La central nuclear Atucha II-Néstor Kirchner, ubicada en la localidad bonaerense de Lima, partido de Zárate, comenzó este viernes a aportar energía al sistema interconectado nacional.
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, junto al presidente de Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA), José Luis Antúnez, asistió a la sincronización del generador de la central nuclear con el sistema interconectado, con un aporte inicial de 17 megavatios que se irá incrementando en los próximos tres meses hasta producir y sumar 700 megavatios al sistema.
En ese orden, refirió que la entrada en régimen comercial de esta usina nuclear contribuye "a la sustitución de importación de combustibles por un valor estimado en unos 1.500 millones de dólares anuales, lo que permitirá mejorar nuestra balanza de divisas".
Atucha II es una central nucleoeléctrica con una potencia de 745 megavatios a base de uranio natural y agua pesada, y su funcionamiento a pleno abastecerá a unos 3 millones de usuarios.
La piedra fundamental se colocó en 1982 y, entre 1994 y 2006, estuvo paralizada hasta el relanzamiento del Plan Nuclear Argentino durante el gobierno de Néstor Kirchner.
Julio De Vido participó en la localidad de Lima, en el partido de Zárate, a orilla del río Paraná y a 115 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, del momento en que comenzó la entrega eléctrica a la red, que gradualmente aumentará de potencia hasta llegar finalmente al 100 por ciento de su capacidad antes de fin de año.
El 3 de junio último, el reactor alcanzó la "puesta a crítico" que es el paso previo a la generación de energía y hoy generó sus primeros 17 megavatios.
El reactor operará a pleno antes de fin de año cuando sume 745 megavatios de potencia eléctrica, lo que significará un incremento del 4 por ciento en la oferta total existente a nivel país.
En declaraciones a la prensa, De Vido dijo que se sentía "muy orgulloso" del trabajo concretado en Atucha II que contribuye a la "diversificación de la matriz energética, la sustitución de importaciones, el autoabastecimiento energético y la soberanía nacional".
El ministro recordó que la construcción de la central nuclear demandó una inversión de 18.000 millones de pesos y ratificó la expectativa de que capitales chinos y rusos concreten futuras inversiones en la construcción de la cuarta y la quinta central nuclear en Argentina.
De Vido destacó que el 88 por ciento del desarrollo nuclear de la central fue realizado en la Argentina y calificó a la ciudad de Zárate, donde también se asienta Atucha I, como un lugar de "formación de recursos humanos" en el área nuclear.
El combustible de la planta es uranio natural, en tanto el agua pesada es usada en el generador a manera de moderador y refrigerante.
El reactor dará energía para los próximos 60 años y actualmente está conectado en un 5 por ciento de su potencia que se irá incrementando de forma progresiva. Cuando llegue a los 745 megavatios, a fin de año, la oferta de energía abastecerá a la demanda equivalente a tres millones de habitantes.
El contrato para la construcción de Atucha II se suscribió en mayo de 1980, pero años después la energía nuclear dejó de ser tenida en cuenta y luego, en los años 90 se redujo el presupuesto de la Comisión Nacional de Energía Atómica y se intentó pasar a manos privadas las centrales nucleares.
De esa forma, Atucha II quedó interrumpida en 1994 y fue retomada recién en el 2006 cuando el entonces presidente Néstor Kirchner lanzó el Plan Nuclear Argentino.
Al referirse a esta historia de postergación de la energía nuclear, De Vido condenó a las políticas de "los que pararon Atucha II y nos quieren dar lecciones de autoabastecimiento. Es una vergüenza que no pueden ocultar", señaló.
"Este es un día histórico porque entra en funcionamiento la tercer central nuclear argentina", celebró el ministro al aludir a que antes de Atucha II se construyeron Embalse y Atucha I.
Recordó que desde el 2006 hasta el presente, el Estado invirtió 14.000 millones de dólares en el desarrollo de la energía nuclear.
El reactor fue diseñado por la empresa Kraftwerk Union (KWU), controlada por la multinacional alemana Siemens, aunque cuando la obra fue retomada, la empresa germana se había alejado del negocio nuclear, por lo que la estatal Nucleoléctrica Argentina (NASA) fue designada para culminar la central.
Luego de la puesta en marcha de la central, el titular de NASA, José Luis Antunez, dijo que la jornada de hoy fue histórica, porque "hace 34 años que esperábamos este momento" desde mayo del 80 cuando se firmó el contrato de construcción.
A su turno, el secretario de Coordinación y Gestión del ministerio de Planificación, Roberto Barata, manifestó su alegría por el comienzo de la generación de energía de la central y recordó a los veinte años que partes de la central nuclear pasaron almacenados en espera de su armado.
En esa época, 40.000 toneladas de materiales fueron depositados en 85 depósitos distribuidos por el predio de Zárate. Luego, durante el kirchnerismo se creó una unidad de gestión a cargo de la ingeniería y la construcción y se empezó a emplear a profesionales que habían trabajado en etapas anteriores y a ingenieros jóvenes.
El gerente de Construcción de Atucha II manifestó su "orgullo" por la generación de energía iniciada hoy y expresó su deseo que las próximas administraciones "apoyen la energía nuclear" de la misma forma que el Gobierno actual.
Alfredo Fernández Franzini, asesor para la puesta en marcha de la central, también manifestó su deseo de que "haya continuidad" en el desarrollo nuclear argentino, que se suma a la energía hidroeléctrica, eólica y a la térmica generada por el gas.
