No es justo que alguien que compra dólares tenga subsidios de gas y luz”, había dicho, en febrero pasado, la presidenta Cristina Kirchner.

Con los resultados a la vista, pareciera ser que sus palabras se las llevó el viento, ya que hasta ahora no le cortaron el subsidio a nadie que haya adquirido divisas. Es más, aumentó un 15% la cantidad de gente que gana más de $ 7.200 por mes (salario mínimo para poder tener la autorización de la AFIP) y fue al banco para hacerse de los dólares ahorro a menos de $ 10.

Durante junio, 256.000 personas lograron comprar un total de $ 160 millones, contra 221.000 contribuyentes que habían adquirido u$s 140 millones el mes anterior. Si se hace la cuenta, el promedio da u$s 625 per cápita en junio, contra u$s 633 en mayo. El monto promedio subió con respecto a febrero, que había sido u$s 552, lo que se debe a los incrementos salariales, ya que se autoriza el 20% del sueldo.

El máximo permitido es de u$s 2.000, por lo que algunos ya le tomaron el pulso y se hacen un lindo “puré”, que es como denominan en la jerga financiera a la compra de billetes en el segmento formal para venderlos en el informal. Por lo tanto, con $ 20.000 adquieren en en el banco u$s 2.000, que los venden en el blue a $ 12 y reciben $ 24.000. O sea, se hacen $ 4.000 mensuales sólo con un pase de manos.

Como el cupo es mensual, y si no se lo aprovecha no se pasa para el otro mes, hasta hay “prestamistas” que le dan el dinero a amigos que pueden comprar dólares y no tienen poder de ahorro para hacerlo. En esos casos, lo que se suele hacer es repartir el “puré” en partes iguales (o sea, la ganancia que se origina entre la compra en el oficial y la venta en el paralelo).

Lo que también aumentó es la venta de dólares por turismo, donde la alícuota es mayor, ya que es del 35% en lugar del 20% del ahorro, que luego se puede descontar por ganancias o bienes personales, aunque el reintegro se recibe recién al año siguiente. En mayo, 17.700 personas habían adquirido u$s 20 millones, contra 22.200 que compraron u$s 25 millones el mes pasado. El monto promedio, por lo tanto, es de u$s 1.100. Si bien hay gente que, al irse de viaje, prefiere comprar dólar ahorro que es más barato, otros con mayor poder adquisitivo optan por la doble ventanilla, y hacerse también del dólar turista, que a $ 11, está $ 1,15 más barato que el blue. Hasta ahora, la entidad que más vendió dólar ahorro es el Santander, con el 19,6% del share, seguido por el Galicia (13,3%) y el Francés (12,6%). En tanto, Piano lidera las ventas del dólar turista.

Por Ignacio Olivera Doll.

Las complicaciones económicas y financieras de los últimos meses, potenciadas por la pelea del Gobierno ante los holdouts y la Justicia estadounidense, aumentaron las expectativas de devaluación a nivel local y empujaron a los argentinos (con más pesos por el cierre de las paritarias) a demandar cada vez más dólares en las ventanillas de los bancos y en las cuevas de la City.

El efecto se notó en todos los frentes: el "blue" avanzó 65 centavos en junio y se convirtió de este modo en la mejor inversión del mes; y la demanda de dólares para ahorro que se hace exclusivamente con la venia de la AFIP se incrementó un 15% sólo en estos treinta días.

El fenómeno empañó, en parte, el esfuerzo que hizo simultáneamente el Gobierno para evitar una mayor caída en la economía (al bajar las tasas de interés y expandir algo más la liquidez). La voracidad de empresas y particulares por el dólar impidió que la cantidad de pesos que inyectó el Banco Central sirviera para apuntalar la actividad o para nutrir de liquidez al sistema financiero. El dinero se quedó en poder de la gente en forma de efectivo y buscó alternativas más atractivas que el plazo fijo, como, por ejemplo, el dólar.

Empujado por esta demanda, el "blue" rindió un 6,1% en pesos a lo largo del mes, al pasar de los $ 11,50 a los $ 12,15. En el sitio web de la AFIP se registraron 34.000 pedidos más para adquirir divisas en las ventanillas de los bancos, y la venta mensual en las entidades pasó de los u$s 140 millones a los u$s 161 millones entre mayo y junio (ver infografía). En el sector explican que los ahorristas se volcaron a opciones en dólares ante la incertidumbre que generó el problema de la deuda externa.

La diferencia entre el dólar oficial y el paralelo pasó del 41% al 49% sólo en este mes, y dio con esto un mayor atractivo a la compra de billetes para atesorar. "A mayor brecha, aumenta el atractivo por comprar en el mercado oficial: cuando ésta se había reducido, entre marzo y abril, las operaciones cayeron cerca de un 10% cada mes; y cuando ésta se amplió, como en mayo y junio, la cantidad de operaciones aumentó, primero un 5%, y después un 15%", comentó a Ámbito Financiero el analista Andrés Méndez, de AMF Economía. Los argentinos usaron más de $ 1.300 millones en junio para comprar dólares con la autorización oficial; un 16% más que el mes anterior, y exactamente la misma cantidad que en febrero pasado, no bien se habilitó parcialmente este mecanismo y cuando el dólar se ubicaba por debajo de los $ 8.

El "blue" tiene hoy, por primera vez en mucho tiempo, un precio sensiblemente mayor al del tipo de cambio que está implícito en las operaciones bursátiles: el llamado "contado con liquidación". El mercado veía en éste una referencia para estimar el verdadero precio del "blue" (una especie de "precio mayorista"), pero su cotización se distanció mucho en las últimas semanas al derrumbarse a los $ 10,11. La brecha entre ambos tiene, para algunos, una explicación sencilla: la mayor cantidad de pesos que los argentinos mantuvieron en su poder durante estos días, ante la caída de las tasas de interés y el aumento de la incertidumbre, actuó de soporte para el precio del dólar ilegal y lo sostuvo siempre por encima de los $ 12.

Sólo entre el 1 y el 19 de junio el dinero que circula en la economía (la base monetaria) aumentó en $ 9.600 millones, un 53% más que en la misma época del año pasado ($ 6.300 millones). Significa que, en este contexto, más del 70% de lo que expande el Central se queda, en pesos o en dólares, en los bolsillos de la gente.