La euforia llegó ayer al mercado local: la Bolsa porteña se disparó un 8,7% y los bonos atados a la evolución del PBI treparon más del 18 por ciento, replicando la tendencia de Wall Street. Hay confianza entre los inversores en el arreglo que establecería el Gobierno con los holdouts y una posible emisión de bonos que se llevaría adelante para saldar esa deuda. Los candidatos que encabezan la lista para colocar esos títulos en el mercado son el HSBC y el JP Morgan.
Sólo en el mercado de renta fija (bonos) se negociaron en la Bolsa porteña 2.620 millones de pesos, mientras que en el Mercado Abierto electrónico, donde operan los grandes jugadores, se movieron más de 450 millones de dólares en estos títulos. El mercado confía en que no habrá default y por eso ayer el Discount en dólares bajo ley neoyorquina, cuyo pago de intereses el próximo 30 de junio estaba en duda tras el fallo de la justicia estadounidense, subió un 12,9% y fue de lo más negociado de la rueda.
Pero l a expectativa del mercado esta puesta en la nueva emisión de bonos que se realizaría para saldar la deuda con los fondos buitre. Axel Kicillof no atendió ayer el teléfono a ninguno de los banqueros que buscan ser colocadores de esa emisión. Sin embargo, el HSBC y el JP Morgan están encaminados a cerrar un acuerdo que incluiría una comisión del 3,5%. Sólo falta el okey de Cristina de Kirchner, y por supuesto, el acuerdo final con los abogados de los holdouts.
Los inversores locales se contagiaron del optimismo de la plaza neoyorkina, donde el viernes las acciones de empresas locales (ADRS) habían trepado hasta el 14% y ayer siguieron en alza. En Wall Street se destacaron las subas de Banco Francés (6,7%) e YPF. Y en panel líder del la Bosa porteña lideraron las subas Banco Macro (18,2%); Edenor (16,2%) y Banco Galicia (15,7%).
También fue bien recibida en la Bolsa porteña la aclaración de Diego Bossio, que dijo ayer que a pesar de la embestida de los holdouts “los fondos administrados por la ANSES no son embargables, lo que fue ratificado en 2010 por la Corte Suprema de los Estados Unidos”. La posibilidad de una confiscación de la caja de la ANSES había inquietado a inversores, pero ayer regresó la calma.
A contramano de lo que sucedió con bonos y acciones, el dólar bolsa se hundió 64 centavos a $ 10,79, mientras que el contado con liquidación bajó a $ 10,05. Esta brusca caída a su vez empujó a la baja al dólar blue. En las principales cuevas de la city porteña se negoció 60 centavos por debajo del cierre del jueves a $ 11,70.
El dólar blue se negociaba con una fuerte baja al comienzo de la semana, después que el Gobierno se mostró dispuesto a negociar con los fondos buitres. Así, el billete informal caía 70 centavos y se negociaba a $ 11,70 para la venta. Así, el paralelo volvía a los valores previos a la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, luego de haber escalado 85 centavos la semana pasada.
Por su parte, en el mercado oficial, el dólar operaba estable a $ 8,15, en un mercado en el que los exportadores liquidan poco ante la incertidumbre que hay con el tipo de cambio. El dólar bolsa bajaba 37 centavos, a $ 11,06, mientras que el contado con liquidación caía a $ 10,21.
El anuncio de la presidenta Cristina Kirchner de "pagar el 100% de la deuda pública", incluyendo a los holdouts, hizo que cambiara el humor de los mercados y que las acciones y bonos arrancaran la semana con euforia.
Por Javier Blanco.
El giro pragmático que mostró el Gobierno el viernes, que desató aquel día un verdadero furor por los activos argentinos en Nueva York, desembarcó ayer en la plaza local dejando revalorizaciones del 9% entre las acciones (valor que llegó a duplicarse entre los bancos) y de hasta 13 y 18% en el caso de los bonos en dólares o los cupones del PBI, respectivamente.
Se trata de recuperaciones que no sólo replicaron las registradas allá en aquella jornada (en que la plaza local estuvo inactiva por el feriado), sino que las potenciaron algo más.
Esto confirma que -a juicio de los inversores- con el cambio en la postura oficial quedó allanado el camino para evitar un nuevo default, quehubiera agregado costos difíciles de soportar para una economía en pleno ajuste recesivo.
"El mercado está pensando que va a haber razonabilidad de ambos lados", explicó el analista y ex secretario de Finanzas Miguel Kiguel, al evaluar esta reacción.
Lo concreto es que, tras las fuertes recuperaciones de las últimas horas, los precios de bonos y acciones domésticas, en muchos casos, apenas recuperaron el nivel que mostraban antes de que la Corte de Estados Unidos rechazara la apelación del Gobierno, habilitando además a los fondos buitre a rastrear activos argentinos fuera de esa frontera, con la idea de embargarlos para cobrar lo que reclaman.
Es decir, volvieron al momento previo a la decisión que los inversores no esperaban, y por lo mismo no estaba incorporada en los precios. Vale recordar que la apuesta general era que la Argentina conseguiría "ganar tiempo", ya que se suponía que la Corte consultaría al procurador general de Estados Unidos antes de decidir si tomaba o no el caso.
Esa demora era funcional a la idea de un posible entendimiento con los litigantes una vez venciera el plazo de vigencia de la cláusula RUFO, que reconoce al resto de los bonistas el derecho de beneficiarse si el país pacta con otros mejoras a la propuesta de pago ofrecida en los canjes.
EL DÍA EN QUE TODO VOLÓ
Ayer, la confirmación de una mesa de negociación en sede judicial con los litigantes (y bajo la tutela de un negociador ya designado por el juez Griesa) ayudó a que el rebote visto el viernes en Wall Street se consolidara.
La ola de compras en la Bolsa de Comercio porteña fue tal que el volumen de negocios con acciones ($ 370 millones) alcanzó niveles que no mostraba desde febrero de 2011. Al amparo de este empuje, el índice Merval, principal termómetro de precios, avanzó 8,7% ayer, en una rueda en la que las acciones de los bancos subieron de 15 a 18 por ciento.
Los precios de los bonos en dólares treparon 5,5% promedio, pese a la caída de 2,7% (de $ 10,44 a $ 10,16) que mostró el valor del tipo de cambio que surge de arbitrar monedas mediante operaciones de compra-venta de activos aquí y en el exterior.
En este contexto, lo que sobresalió fue el salto alcista de 16,5% que mostró el Discount nominado en dólares y emitido bajo ley de Nueva York, el bono cuyo pago del próximo servicio de intereses (pautado para el próximo lunes) aún está en veremos.
De esta manera, la tasa de rendimiento de este bono perforó el nivel del 10% anual, "comenzando a desandar el camino que inició en noviembre de 2012, cuando explotó con fuerza en los mercados el fallo de Griesa que jaqueaba el pago de los cupones del PBI de aquel año", recordó ayer el economista Nicolás Dujovne, para destacar que "la compresión en las tasas de rendimiento facilita un eventual acuerdo".
A su vez, el menor riesgo de recaer en una cesación de pagos hizo caer los precios de los seguros contra default a 5 años por debajo de los 1800 puntos básicos, cuando habían llegado a pagarse 3100 tras la conferencia de prensa del ministro Axel Kicillof en la que insistió en la idea de un canje local, la semana pasada.
También mostraron avances de 13 a 18% los precios de los cupones atados a la variación del PBI y se consolidó el repliegue de la tasa de riesgo país, que tras retroceder otro 5,7% ayer cerró por debajo de los 670 puntos, para ubicarse en un nivel que no mostraba desde hacía tres años.
El clima de distensión ayudó también a calmar la plaza cambiaria, como quedó reflejado en la baja de 4,5% que mostró el precio del dólar en el mercado paralelo, al caer de $ 12,45 a $ 11,90 y tras haber llegado a tocar un piso de $ 11,70 durante el día.
Esta situación incluso le permitió al Banco Central (BCRA) retomar su rutina de compras en la plaza oficial (se alzó con US$ 40 millones tras no haber podido comprar ni un dólar el pasado jueves), pese a que el volumen de operaciones en esa plaza (US$ 197 millones en total) se mantuvo deprimido, aunque se descuenta que la actividad se irá normalizando con el correr de los días.
El mercado vivó una jornada eufórica ayer gracias a que el Gobierno revirtió su posición contra los fondos buitres. La intención de acordar una forma de pago que esté en línea con el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa llevó a los inversores a especular con una solución de corto plazo que impulse los valores.
Así se dispararon los activos tanto de la renta fija como variable: entre las acciones se destacó Banco Macro con un alza de 18,2% y entre los bonos, el Cupón en euros subió el 17,6% y el Discount en dólares bajo ley de Nueva York, bono que debe pagarse el próximo lunes, trepó 12,9%. A la hora de evaluar la evolución de la cartera completa del Merval también fue un día impar, ya que el índice saltó 8,7%.
De hecho, como todavía no es seguro que se pueda cumplir con este compromiso la semana que viene, los analistas consideraron que la reacción bursátil fue algo exagerada. En pocas palabras, el default técnico no quedó descartado aún. En la plaza, apuntaban que el ministro de Economía, Axel Kicillof, envió una carta a Griesa pidiendo que vuelva a establecer el stay, de manera que el pago que se debe hacer el 30 de este mes en Estados Unidos no corra riesgo de embargo. Sin embargo, todavía hay dudas de que el pedido sea aceptado.
El mercado estuvo un poco exacerbado, todavía no hay nada en concreto, advirtió Mauro Morelli, analista de Rava.
En la misma línea, la la directora de Operaciones de Portfolio Personal, Paula Premrou, sostuvo que mientras no se confirme que Griesa acepta reponer el stay la volatilidad dominará las inversiones. Lo mejor que podría pasar es que vuelva a regir el stay para que Argentina cuente con un período de tiempo para negociar. Serían noventa días, hasta el siguiente vencimiento, el del Par, detalló Premrou.
No obstante, el mercado tenía que subir, debía procesar la fuerte suba varios avances de dos dígitos que se había dado el viernes en Wall Street. Por el Día de la bandera no hubo negocios en la plaza porteña, por eso los precios se actualizaron.
Los bancos fueron los ganadores del día. Además de Macro, las acciones de Grupo Financiero Galicia y Francés se incrementaron 15,7% y 14,7% respectivamente. Edenor también tomó impulso, creció 16,3%. En cambio Tenaris y Petrobras Brasil perdieron 2,2% y 2,1%, en ese orden.
En cuanto a los títulos públicos, los cupones fieles a la volatilidad que los caracteriza sumaron un mínimo de 13,5% y un máximo de 17,6%.
La renta fija mostró números positivos, independientemente de la moneda o el vencimiento en el que fue emitido cada título. Uno de los bonos más líquidos de corto plazo, el Bonar X, avanzó 2,4%, mientras que en el largo plazo, el Par en pesos se destacó con un 4,3% positivo.
La tendencia alcista del viernes se mantuvo en el parqué estadounidense. Los Adrs subieron hasta 6,6%, un alza que correspondió al Banco Francés. Lo acompañaron YPF, Galicia, Telecom y Edenor, cuyos precios aumentaron 6,5%, 5,5%, 5,2% y 4,7% respectivamente.
Los bonos también ganaron en Wall Street, aunque se registraron algunas caídas. El Discount en dólares con legislación extranjera saltó 5%, y el Par con la misma moneda y ley ascendieron 2,5%, no obstante los cupones perdieron entre 4% y 8%. La expectativa de los inversores se puede medir también por el riesgo país. El índice que elabora el banco JP Morgan se derrumbó a 670 puntos, una caída de 5,5%, luego de que el viernes se desplomara el 13,2%
Igualmente, la rueda de hoy sería otra, de más cautela. El mercado estará atento a la decisión de Griesa sobre el stay; mientras no se pueda pagar el Discount el lunes próximo reinará la volatilidad.
Los inversores reaccionaron como si todo se hubiera resuelto, cuando hasta el momento solo hay incertidumbre. Más allá del stay, no se sabe cómo se va a pagar, cuánto, cómo, quienes serán los intermediarios, resumió Morelli.
El dólar blue se movió a contramano de acciones y bonos, que ayer se dispararon hacia arriba como resultado de la predisposición del Gobierno a negociar con los holdouts y evitar un default. El dólar paralelo cayó 5% en un sola rueda y cerró en $ 11,75 y su baja fue acompañada por el contado con liquidación, cayó 1,3% hasta $ 10,11, y el dólar bolsa, que bajó 6,6% hasta los $ 10,72. En el mercado mayorista el Banco Central (BCRA) compró u$s 40 millones y mantuvo al dólar congelado en $ 8,13 por treceava rueda consecutiva.
Los vaivenes en el mercado cambiario paralelo son la contracara de la suerte que corre el mercado bursátil formal. El revés judicial de la semana pasada, luego de que el lunes la Corte Suprema de los Estados Unidos rechazara analizar el litigio entre fondos buitres y la Argentina por la deuda todavía en default, el blue se disparó de inmediato a medida que los activos del mercado formal se desinflaban.
El blue arrancó la semana de la derrota judicial en $ 11,90 y la terminó, el jueves pasado, en $ 12,40.
Nadie quiso quedar vendido antes de un fin de semana largo en el que, para colmo, la presidenta iba a dar un discurso crucial. Eso ayudó a las subas, dijo un operador cambiario.
El discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Rosario el viernes pasado, durante el feriado por el Día de la Bandera, cambió seriamente los ánimos de los inversores. Tras varios discursos ambiguos, que no aclararon si la orden presidencial era negociar con los fondos que ganaron el juicio en los EE.UU. o atenerse a un posible default, la mandataria fue clara el viernes pasado respecto a su voluntad de negociar una forma de pago de la sentencia.
El feriado y el fin de semana, que habían colaborado para sostener las subas, demoraron las bajas. Recién ayer, primer día hábil tras el discurso conciliador de la presidenta, los precios locales se pudieron poner al día.
Es una prueba de que todo el mundo, cuando prefiere estar líquido, se va al blue, dijo un operador bursátil. Los pesos que salían de bonos la semana pasada se fueron ahí y hoy volvieron, agregó.
Las cotizaciones implícitas en activos acompañaron a la baja del mercado informal. El contado con liquidación el precio por dólar que se paga al comprar bonos soberanos contra pesos en el país y venderlos contra dólares en el exterior bajó a $ 10,11 desde los $ 10,26 que mostraba el jueves pasado. Una recuperación más veloz en los precios en pesos locales que en los valores en dólares en el exterior de los bonos más utilizados para ese fin explicó la
baja.
Lo mismo sucedió con el dólar bolsa, una operación idéntica pero hecha en forma íntegra en el país. Aunque, en este caso, el derrumbe fue mayor: el promedio de precio por dólar implícito en los dos principales bonos cayó 76 centavos desde $ 11,48 a $ 10,72.
El BCRA congela
En un día en el que gracias al visto bueno del BCRA para algunos pagos al exterior el mercado cambiario mayorista recuperó algo de su volumen habitual, tras una semana en que la propia autoridad monetaria frenó al mercado para no hacer olas en días complicados por el revés judicial.
Según operadores bancarios, la entidad conducida por Juan Carlos Fábrega autorizo más compras de divisas por partes de importadores en la rueda de ayer, aunque volvió a ser la principal compradora sobre el final, cuando apareció el grueso de las liquidaciones de exportaciones agropecuarias.
El dólar mayorista quedó en $ 8,13, el BCRA compró u$s 40 millones y las reservas quedaron en u$s 28.888 millones.