En un comunicado publicado en su blog, Petrobras señaló que la suma correspondía al 50% de su presupuesto para el segmento de gas y energía eléctrica.

De acuerdo con la federal, la cifra incluye el gasto en nuevos ductos y plantas de procesamiento de gas.

El gas natural de los campos brasileños ultraprofundos se considera vital para satisfacer la creciente demanda de combustible de las centrales hidroeléctricas locales.

Los campos presalinos de Brasil, situados en las profundidades del Atlántico, contienen más de 35.000 millones de barriles equivalentes de petróleo, de acuerdo con el regulador de hidrocarburos ANP.

Pese a las inversiones anticipadas en proyectos midstream costa afuera, la consultora brasileña Gas Energy advirtió que la desgastada infraestructura terrestre seguía siendo un obstáculo a la masificación del gas natural.

"Es obvio que Brasil va a necesitar una inversión muy superior en infraestructura", manifestó al diario O Globo el presidente ejecutivo de Gas Energy, Marco Tavares.

"Es el modelo el que impide las inversiones, porque Petrobras participa desde la generación hasta la distribución, lo que inhibe a las firmas privadas", añadió.