Por Hernán Cappiello

El vicepresidente Amado Boudou podrá presentarse el viernes próximo en los tribunales federales, como lo había solicitado, para ampliar su declaración indagatoria y continuar adelante con su defensa en la causa donde ya fue procesado por el juez federal Ariel Lijo, acusado de quedarse con la imprenta Ciccone.

Boudou había pedido la semana pasada ampliar la declaración que había prestado el 9 de junio pasado, cuando anticipó que a la defensa jurídica que ofreció ese día le iba seguir una defensa política. Pero Lijo le adelantó su jugada y lo procesó antes. Allegados a Boudou dijeron que ahora sus letrados no le encuentran sentido a concurrir a los tribunales, aunque la decisión final la tendrá el vicepresidente cuando regrese de Panamá,donde se encuentra de viaje protocolar.

El acusado en todo proceso tiene el derecho de declarar todas las veces que lo desee para defenderse, Lijo le fijó la audiencia para el viernes, como había solicitado Boudou. Por medio de su abogado Diego Pirota, Boudou presentó un escrito en el juzgado donde decía que quería "relatar algunas cuestiones que resultarán de interés para la investigación". Luego se fue de gira, primero a Cuba, donde lo sorprendió su procesamiento por corrupción, y actualmente está en Panamá, donde asistirá hoy a la asunción del nuevo presidente, Juan Carlos Varela.

Ahora, con el procesamiento en la mano, existe la posibilidad de que esta nueva visita de Boudou a los tribunales se suspenda. Es que la defensa está trabajando en la apelación del procesamiento.

El plazo legal para apelar es de tres días hábiles, más las dos primeras horas de oficina del día siguiente, que se empiezan a contar desde que los abogados son formalmente notificados. Ayer, esto no había ocurrido, lo que hace pensar que los abogados del vicepresidente podrían tener tiempo para trabajar en la apelación el próximo fin de semana y hasta primera hora del lunes.

Lijo ya procesó a los principales sospechosos en el caso: Boudou, su socio y amigo José María Núñez Carmona, que también adelantó que pedirá ampliar su indagatoria; Alejandro Vandenbroele, acusado de ser el testaferro del vicepresidente; Nicolás Ciccone, fundador de la imprenta; su yerno Guillermo Reinwick, que contactó a Boudou, y el ex jefe de asesores de la AFIP Rafael Resnick Brenner.

Ayer, la defensa de Nicolás Ciccone, a cargo de Maximiliano Rusconi, planteó una nulidad que pretende que alcance a toda la causa. Es que Lijo había considerado al empresario y a Reinwck como testigos y luego, ante el pedido de su defensa, los tomó como querellantes, es decir, víctimas de las actividades de Boudou. Pero luego dio marcha atrás con esa medida a pedido de los otros acusados. Por esta decisión, Rusconi pidió declarar nulo el asunto. Prepara otra batería de nulidades para esgrimir hoy.

Lijo procesó a todos al filo de las 23 del viernes pasado. Cambió de planes, pues pensaba resolver la situación procesal de los indagados la semana siguiente o la otra. Pero comenzaron a sucederse los pedidos de ampliación de las indagatorias y las prórrogas que planteó Guido Forcieri, jefe de gabinete de Boudou cuando estaba al frente del Ministerio de Economía. Esto lo decidió a adelantar los tiempos. Después de todo, ya tenía el escrito con las principales evidencias casi concluido. Sus empleados trabajaron a destajo y se fueron a la una de la madrugada del sábado del juzgado. El juez firmó y hubo quienes se emocionaron ante el peso histórico de la decisión.

El fin de semana Lijo estuvo inhallable. Se refugió entre sus íntimos, especialmente en su familia, pero desde que ayer llegó a su despacho de Comodoro Py 2002 recibió llamadas de colegas para felicitarlo.

El juez evalúa disponer nuevas medidas de prueba para avanzar con la investigación. Eso sí, decidió no indagar a ningún nuevo imputado, excepto Forcieri, hasta tanto la Cámara Federal decida si confirma o no los procesamientos que dictó al filo de la medianoche del viernes pasado.

PRÓXIMOS PASOS EN EL EXPEDIENTE

Apelaciones

Desde que los abogados de los acusados sean notificados del procesamiento que dispuso el juez Lijo, tienen tres días hábiles más las dos primeras horas del día posterior para apelar esa medida ante la Cámara Federal. Ayer nadie había sido notificado todavía, lo que estiraría el plazo hasta primera hora del lunes

Nulidades

Ya presentó algunos planteos la defensa de Nicolás Ciccone, que prepara otros escritos que presentará esta semana. Busca declarar nula toda la causa. Se sienten traicionados por el juez, ya que primero le contaron toda la maniobra y después los procesó como partícipes

Nuevas medidas

El juez Lijo y el fiscal Di Lello preparan una batería de nuevas medidas de prueba para avanzar en la investigación. Esto incluye más testimoniales y peritajes para completar la etapa de la instrucción

Por Daniel Santoro.

Cuando al fiscal Jorge Di Lello un amigo le comentó ayer que sus pedidos habían logrado el procesamiento del vicepresidente, contestó con ironía “cuando los alemanes le preguntaron a Picasso en París si La Guernica era su obra, él les contestó, no es su obra. El escándalo Ciccone no es mi obra, es la obra del vice ”.

Con esa convicción, Di Lello prepara un pedido al juez federal Ariel Lijo con una batería de medidas de pruebas para investigar ahora la ruta del dinero que financió el levantamiento de la quiebra y luego la puesta en marcha de Ciccone en manos las manos del testaferro Alejandro Vandenbroele y a través de The Old Fund.

Fuentes judiciales informaron a Clarín que una de ellas sería pedir l a declaración del ex gerente de The Old Fund y ex directivo del Banco Macro, Máximo Lanusse para que explique de donde llegó esa plata.

De todos modos, Di Lello dejará pasar esta semana y piensa en el día después del 9 de julio para su presentación. Es porque entiende que luego del procesamiento del viernes debe dejar al juez Lijo que “se acomode” y reciba esta semana la apelación de la defensa de Boudou que estima será durísima.

Para el fiscal Lanusse debe ser el primer eslabón de la cadena para reconstruir esa ruta del dinero, ahora que el procesamiento dejó en claro la apropiación de Ciccone por parte de Boudou y José María Núñez Carmona y el cohecho pasivo que significó quedarse con el 70 por ciento de esa empresa privada.

Al igual que el juez, sospecha que la aparición de Monetta para hacerse cargo de casi 47 millones de pesos que sirvieron para poner operativa la planta es “una maniobra de encubrimiento y retirada” de los verdaderos aportantes.

Si se descubre que fueron empresarios, se trataría del delito de lavado de dinero o evasión de impuestos pero si la plata provino de cuentas ocultas de Boudou, será otra prueba para el expediente por supuesto enriquecimiento ilícito.

Un eslabón que le interesa en particular es el rol de las empresas European Advisory Panel y First Family LLC, c omo supuestas nuevas dueñas de The Old Fund, junto a la fantasma uruguaya Dusbel. Documentos sobre las dos primeras le llegaron al yerno de Ciccone, Guillermo Reinwick, luego de que firmara bajo amenazas, aparecer como el dueño de The Old Fund.

En las bases de datos empresarias de Estados Unidos European y First Family, constituidas en el estado de Delaware, aparece como firmas inactivas que fueron compradas y reactivadas en el 2012 cuando el escándalo Ciccone había sido descubierto por la prensa. Esta maniobra es común para ocultar a los verdaderos dueños. Por eso, Di Lello seguramente solicitará enviar un exhorto a la Justicia de EE.UU.

para tratar de determinar quién compró esas compañías que estaban en desuso.

Otro de los ejes de la presentación que prepara Di Lello se refieren al rol del AFIP Ricardo Echegaray en el plan de facilidades de pago de la deuda impositiva de la quebrada Ciccone en el 2011 por las cuales se procesó a Boudou y al ex director de Asuntos Jurídicos de la AFIP Rafael Resnick Brenner. “El juez no sobreseyó a Echegaray y éste era el jefe de Resnick Brenner”, dijo enigmática la fuente.

Otro punto podría ser el nivel del embargo preventivo de 200 mil pesos fijados a los procesados que, en principio parece poco, frente a la envergadura de la maniobra. Sobre todo a la luz de las nuevas políticas criminales que buscan más recuperar lo robado al Estado que buscar la prisión de los funcionarios corruptos.

Mientras se espera que retorne de su viaje por Cuba y Panamá mañana por la noche o en las primeras horas del jueves, el vicepresidente Amado Boudou analiza con sus abogados la estrategia a seguir luego de que el juez Ariel Lijo dictara su procesamiento en la causa Ciccone. Así, al tiempo que analizan recurrir a la Cámara Federal para apelar la medida, estudian si vale la pena que el funcionario asista el viernes a ampliar su indagatoria, luego de que trascendiera que el magistrado fijará hoy esa fecha para que el funcionario se presente.

En el entorno de Boudou son claros al hablar del futuro de la causa. “Lo decidirán entre Amado y Diego Pirota”, dicen, sobre el Vicepresidente y su abogado, que recomendaría a Boudou no prestar declaración nuevamente, ya que difícilmente el juez de primera instancia revea el procesamiento. El lógico argumento del abogado sería que el pedido de ampliación de la declaración se hizo antes de que fuera procesado. En cambio, avanzaría en el pedido ante la Sala I de la Cámara Federal para que revoque el fallo. Por ahora no pueden hacerlo, porque no fueron notificados formalmente del procesamiento. Por ello, tendrán tiempo para la apelación hasta la semana que viene.

Cerca del titular del Senado también hay preocupación por los otros expedientes judiciales que afectan al Vicepresidente. El 16 de julio, cuando esté a cargo del Poder Ejecutivo, deberá volver a Comodoro Py para declarar ante el juez Claudio Bonadio por la causa vinculada a la compra de un auto con papeles falsos. Menos mediático, pero de más larga data, preocupa que Bonadio avance con un procesamiento en el caso que, sumado al que ya tiene por cohecho y negociaciones incompatibles en Ciccone, pueda derivar en un agravamiento de penas y en una orden de detención que, mientras conserve sus fueros, no podrá llevarse a cabo.

El otro expediente que atormenta a Boudou es mucho más complejo y tiene que ver con su presunto enriquecimiento ilícito, conexo a Ciccone e instruido también por Lijo. Se espera que luego de avanzar con diferentes pericias sobre los bienes del vicepresidente, el fiscal Jorge Di Lello impulse un pedido de indagatoria contra Boudou, que se podría realizar en octubre.

Por otra parte, más allá de los intentos de seguir judicializando el caso Ciccone, que pueden extenderse hasta la Corte Suprema, hay una sensación de cosa juzgada en los abogados de Boudou, quienes desde que Di Lello pidió la indagatoria al Vice en febrero pasado palpitan un escenario de juicio oral y público. Si bien todavía le quedan testimoniales por tomar y, también, avanzar en la investigación de la ruta del dinero, Lijo podría estar en condiciones de cerrar la instrucción entre finales de este año y principios del que viene Con Boudou entre los seis procesados, el juicio podría realizarse en el segundo semestre de 2015, que coincide con las elecciones presidenciales. Cerrar el mandato de Cristina Kirchner con ese “lastre” podría ser fatal para las aspiraciones de algunos referentes del Gobierno que se proponen como alternativas del post-kirchnerismo.