La minería estatal está en conflicto. Enami y Codelco no coinciden en la interpretación del contrato por procesamiento de mineral que las compañías tienen desde 2005, cuando Enami le traspasó a Codelco la fundición y refinería Ventanas. El alza de costos que le significa a Codelco procesar el concentrado que Enami le compra a la pequeña y mediana minería hizo que la mayor productora de cobre del mundo recurriera a la Cámara de Comercio para pedir un arbitraje, proceso que actualmente está suspendido y que tiene a Enami, Codelco y al Ministerio de Minería en una mesa tripartita negociando una salida “equilibrada”, cuenta el vicepresidente de Enami, Roberto de Groote.
En Codelco reconocen las diferencias, las que se relacionan “con la interpretación de algunas de las cláusulas”, por lo que señalan que la minera no busca cambiar el contrato. “No vamos a discutir el detalle de nuestras diferencias por la prensa, pero se están utilizando todos los medios y mecanismos disponibles para zanjarlas amigablemente”, dicen en la estatal. Agregan que tienen expectativas positivas para llegar a un acuerdo, sobre todo, “de cómo determinar las condiciones de mercado para los diferentes tipos de concentrados que procesamos para Enami”.
Diferencias
La disputa es antigua, así lo confirma el ex ministro de Minería Hernán de Solminihac: “Esta es una inquietud que Codelco tiene desde hace varios años. Es algo que lo conversamos en varias oportunidades. Pero esto viene de antes de mi período y ahora ya está en la fase final para encontrar una solución”, explica.
Lo que está pidiendo la cuprera es subir la tarifa de maquila, proceso donde el mineral que llega a Ventanas como concentrado de cobre se transforma en cátodo, metal que luego es comercializado por Enami, principalmente, en el mercado asiático.
Esta tarifa se fija a precio de mercado, tomando en cuenta los parámetros internacionales, y se publica en marzo de cada año. Sin embargo, desde 2012 que Codelco no ha firmado el contrato, fecha en que le planteó a Enami la necesidad de modificarlo. “Lo que está criticando Codelco es el tipo de mineral que está entregando Enami, según ellos, les cuesta más caro procesarlo. Por eso quiere ir a arbitraje, porque la interpretación del contrato que tiene la Enami es una y la que tiene Codelco de ese mismo contrato es otra”, explica De Solminihac.
Para Codelco, la presencia de estas impurezas en el concentrado de cobre, como es el caso del arsénico o el azufre, es el principal responsable del alza de costos que debe enfrentar por el procesamiento del mineral, ya que debe mezclarlos con otros concentrados para mejorar el proceso.
El tema de los costos no es menor para la minera, sobre todo con la fuerte crítica que el gobierno anterior tuvo a la labor de contención de costos, lo que incluso limitó el acceso a recursos frescos en 2013. La crítica fuerte del entonces ministro de Hacienda, Felipe Larraín, era que la minera tenía “un trabajo importante que hacer en el control de costos”. Por eso, fuentes cercanas a la estatal, ubicada en Mac-Iver, indican que debido a esas presiones nace la idea de la cuprera de recurrir a arbitraje y presionar a Enami.
La fórmula de Cochilco
Las conversaciones entre las estatales se agudizaron a fines de 2013, cuando Codelco rechazó una propuesta de Cochilco, solicitada por el Ministerio de Minería, para llegar a un acuerdo sin necesidad de recurrir al arbitraje. La fórmula consistía en cobrar cargos por las impurezas que pueda tener el mineral, como es la alta presencia de arsénico o azufre. “Se trató de establecer un pago especial por la presencia de químicos en el concentrado de cobre que dificultan la fusión del mineral para transformarlo en cátodo”, detalla un conocedor del modelo.
Codelco, a fines de diciembre, tomó la propuesta de Cochilco y estimó un cargo por impurezas tan elevado como el alza que inicialmente estaba solicitando a la tarifa de maquila, aumento que se cifró primero en 80% y que hoy está en 35%. Enami se negó a pagarlo. De hecho, la propuesta fue revisada por el directorio de la minería, quienes la calificaron de excesiva.
Al no haber un punto de encuentro, en enero, Thomas Keller, hasta hace algunos días presidente ejecutivo de Codelco, le mandó una carta al entonces vicepresidente de Enami, Felipe Barros, para informarle la intención de la firma de recurrir a un arbitraje y le solicitó a Enami que no se acogiera a los 60 días hábiles que estipula el contrato para buscar una solución. Días más tarde, la respuesta de Barros fue que había que conversar. Las partes, en la oportunidad, nombraron al vicepresidente de Comercialización de Codelco, Rodrigo Toro, y al entonces gerente de Operaciones de Enami, Víctor Alvarez, como encargados de las negociaciones.
Problema legal
El mayor problema que enfrenta Codelco en esta disputa es que está mandatada por la Ley 19.993, de diciembre de 2004, a procesar todo el mineral que Enami lleve a Ventanas. En específico, la norma faculta a Codelco a “garantizar la capacidad de fusión y refinación necesaria, sin restricción y limitación alguna, para el tratamiento de los productos de la pequeña y mediana minería que envíe Enami en modalidad de maquila”.
El año pasado, Enami le traspasó a la cuprera unas 270 mil toneladas de concentrado de cobre, ocupando más de la mitad de la capacidad total de la planta de Codelco en Ventanas. De ese volumen, la estatal puede vender del orden de 70 mil toneladas, con el objetivo de tener más capacidad de tratamiento de mineral propio.
Enami se defiende diciendo que los costos de tratamiento del mineral se fijan acordes con los parámetros del mercado internacional. Además, señalan que cuando Ventanas pertenecía a Enami no había impactos en los costos por la calidad del mineral, considerando que éste es el mismo. “Los cargos de tratamiento se fijan a nivel internacional y se publican en el mes de marzo, entonces, la tarifa es a mercado, por lo tanto, acá no hay nada que negociar: los parámetros están establecidos y el impacto de las impurezas está incorporado en el reglamento de compra. La tarifa se publicada y eso es lo que cobra Codelco”, dice Felipe Barros.
Las visiones sobre los impactos de los costos de tratamiento de mineral son contrarias en las estatales. Para Enami, el efecto que tendría Codelco en sus utilidades por este ítem sería muy menor, comparado con los resultados que pueda tener en sus otras divisiones. Pero fuentes de la estatal indican que si la minera no tuviera que procesar el mineral de la pequeña y mediana minería, Ventanas hoy no tendría pérdidas. Para Enami, en tanto, el impacto es mayor. Si le cambian la tarifa, la compañía pierde plata, indica un ejecutivo vinculado a la minera. “Si Codelco pierde en esta disputa, le entregaría menores utilidades al Estado, pero no es nada comparado con lo que entregan en total. Sin embargo, si pierde la Enami, se agudizaría su situación y perdería plata. Lo relevante acá es que el Estado igual sigue ganando, si al final son recursos estatales”, explica un conocedor de las tratativas.
Consensos
Hoy, las conversaciones entre las partes son más “amigables”, indican conocedores de las negociaciones. Explican que la llegada de Roberto de Groote sirvió para calmar los ánimos y volver a sentarse en una mesa. En ella también está participando el subsecretario de Minería, Ignacio Moreno, el que actúa como un facilitador de las conversaciones. Al ser consultado, Moreno no quiso referirse al tema.
Indican que desde que Codelco suspendió el proceso de arbitraje -lo que ocurrió en abril- ya han tenido varios encuentros donde se han analizado posibles escenarios, tomando en cuenta argumentos técnicos. “Estamos en las conversaciones, con un diálogo franco y con antecedentes técnicos”, corrobora De Groote.
En el Ejecutivo, en tanto, son optimistas y estiman que en los próximos días deberían cerrar un acuerdo que sea ventajoso para ambas empresas. Sin embargo, en la cuprera indican que el arbitraje sigue siendo una opción válida. “No puede ser desechada sin acuerdo del directorio”, dicen en Codelco.