Un barrio sufrió 70 cortes de luz en 6 meses. El promedio es desesperante: cada dos días y medio sufren la interrupción del suministro eléctrico. Es que la red que abastece al barrio es completamente obsoleta y no soporta el consumo domiciliario.
Para volver a tener luz cada vez que se corta, un grupo de vecinas del barrio La Esmeralda de Florencio Varela toma de rehenes a los trabajadores de las cuadrillas de EDESUR, una modalidad poco ortodoxa que pusieron en práctica para recuperar el servicio de manera inmediata, ya que en los últimos seis meses se registraron un total de 70 cortes de energía.
El promedio es desesperante: cada dos días y medio sufren la interrupción del suministro eléctrico. Es que -según explicaron a El Quilmeño- las instalaciones eléctricas que abastecen al barrio son completamente antiguas y no soportan el consumo domiciliario.
Lidia, una de las mujeres que participa de las "tomas de rehenes", explicó el motivo de esta drástica modalidad. "Ya no sabemos qué hacer. Acumulamos números de reclamo pero EDESUR nunca hace nada. Por eso, entre varias mujeres decidimos encerrar a las cuadrillas cuando vienen al barrio, para que no se vayan sin hacer los arreglos", detalló.
Si bien no obtienen una solución definitiva, así se garantizan que vuelva la luz provisoriamente. "Cuando llega el camión de EDESUR lo rodeamos y no lo dejamos salir, siempre ponen una excusa para no hacer la reparación", afirmó Lidia, al tiempo que agregó: "Sabemos que hacen falta obras, porque lo arreglan y se vuelve a cortar cada dos días. Yo llevo el registro desde diciembre, tuvimos 70 cortes de luz".
Para colmo, ni siquiera funciona el generador de energía que instaló EDESUR en la zona, para paliar las fallas en el servicio. En este sentido, los vecinos enviaron una carta a la empresa, en la que solicitan las obras pendientes para solucionar el problema de manera definitiva. Sin embargo, "la sede de EDESUR siempre está cerrada", se quejó Lidia, quien explicó: "No atienden al público porque hubo muchos incidentes.Nosotras dejamos la carta en la entrada pero hasta ahora no nos han respondido". Por último, Lidia contó que "en el barrio hay muchos enfermos que necesitan la luz de manera indispensable, para no perder la cadena de frío de sus medicamentos".