El boom del shale está a punto de ser global. Eso es lo que ha dicho la Agencia Internacional de Energía (AIE), pero ¿esa promesa de que habrá un estallido de producción internacional de petróleo no convencional en los próximos cinco años no es exagerada?
Las técnicas como la fracturación hidráulica, o fracking, en Estados Unidos liberaron reservas antes inaccesibles y transformaron el sector energético del país. De hecho, el país va camino a convertirse en 2020 en el mayor productor de petróleo del mundo.
Ahora la organización de coordinación de políticas petroleras que recibe el apoyo de naciones ricas está siguiendo de cerca a países desde Rusia y Argentina hasta México y Canadá. Esas naciones piensan empezar a explotar sus yacimientos de shale oil y replicar el éxito de Estados Unidos. Norteamérica apenas representa el 15% de los recursos de crudo no convencional del mundo, según la AIE.
Pero el nivel de optimismo sobre el potencial de shale oil fuera de Estados Unidos, según el el último informe anual del mercado petrolero de la AIE, es muy diferente al del año pasado. Poco se sabe todavía sobre el tamaño y la calidad de los recursos globales de crudo no convencional, y . . . parece poco probable que otras formaciones de shale sean desarrolladas fuera de Estados Unidos antes de que finalice el período pronosticado (cinco años), aseguraba la AIE en 2003.
El escepticismo estaba justificado. Si bien el potencial existe, las condiciones deben ser las correctas.
Juan Stuart, director de investigación de mercados petroleros en Credit Suisse, dijo que aunque haya avances entre ahora y 2019 y, además, mejore el clima político en algunos países, no es seguro de que se logre la misma escala obtenida en EE.UU. Podría ser posible, pero no creo que vaya a tener un impacto masivo en el equilibrio de oferta y demanda en el mercado petrolero, aseguró.
La pregunta es porqué. El costo de extraer reservas petroleras no convencionales en Estados Unidos es significativamente inferior que en otros países. Eso indica que necesitan un precio más elevado para que extraer ese petróleo sea comercialmente viable.
Además, las condiciones que promovieron el éxito de Estados Unidos no se dan de igual manera en otros países.
La presencia de decenas de miles de compañías independientes dispuestas a experimentar con técnicas de perforación, los sólidos mercados de capitales que financian la industria y asumen riesgo, y los derechos que tienen los propietarios de tierras sobre el petróleo y gas bajo sus terrenos, son algunos de los factores que permitieron que éste sea un fénomeno único hecho en Norteamérica
Se necesita un cambio estructural, aseguró Philip Verleger, ex funcionariao del Tesoro estadounidense y ahora analista del sector energético. Este es un negocio en el que participan pequeñas empresas. . . las grandes firmas como Total y Shell quieren proyectos grandes. No pueden manejar muchos proyectos pequeños que requieren mano de obra intensiva.
La oposición de los ambientalistas, la escasez de agua y la falta de personal calificado y equipos necesarios para recuperar reservas son otros obstáculos.