando Álvarez, los últimos datos de empleo reafirman la desaceleración que está viviendo el país y que es consecuencia del menor dinamismo que viene mostrando la economía mundial y que ha afectado preferentemente a las regiones exportadoras y, en el caso de la zona norte, a las zonas mineras.
Sin embargo, el académico recalcó, que es esperable que esta situación comience a cambiar en los próximos meses y que las cifras de crecimiento económico se estabilicen y permitan que la economía nacional y regional retomen el ritmo de actividad necesario para contener los aumentos en el desempleo.
'En el caso de nuestra región, la dependencia de la minería es fuerte, razón más que suficiente para tener las cifras de empleo y actividad que hoy estamos alcanzando como consecuencia del menor dinamismo de la economía global', dijo.
Álvarez también precisó que para evitar la excesiva dependencia de la industria minera y evitar un alto desempleo, cuando sus números son menores, es necesario comenzar a desarrollar más el turismo, la pesca y capitalizar el aprendizaje que tienen las empresas regionales proveedoras de la minería.