Luego que la Confederación Nacional de Palmicultores y Empresas Industriales de Palma Aceitera (Conapal) advirtiera que se pretendía cambiar la norma técnica del biodiésel, afectando a la industria peruana y beneficiando al biodiésel de soya importado desde Argentina, la controversia parece tener una luz al final del túnel.
Según el ministro de Agricultura, Juan Manuel Benites, luego de reuniones con diversos gremios vinculados a este sector, en las que también participaron los titulares del Produce y el MEM, se llegó a la conclusión de dejar en stand-by la modificación.
“La decisión iba a complicar la posibilidad de operación de algunas empresas que están haciendo biocombustibles en el Perú a base de palma, y por ello se decidió que si no había claridad sobre la pertinencia de la norma en este momento se la dejara en la congeladora”, anotó.
En diálogo con Gestión, indicó que el tema requiere un análisis técnico de mayor plazo, donde definitivamente se tendrá que consultar la opinión del sector privado involucrado en el tema.
Según Conapal, más de 7,000 agricultores, incentivados por la Ley de Promoción de los Biocombustibles y los programas de desarrollo alternativo, han invertido en la siembra de más de 40 mil hectáreas de palma.
Ahora bien, el tema no queda allí. Según el titular del Minagri, el Ejecutivo también se encuentra revisando la Ley de Promoción de Biocombustibles.
“El ministro de Energía, Eleodoro Mayorga, está revisando la normativa para ver si está cumpliendo con los objetivos para los cuales fue creada o no”, detalló.
En todo caso -explicó- la idea es identificar en qué aspectos se requiere un impulso más fuerte o cuáles son las trabas que frenan su cumplimiento.
EL DATO
Mito. El ministro Benites dijo que si bien antes hubo deforestación por el cultivo de palma, la idea del Gobierno ahora no es ir a tumbarse el bosque, sino que donde ya hay deforestación se autorice este tipo de plantaciones.