El gobierno de Argentina no respondió aún a la Cancillería paraguaya sobre el pedido de informes con relación a los proyectos de planta nuclear y materia a base de uranio para alimentar a dicha planta, en la provincia vecina de Formosa. Ante esta situación, el consejo directivo de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) de nuestro país se reunió y decidió solicitar a la Cancillería nacional que reitere el pedido oficial al Gobierno argentino sobre el desarrollo de la tecnología nuclear en la frontera con nuestro país.
Se encomendó al presidente de la CNEA de Paraguay, César Cardozo Román, a realizar dicha gestión ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país.
Cardozo, quien también es director general de Investigación Científica y Tecnológica (DGICT) de Universidad Nacional de Asunción (UNA), dijo para este diario que tuvieron conocimiento del caso ante la serie de publicaciones periodísticas y de varios sitios en Internet, pero antes de tomar una acción o recomendar alguna medida es preferible esperar una respuesta oficial del Gobierno de Argentina.
Conforme con las publicaciones en medios argentinos y en las redes sociales y por Internet, el proyecto del gobierno argentino es instalar una central nuclear del prototipo Carem150 (de 150 MWh) como fuente generadora de energía, que será alimentada con residuos de minerales de uranio que también tendrá una planta procesadora en la localidad de Formosa, a unos 20 kilómetros de la localidad paraguaya de Alberdi.
Dioxitek montará la planta enriquecedora de uranio en un predio de 574 hectáreas, a tan solo 20 km de la localidad paraguaya de Alberdi; a 90 km de Pilar; y a 170 kilómetros de Asunción.