El Director General del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC), Federico Bernal, calificó como "un nuevo hito histórico de la Argentina Nuclear" el reciente anuncio del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, sobre la inminente producción de uranio enriquecido en el país.
"La recuperación de esta capacidad perdida hace un par de décadas" posiciona a la Argentina "dentro del selecto club de 11 países que en el mundo dominan la tecnología de enriquecimiento de uranio", señaló Bernal en el sitio web de la entidad.
Además, "le permitirá al país lograr la independencia respecto a la provisión de este combustible estratégico para nuestros reactores nucleares de potencia y de investigación", señaló el especialista en relación al significativo paso dado con la puesta en marcha del Complejo Tecnológico de Pilcaniyeu,
prevista en cinco semanas.
El vigente Plan Nuclear Argentino fue relanzado en agosto de 2006 por el presidente Néstor Kirchner y, desde entonces y hasta el presente, se efectuaron inversiones públicas por 11.000 millones de dólares en la actividad nuclear.
En ese sentido, Ricardo De Dicco, Director de Investigación Científica y Tecnológica de OETEC, destacó entre los principales pilares del Plan Nuclear "la reactivación de finalización de obras civiles y montajes electromecánicos para luego poder lograr la exitosa puesta en marcha de la Central Nuclear Néstor Kirchner (ex Atucha II)".
También "la recuperación de la Planta Industrial de Agua Pesada, el actual proceso de modernización y extensión de vida de la Central Nuclear Embalse, el diseño íntegramente nacional del prototipo de reactor nuclear de potencia CAREM-25", así como "la planta piloto de enriquecimiento de uranio".
De Dicco subrayó además "los desarrollos en medicina nuclear y, en ese punto, el desarrollo del reactor nuclear de producción comercial de radioisótopos", que "resultaron y resultan fundamentales para consolidar la independencia tecnológica y poder continuar reproduciendo los numerosos beneficios derivados de las aplicaciones tecnológicas de la energía nuclear con fines pacíficos en la sociedad".
Por último, Bernal, bioquímico y biotecnólogo especializado en Microbiología Industrial, se refirió "a los medios de comunicación deseosos de retornar y restaurar en la Argentina el pasado de pobreza, atraso y exclusión que padecimos como pueblo entre 1976 y mayo de 2003".
"A esos mismos medios que hoy censuran los grandes avances de nuestro sector nuclear, pilar a su vez de la seguridad energética nacional, les pedimos dejen de lado las mezquindades y la permanente operación mediática", reclamó.
Bernal solicitó a esos medios que informen "que el Estado, la Argentina y su comunidad profesional, científica y tecnológica ha dado un nuevo paso hacia la consolidación de una República soberana, moderna y autosuficiente".
La pasada semana el Ministro de Planificación Federal, anunció que en cinco semanas se pondrá nuevamente en marcha la planta de enriquecimiento de uranio en Pilcaniyeu, Río Negro, un gran trabajo de científicos y técnicos para recuperar instalaciones que habían sido abandonadas a fines de los años ’80 y que representa todo un símbolo del desarrollo nuclear argentino.
Actualmente, se amplió la planta de producción de Agua Pesada “ENSI” de Neuquén, que es la más grande en operación en el mundo, y se encuentra en ejecución el proyecto para la recuperación de la planta en Pilcaniyeu donde inicialmente se invirtieron 27 millones de dólares para concretar la Planta Piloto “Mock–Up” que el 5 de junio comenzó a cargar Uranio para enriquecerlo.
Se llama enriquecimiento a los procesos de concentración de un isótopo de interés, siendo el más conocido el enriquecimiento del isótopo 235 del uranio, U–235, aunque no el único. Las centrales con uranio enriquecido son más económicas en el costo final de su combustible que las que funcionan con uranio natural. La concentración de U–235 permite incrementar la cantidad de energía que entregará un combustible puesto en el reactor y reducir los inventarios de combustibles utilizados.
A modo de ejemplo, la Central Nuclear Atucha I emplea uranio levemente enriquecido. Esta central producía originalmente en base a uranio natural, pero en base al cambio en el núcleo se logró la conversión para que pase a producir energía en base al uranio levemente enriquecido, al 0,85% en U–235. Esta conversión, produjo reducciones del 30% en los costos de los combustibles, 20% en el uranio requerido y 10% en los costos de la generación.
Plan Nuclear Argentino
Este proyecto se realiza en el marco del Plan de Reactivación Nuclear del Plan Energético Nacional, que ejecutó inversiones por 11.000 millones de dólares en los últimos 10 años. Entre las obras realizadas por el Estado Nacional, se destaca la Central Nuclear Néstor Kirchner (ex Atucha II) de 745 megavatios, con tecnología de uranio natural y agua pesada, que ya ha comenzado días atrás a aportar energía al sistema.
Su construcción había sido abandonada en 1990, por lo que para su terminación se invirtieron 3.000 millones de dólares y requirió en promedio 6.000 puestos de trabajo. En los que hubo una participación del 88% de suministros locales y tanto el combustible como el agua pesada se producirán en el país. Cabe resaltar que el Turbo Grupo de la Central será la máquina de mayor potencia del sistema argentino, esa máquina estará sincronizada por primera vez con energía eléctrica proveniente del uranio natural del núcleo de la central y permitirá que la generación eléctrica nuclear pase a abastecer de 7% a 10% de la demanda eléctrica, a partir de este año.
Adicionalmente, se encuentra en construcción el primer Reactor de Baja Potencia CAREM cuya tecnología y diseño es 100% argentino y se puso en marcha la extensión de vida útil de la Central Nuclear Embalse, de 650 megavatios, por un ciclo de 30 años, lo que representa una inversión de 5.000 millones de dólares.
En lo que respecta a medicina nuclear, en el año 2007, se exportó el Reactor de Investigación por parte de la Empresa INVAP a Australia que constituyó la mayor exportación tecnológica bajo modalidad “llave en mano”. Conceptualmente, dicha modalidad es un reembolso específico que se otorga a la venta al exterior de plantas industriales completas u obras de ingeniería de forma tal que el mismo alcanza no sólo a los bienes sino también a los servicios. El objetivo es favorecer las exportaciones de bienes y servicios de origen nacional. Los mismos, bajo esta modalidad, tendrán reintegros superiores al 10%.
El mismo año, se edificó el Centro de Diagnóstico Nuclear en la Ciudad de Buenos Aires, para diagnóstico de enfermedades oncológicas, cardiológicas y neurológicas.
A la fecha, el país produce el 5% del radioisótopo molibdeno-99 que se consume mundialmente para la producción de radiofármacos, satisfaciendo la demanda nacional y abasteciendo a casi la totalidad del mercado latinoamericano. Argentina se convirtió en el tercer productor de cobalto 60, radioisótopo clave para radioterapia y uso industrial.
En materia de exportación, resulta importante resaltar el envío de plantas para la obtención de Radioisótopo Molibdeno-99 a Egipto, Australia, y próximamente se concretarán ventas a Argelia e India. Además, Argentina exporta, de forma regular, placas para la obtención de Radioisótopo Molibdeno-99 a Egipto y Australia. A su vez, ya se exportaron 4 reactores de investigación que utilizan uranio de bajo enriquecimiento a Argelia, Egipto, Australia y Perú. En promedio, el sector nuclear argentino exportó en el último año 200 millones de dólares.
El imponente Plan Nacional Nuclear hoy ocupa 8.220 trabajadores, es decir, se generaron 5.220 puestos de trabajo directo e indirecto con respecto al año 2003 lo que representa un incremento del 174%. De estos 5.220 nuevos especialistas, 1.780 son científicos y expertos, 1.100 son profesionales adultos, 390 son jóvenes profesionales, 620 son técnicos formados en la Central Nuclear Néstor Kirchner y 1.330 son soldadores nucleares.
Entre los desafíos argentinos para los próximos años, se proyecta la construcción de la Cuarta Central Nuclear de 745 megavatios de Uranio Natural y Agua Pesada; de la Quinta Central Nuclear de 745 megavatios de uranio enriquecido, y del nuevo Reactor Multipropósito “RA10” de 30 Megavatios para la producción de radioisótopos e investigación de materiales.
Estas metas establecidas, demandan una inversión de 31.000 millones de dólares aproximadamente logrando, de esta manera, inmejorables oportunidades en el mundo de los negocios para Argentina valuadas, en promedio, en 2.000 millones de dólares. En este sentido, el sector nuclear nacional requiere alternativas respecto del financiamiento y negociaciones multilaterales, en las cuales está incursionando de forma activa. También se avanza en torno al desarrollo industrial y del trabajo conjunto hacia la optimización tecnológica, en el marco de los más exigentes estándares de seguridad y calidad para la actividad.
A raíz de los avances de los últimos diez años la idea de volver a enriquecer uranio ha dejado de ser una utopía. El proceso es complejo y al concretarse Argentina confirmaría su posición de país referente en asuntos nucleares.
Este hecho habilita el regreso argentino al grupo de los 11 países reconocidos por el Organismo Internacional de Energía Atómica con instalaciones para el enriquecimiento de Uranio. Las plantas instaladas en esos países sirven para abastecer a los más de 350 reactores que utilizan uranio enriquecido como combustible y al resto de las actividades de investigación y producción de radioisótopos.
El controlar y manejar las tecnologías de enriquecimiento permite continuar con los desarrollos en todo el campo nuclear sin restricciones, buscando soluciones a los desafíos energéticos del siglo XXI, tal como lo viene haciendo nuestro país desde el año 2003.