El éxito del próximo presidente ejecutivo de la cuprífera estatal chilena Codelco dependerá de una sola cosa: lograr un delicado equilibrio entre mejorar la productividad con controles de costos y enmendar las relaciones con los trabajadores.
La mayor productora mundial de cobre quedó sin timonel este mes luego de que el directorio decidió remover a Thomas Keller y lanzar un proceso "relativamente rápido y bastante riguroso" para escoger al sucesor.
Keller, conocido por su fuerte temperamento, llegó a la presidencia de la estatal bajo el mandato del conservador Sebastián Piñera y lideró un plan de reducción de costos que le ganó duras críticas entre los sindicatos de la firma, que además le acusan de profundas fallas en su gestión.
Pero el Gobierno de la socialista Michelle Bachelet, que llegó al poder en marzo prometiendo inclusión y combatir la desigualdad, busca retomar los lazos con los trabajadores sin afectar un ambicioso y multimillonario programa de inversiones.
Codelco, que ha liderado los intentos de la industria por controlar sus costos, tiene en marcha proyectos para contrarrestar el declive natural en las leyes minerales de sus depósitos e impulsar su producción.
Y algunos temen que la anunciada nueva etapa pueda afectar la rentabilidad de las iniciativas o entregar demasiado poder a los trabajadores.
"Los proyectos no se pueden realizar con los costos de los trabajadores y el nivel de productividad que tiene actualmente", aseguró a Reuters Juan Carlos Guajardo, del centro de estudios en minería CESCO.
Pero otros creen que el cambio podría radicar más en el tono de las relaciones laborales que en otra cosa.
"En este minuto se busca el mejoramiento de las relaciones, establecer un espacio que pueda ser de diálogo o al menos conversación y acercamiento de posiciones, pero no se ve que haya algo más profundo", dijo el analista político Guillermo Holzmann.
Al menos en el pasado, la empresa ha podido negociar con el sindicato recortes de sus salarios y despidos.
Después del anuncio de la salida de Keller, la ministra de Minería, Aurora Williams, dijo que la intención es integrar a los trabajadores en decisiones clave de la empresa, sin que sea un proceso de cogestión.
En tanto, el flamante presidente del directorio de la cuprífera, Oscar Landerretche, explicó que no está definida la metodología de integración de los trabajadores pero reconoció que el nuevo ciclo requerirá de compromisos.
"Los acuerdos de largo plazo son fundamentales para lograr las cosas y no significa que no va a haber sacrificios, va a haber sacrificios de todas las partes pero lo importante es viabilizar ese camino", dijo el ejecutivo en una reciente entrevista con Reuters.
Los líderes sindicales han saludado las intenciones del nuevo directorio y han dicho que están abiertos a dialogar sobre acuerdos que mejoren la productividad de la empresa.
"Creemos que se va a producir un cambio (...), la señal es muy concreta: aquí se terminaron los círculos de poder que hay dentro de la empresa", dijo Raimundo Espinoza, presidente de la federación de sindicatos de Codelco y quien representa a los trabajadores en el directorio.
Una prueba de fuego será la acción que tome respecto al centenario yacimiento de Chuquicamata, que se encuentra en un proceso de transición de rajo abierto a mina subterránea, lo que implicaría una fuerte reducción de empleos.
Los trabajadores insisten que explotar otros yacimientos identificados en el entorno podría extender la vida de "Chuqui" y evitar parte de los recortes.
"Creo que en todas las divisiones se pueden mantener buenas relaciones salvo en Chuquicamata", dijo Gustavo Lagos, profesor de minería de la Universidad Católica en Santiago.
Además, el nuevo jefe deberá enfrentar polémicas importantes en la expansión de su mina Andina, en la Cordillera de Los Andes cercana a la capital chilena, con una inversión de 6.800 millones de dólares.
Adversarios denuncian un impacto en glaciares de la zona y de las fuentes de agua. Codelco ha defendido su proyecto explicando que son glaciares grises y no blancos -los de mayor aporte hídrico- los que se verían afectados.
La lista de desafíos es extensa en una empresa que produjo 1,62 millones de toneladas de cobre el año pasado, pero que planea elevar su producción a más de 2,0 millones en los próximos años.
Otro cambios en marcha es el proceso de capitalización. que actualmente es determinado cada año por el Gobierno. Ahora se busca diseñar, mediante una ley, una fórmula plurianual para que la empresa pueda contar con los recursos necesarios de acuerdo a sus proyectos clave.
Codelco entrega todas sus ganancias al Estado chileno.
Durante su gestión, Keller explicó que la compañía necesitaba inversiones por unos 5.000 millones de dólares al año, mientras construye cinco grandes proyectos.
El directorio ha dicho que la definición del nuevo presidente ejecutivo se realizará de forma abierta y evitando que jueguen favores políticos en su designación.
Nombres como los experimentados mineros Nelson Pizarro, jefe de la mina Caserones, o Sergio Jarpa, antiguo vicepresidente de Operaciones Norte de Codelco, suenan entre los más destacados para suceder a Keller.
También Juan Medel, un ejecutivo de Codelco, y Maria Olivia Recart, jefa de asuntos corporativos de BHP Billiton, han aparecido entre las posibles cartas.
"Necesitamos un minero que sea capaz de sacar esta empresa adelante, que tenga los conocimientos necesarios y que le dé confianza no solamente a los trabajadores sino también al país", consideró el líder sindical Espinoza.
Raimundo Espinoza, presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), manifestó que el actual presidente ejecutivo interino de la cuprera estatal, Octavio Araneda, mantiene el mismo actuar que su sucesor, Thomas Keller, y que por eso esperan que se defina prontamente el cargo para que dirija los “destinos de la empresa”.
“Es un ejecutivo del sector (ex vicepresidente de Operaciones Centro-Sur), pero a nosotros nos interesa que se nombre lo más pronto posible el presidente ejecutivo definitivo. No compartimos algunas visiones respecto a mantener la misma política que teníamos con Thomas Keller, y en ese sentido es que estamos planteando que tiene que resolverse lo más pronto posible cuál va a ser el líder que va a dirigir los destinos de la empresa hacia adelante”, respondió al ser consultada su opinión sobre Araneda, quién asumió el pasado viernes.
Pese a que no quiso referirse con mayor profundidad, el dirigente indicó que se trata de “algunas situaciones que han salido, como la misma política y la misma forma (de Thomas Keller). Entonces si teníamos diferencias, como organizaciones sindicales, no compartimos esas mismas políticas”.
Declaraciones realizadas tras participar de la entrega del documento “Minería y Desarrollo Sostenible de Chile. Hacia una Visión Compartida” a la Mandataria Michelle Bachelet, en el Palacio de La Moneda. Espinoza fue uno de los que participaron de su elaboración, cuya principal iniciativa es ordenar la actividad minera en el país para terminar con los procesos judiciales que viven los proyectos al no considerar a las comunidades, entre otros puntos.
