Tras el pedido del fondo NML al juez Griesa acerca de que desista de reinstalar una cautelar a favor de Argentina, la posibilidad de un default técnico sobrevoló los mercados y puso presión sobre el dólar paralelo.

Así las cosas, el billete verde que último lunes había descendido a 11,80, ayer subió 20 centavos para cerrar en $12.

También se elevaron las tasas de interés en los préstamos entre bancos que escalaron del 24% anual al 36% para luego estacionarse en el 30% anual. También influyó la huelga en el transporte de caudales que afectó la circulación de fondos (ver más información en página 21).

En paralelo, el Banco Central hizo la mayor compra de dólares del mes, por US$ 150 millones, la mismo cantidad del último 9 de junio, lo que le permitió elevar las reservas y volver a los US$ 29.000 millones.

Los expertos señalaron a Clarín que habrá muchas de estas fluctuaciones durante las negociaciones entre el Gobierno y los fondos buitres. Ayer, el dólar “Bolsa” se situó en $ 10,85 y el contado con liquidación subió a $ 10,12.

El dólar minorista no sufrió presiones y se conservó inmóvil a 8,15, pesos, casi sin cambios desde principios de este mes.

La compra de dólares por parte del BCRA fue posible por el alza en la oferta de dólares por parte de los exportadores de granos.

En cuanto a la Bolsa doméstica el índice Merval, de acciones líderes, se redujo 0,9%. “Hay toma de ganancias. Es saludable para el mercado porque la volatilidad ha sido muy fuerte en las anteriores ruedas”, explicó un agente bursátil a la agencia Reuters.

El último lunes y al calor del inicio de las negociaciones en Estados Unidos la Bolsa porteña había subido 8,7%. Ayer la baja fue liderada por las acciones del rubro energético y bancario.

Los cupones ligados al desempeño de la economía del país nominados en pesos subieron 3,6 por ciento, mientras que los emitidos en dólares ascendieron un 1,4 por ciento y los de euros crecieron un 0,8 por ciento. Entre los títulos públicos, el Bonar 2017 perdió 0,6%, el Bonar 2024 0,5% y el Discount 1,4 por ciento.

El dólar blue volvió a subir a $ 12 luego de que se conociera el pedido de los fondos buitre al juez Thomas Griesa para que rechace la solicitud argentina de establecer una medida cautelar que frene el pago de la deuda mientras el país y los fondos negocian la forma de pago. El paralelo había arrancado el día estable, en $ 11,80, luego de que ayer se hundiera 60 centavos. El billete oficial, en tanto, se negoció sin variaciones en bancos y casas de cambio de la city porteña, a $ 8,15 para la venta, mientras que la Bolsa porteña -que avanzaba a la mañana- se dio vuelta y perdía 1,3% sobre el cierre de la rueda.

La expectativa del mercado está puesta en la nueva emisión de bonos que se realizaría para saldar la deuda con los fondos buitre. Ayer, la Bolsa porteña se disparó un 8,7% y los bonos atados a la evolución del PBI treparon más del 18 por ciento, replicando la tendencia de Wall Street.

Hoy, los bonos que más se negocian, como el Boden 2015, caía 1%. Los cupones en pesos, en cambio, avanzaban 3,65%.

La tasa de interés interbancaria o "call money" trepó muy fuerte hoy. Subió casi un 50% respecto de ayer, al pasar del 24% de ayer al 36% con que se operó hoy. "Fuentes del mercado indicaron que el Banco Nación dejó de colocar dinero en el sistema y produjo la estampida de la tasa de interés por un día entre bancos", sostuvo ABC Mercado de cambios en su informe diario.

Otra versión indicaba que las empresas eléctricas habían demandado pesos del sistema para pagar importaciones de combustible y que también la ANSeS había retirado fondos del mercado. El mercado estaba atento a la licitación de LEBAC para ver si el Banco Central iba a poder renovar los vencimientos.

El pico anterior de la "call", había sido el martes pasado, cuando llegó a 30/32%. Luego fue bajando para volver a repuntar hoy.

El amainado peligro buitre resuena aún en las cuevas y la Bolsa porteña, por lo que los inversores recortaron su nivel de confianza en un nuevo piso tras el avance galopante del lunes. Estas fluctuaciones se deben a los vaivenes previos al comienzo de la negociación entre el Gobierno y los "holdouts", dado que la incertidumbre sobre cómo se pagará la deuda en default es el nuevo eje.

El dólar "Bolsa" se disparó a $ 10,85 y empujó al "blue" a un alza de veinte centavos hasta los $ 12. Mientras, el "contado con liquidación" subió levemente a $ 10,12. "Estas jornadas son muy volátiles y va a ser muy difícil de diagnosticar el futuro del billete paralelo", estimó un analista cambiario. Es que, pese a la recomposición del segmento financiero, existen ciertas dudas por si el acuerdo al que llegue el ministro de Economía, Axel Kicillof, será beneficioso para los negocios locales.

En el mercado mayorista oficial, las cerealeras volcaron más divisas a la plaza y las acaparó el Banco Central, que compró u$s 150 millones y marcó así la adquisición más grande del mes, igual a la del 9 de junio. Los operadores criticaron que ante la mayor participación de los exportadores, la autoridad monetaria volvió a postergar algunos pagos de importaciones y por ello pudo hacer una operación cuantiosa.

Por cómo administró las intervenciones del BCRA, el billete minorista no sufrió presiones y se conservó inmóvil a $ 8,15, en una pseudo convertivilidad que se mantiene desde inicios de mes.

En tanto, las reservas de la autoridad monetaria rompieron la barrera de los u$s 29.000 millones al subir u$s 132 millones para finalizar en u$s 29.020 millones.

Por último, la tasa de los créditos entre los bancos a corto plazo, el "call money", volvió a trepar al 30%, ante una recarga del mercado por la necesidad de caja de los organismos ante la llegada del fin del mes y los próximos cobros de aguinaldos de los empleados. "Nos preparamos para mayores operaciones cambiarias en la semana entrante y aún menos renovaciones de plazos fijos; no podemos pedir todo el efectivo en un mismo día y por eso nos adelantamos", confió un banquero a este medio. Asimismo, varios cambistas plantearon que el Banco Nación, gran prestamista, se retiró del mercado sobre el cierre y esto ayudo a que el interés aumente.

La tasa de interés interbancaria o “call money” trepó con fuerza ayer y llegó a tocar el 36%, una suba de casi 50% frente a los parámetros que se manejaban el lunes, en torno al 24%. El costo del dinero que se prestan entre sí las entidades financieras a corto plazo, finalmente terminó en 30 %. En el mercado justificaban el salto de la tasa –que ya la semana pasada con el conflicto por la deuda había tocado el 32%– con la necesidad de pesos por parte de las empresas para el pago de los salarios y el medio aguinaldo de junio.

“Fuentes del mercado indicaron que el Banco Nación dejó de colocar dinero en el sistema y produjo la estampida de la tasa entre bancos”, sostuvo ABC Mercado de cambios en su informe diario. Entre los operadores, también se mencionaba que la ANSeS había estado retirando fondos del mercado y hasta se incluyó al paro de Camineros, que afectó el transporte de caudales, entre los motivos de la falta de efectivo y el alto costo de conseguirlo.

En tanto, el mercado estuvo atento al resultado de la licitación de LEBAC para ver si el Banco Central podría renovar los vencimientos. Es que con la necesidad de liquidez que llevó a 36% la tasa interbancaria hacía difícil pensar que los bancos quisieran dejar su dinero a 90 días cobrando “solo” 27%.

En el Banco Central habían tomado nota de esta dificultad. Ayer renovaban $ 7.319 millones y recibieron ofertas por 7.574 millones y US$ 66 millones, lo que resultó en una expansión de la liquidez de $ 800 millones. Es la segunda semana que el Central no logra absorber pesos y se termina expandiendo la liquidez. La semana pasada habían sido de $ 2.650 millones. Sin embargo, en lo que va del año, la entidad absorbió $ 83.000 millones.

El Banco Central (BCRA) compró u$s 150 millones el día de ayer, en una rueda en la que un mercado sediento de pesos por vencimientos impositivos, la cercanía de los aguinaldos y las altas tasas de corto plazo disparó liquidaciones de divisas por parte de exportadores. El dólar mayorista anotó su catorceava rueda consecutiva de estabilidad y quedó a $ 8,13, mientras que el minorista no se movió de $ 8,16. Las reservas avanzaron u$s 132 millones y llegaron así hasta los u$s 29.020 millones.

Las reservas superaron así una barrera psicológica que habían perforado el 23 de enero pasado. Pierden casi u$s 1.500 millones en lo que va del año y recuperan u$s 2.291 millones desde su punto más bajo, del 3 de abril pasado.

El ingreso de divisas de la exportación venía deprimido desde el revés judicial en los tribunales estadounidenses, pero ayer se recuperó y la entidad conducida por Juan Carlos Fábrega lo aprovechó: hizo su mejor compra desde que el mercado entró en pánico por la posibilidad de un default técnico.

“Hubo mucha liquidación de exportaciones para un sólo día, tanto de exportadores agropecuarios como algún que otro minero”, dijo un corredor cambiario. “Algunas liquidaciones venían atrasadas y el pico de la tasa de corto plazo también ayudó a impulsar ventas de divisas, porque obligó a los que estaban necesitados de pesos a liquidar”, agregó.

a tasa interbancaria a un día tocó un pico de 36% ayer, impulsada por distintas variables estacionales y del mercado, además de la intencionalidad oficial, según operadores.

“El mercado no está ilíquido, lo que estamos viendo es un traspaso de la liquidez de bancos privados a públicos. Lo ves en el stock de pases, con $ 8 millones de bancos públicos y sólo $ 1 millón de privados. También se ven a empresas demandar pesos por la cercanía del pago de aguinaldos y a eso se suma la presión que había generado la ANSeS cuando retiró depósitos a la vista de varios bancos”, dijo un operador bancario.

Según las entidades privadas, el BCRA trata de poner un piso a la tasa que pagan por plazos fijos. La BADLAR bancos privados para depósitos de más de $ 1 millón, que se ubicó cómoda arriba del 26% durante abril, estuvo debajo de 22% durante la semana pasada. La baja, resultado del tope a las tasas de interés de préstamos personales y prendarios, no era algo deseable para el BCRA que necesita a los plazos fijos bien fondeados para que no vayan al blue.

La absorción de liquidez por parte de entidades públicas, deducen en las entidades, es una respuesta a esa baja.

Otras explicaciones dadas para el salto de la tasa de call incluyeron el paro de conductores de camiones de caudales, que obligó a algunos bancos a tomar billetes y reducir sus depósitos en el BCRA. La movida también les quita liquidez.

En bancos y corredurías aseguraban ayer que el BCRA casi no deja pagar importaciones, pero desde la propia entidad aseguraron ayer que todas las operaciones de más de u$s 200.000 programadas se concretaron, mientras que las compras de pymes nunca se detuvieron.

El mercado vivó una jornada eufórica ayer gracias a que el Gobierno revirtió su posición contra los fondos buitres. La intención de acordar una forma de pago que esté en línea con el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa llevó a los inversores a especular con una solución de corto plazo que impulse los valores.

Así se dispararon los activos tanto de la renta fija como variable: entre las acciones se destacó Banco Macro con un alza de 18,2% y entre los bonos, el Cupón en euros subió el 17,6% y el Discount en dólares bajo ley de Nueva York, bono que debe pagarse el próximo lunes, trepó 12,9%. A la hora de evaluar la evolución de la cartera completa del Merval también fue un día impar, ya que el índice saltó 8,7%.

De hecho, como todavía no es seguro que se pueda cumplir con este compromiso la semana que viene, los analistas consideraron que la reacción bursátil fue “algo exagerada”. En pocas palabras, el default técnico no quedó descartado aún. En la plaza, apuntaban que el ministro de Economía, Axel Kicillof, envió una carta a Griesa pidiendo que vuelva a establecer el stay, de manera que el pago que se debe hacer el 30 de este mes en Estados Unidos no corra riesgo de embargo. Sin embargo, todavía hay dudas de que el pedido sea aceptado.

“El mercado estuvo un poco exacerbado, todavía no hay nada en concreto”, advirtió Mauro Morelli, analista de Rava.

En la misma línea, la la directora de Operaciones de Portfolio Personal, Paula Premrou, sostuvo que mientras no se confirme que Griesa acepta reponer el stay la volatilidad dominará las inversiones. “Lo mejor que podría pasar es que vuelva a regir el stay para que Argentina cuente con un período de tiempo para negociar. Serían noventa días, hasta el siguiente vencimiento, el del Par”, detalló Premrou.

No obstante, el mercado tenía que subir, debía procesar la fuerte suba –varios avances de dos dígitos– que se había dado el viernes en Wall Street. Por el Día de la bandera no hubo negocios en la plaza porteña, por eso los precios se actualizaron.

Los bancos fueron los ganadores del día. Además de Macro, las acciones de Grupo Financiero Galicia y Francés se incrementaron 15,7% y 14,7% respectivamente. Edenor también tomó impulso, creció 16,3%. En cambio Tenaris y Petrobras Brasil perdieron 2,2% y 2,1%, en ese orden.

En cuanto a los títulos públicos, los cupones –fieles a la volatilidad que los caracteriza– sumaron un mínimo de 13,5% y un máximo de 17,6%.

La renta fija mostró números positivos, independientemente de la moneda o el vencimiento en el que fue emitido cada título. Uno de los bonos más líquidos de corto plazo, el Bonar X, avanzó 2,4%, mientras que en el largo plazo, el Par en pesos se destacó con un 4,3% positivo.

La tendencia alcista del viernes se mantuvo en el parqué estadounidense. Los Adrs subieron hasta 6,6%, un alza que correspondió al Banco Francés. Lo acompañaron YPF, Galicia, Telecom y Edenor, cuyos precios aumentaron 6,5%, 5,5%, 5,2% y 4,7% respectivamente.

Los bonos también ganaron en Wall Street, aunque se registraron algunas caídas. El Discount en dólares con legislación extranjera saltó 5%, y el Par con la misma moneda y ley ascendieron 2,5%, no obstante los cupones perdieron entre 4% y 8%. La expectativa de los inversores se puede medir también por el riesgo país. El índice que elabora el banco JP Morgan se derrumbó a 670 puntos, una caída de 5,5%, luego de que el viernes se desplomara el 13,2%

Igualmente, la rueda de hoy sería otra, de más cautela. El mercado estará atento a la decisión de Griesa sobre el stay; mientras no se pueda pagar el Discount el lunes próximo reinará la volatilidad.

“Los inversores reaccionaron como si todo se hubiera resuelto, cuando hasta el momento solo hay incertidumbre. Más allá del stay, no se sabe cómo se va a pagar, cuánto, cómo, quienes serán los intermediarios”, resumió Morelli.