La guerra recrudece en Irak en una nueva jornada negra, en la que la aviación iraquí dejó un saldo de más de 200 islamistas muertos. A su vez, los radicales islámicos agrupados en el Ejercito Islámico de Irak y el Levante (EIIL) capturaron esta mañana la localidad norteña de Tal Afar, en un nuevo golpe al gobierno iraquí de liderazgo shiíta, tras una semana en la que ha perdido una amplia franja de territorio en el norte del país.
La conflictiva situación llevó a los Estados Unidos a reforzar la seguridad de su embajada en Bagdad, la mayor misión diplomática norteamericana del mundo, con 5.000 empleados. Si bien no especificó números, Washington decidió "mudar" parte del personal de la sede diplomática a ciudades más seguras en el sur de país, como el puerto de Basora.
EE.UU. debe decidir hoy qué pasos tomará para asistir al gobierno iraquí en el avance de los terroristas islámicos del EIIL. Y según la prensa norteamericana planea consultar al Teherán sobre el asunto.
El presidente estadounidense Barack Obama estudia diversas posibilidades para repeler el avance del EIIL y, aunque el viernes descartó que Estados Unidos vaya a volver a situar tropas sobre el terreno, se barajan otras medidas como los ataques aéreos.
En anticipación, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, ordenó el envío del portaaviones "George H.W. Bush" al Golfo Pérsico para dar al presidente una "flexibilidad adicional" en caso de que se requieran "opciones militares".
Estados Unidos explora la posibilidad de entablar negociaciones directas con Irán ante el deterioro de la situación iraquí, dos países que no mantienen relaciones diplomáticas desde los años 80.
El diálogo se podría producir esta misma semana, según adelantó The Wall Street Journal, en un intento para detener a la milicia sunnita que se ha hecho con el control de la ciudad de Mosul y una amplia zona occidental de Irak.
Funcionarios estadounidenses dijeron al diario que es vital para Washington discutir sobre la situación de Irak con Irán y otras potencias de la región para coordinar mejor una respuesta contra los yihadistas, que hoy tomaron Tal Afar, con una población de unas 200.000 personas, en su mayoría de etnia shiíta (mayoría en el país).
La composición étnica de Tal Afar, situada 420 kilómetros al noroeste de Bagdad, plantea el temor de que los milicianos sunnitas del EIIL cometan atrocidades a gran escala, como las que ya mostraron en imágenes este fin de semana alegando que habían matado 1.700 soldados iraquíes.
En tanto, la aviación iraquí bombareó a los islamistas mientras estos realizaban una suerte de desfile miliar en Faluja.
Un responsable militar de Faluja, entrevistado por la televisión oficial Iraquiya, explicó que unos 400 terroristas se escondieron en un edificio de cuatro plantas al ver a la aviación acercarse. El ejército bombardeó entonces ese inmueble con cohetes y ametralladoras, lo que causó la muerte de unos 270 extremistas y la destrucción de siete vehículos, según los datos proporcionados por las autoridades locales.
Finalmente, en un intento por evitar tener que pelear contra dos flancos, los rebeldes del EIIL ofrecieron una tregua a los combatientes kurdos, acaso las tropas mejor disciplinadas en el conflicto.
Los yihadistas habrían enviado un mensajero a la base militar kurda de Tus Churmatu, en el este de Irak para lanzar una oferta: "Si ustedes no nos atacan, tampoco les atacaremos nosotros".
Preocupado por el "desafío existencial" para Irak que supone la fulminante ofensiva del extremista Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL), Estados Unidos evalúa trabajar codo con codo con su archienemigo Irán para intentar frenar a los jihadistas sunnitas, a los que considera una amenaza para la "estabilidad" de toda la región.
Así lo anunció ayer el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en una entrevista con el sitio Yahoo News, durante la cual afirmó que el gobierno de Barack Obama está abierto "a discusiones" con Teherán sobre el deterioro de la situación en Irak.
"Estamos abiertos a discusiones si Irán puede hacer alguna contribución constructiva, si está dispuesto a hacer algo que respete la soberanía e integridad de Irak y la capacidad del gobierno de emprender reformas", dijo Kerry.
Consultados sobre la posibilidad de una cooperación militar con su histórico rival en la región, Kerry avanzó un poco más: precisó que cualquier decisión deberá ser analizada "paso a paso", pero no descartó en términos rotundos esa posibilidad. "Veamos primero qué es lo que Irán está o no dispuesto a hacer. No descartaría nada que pueda ser constructivo para proporcionar verdadera estabilidad" en Irak, deslizó.
Las declaraciones de Kerry llegaron dos días después de que el presidente iraní, Hassan Rohani, también abriera una puerta para la cooperación con Washington, al señalar que no descartaba colaborar con Estados Unidos en la crisis iraquí.
Una acción conjunta entre Estados Unidos y e Irán, que no tienen relaciones diplomáticas desde hace 34 años, sería algo sin precedente desde la revolución de 1979, lo que demuestra la alarma desatada por el rápido avance insurgente.
El avance de los jihadistas del EIIL puso a los dos países inesperadamente mano a mano frente a un enemigo común que podría acercarlos. Desde que se retiró del país tras la invasión de 2003, Estados Unidos apoya la frágil coalición del primer ministro chiita, Nouri al-Maliki, que al marginar a los sunnitas de su gobierno creó el caldo de cultivo para que la causa de este grupo que se escindió de Al-Qaeda arraigara en la población. En tanto, Irán, la mayor potencia chiita, pretende jugar su carta para mantener el equilibrio de poder en el enfrentamiento que mantienen las dos grandes ramas del islam.
Funcionarios norteamericanos indicaron que el primer acercamiento sobre este tema podría ocurrir el lunes próximo en Viena, donde está prevista una nueva cita entre negociadores norteamericanos e iraníes, en el marco de las conversaciones del grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) con Teherán para buscar un acuerdo definitivo sobre su programa nuclear.
Ante el revuelo que desataron las declaraciones de Kerry en Estados Unidos, tanto el Pentágono como el Departamento de Defensa salieron a calmar un poco las aguas, al afirmar de forma coincidente que no hay planes de hablar de un procedimiento militar conjunto con Teherán.
"No hay absolutamente ninguna intención, ningún plan de coordinar acciones militares entre Estados Unidos e Irán", dijo el vocero del Pentágono John Kirby.
Durante su intervención, Kirby no descartó, sin embargo, "que al margen de las discusiones nucleares [en Viena] pueda haber negociaciones sobre la situación en Irak".
También la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo que no se habló "sobre coordinar maniobras militares en Irak con Irán". En lugar de ello, aclaró, sí son posibles conversaciones similares a las que Washington y Teherán llevaron adelante previamente en relación con Afganistán tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
La feroz ofensiva del EIIL, que busca crear un califato islámico que se extienda por Irak y Siria, amenaza con desmembrar a Irak y desatar una guerra sectaria que no respete fronteras nacionales.
En su avance relámpago por todo Irak, incluyendo la captura de Mosul y Tikrit la semana pasada, los extremistas tomaron ayer el control de la estratégica localidad iraquí de Tal Afar, ubicada entre la ciudad de Mosul y la frontera con Siria.
Con el fin de frenar a los jihadistas, Kerry también reveló ayer que el uso de drones podría ser "una de las opciones importantes para detener el avance de personas que se desplazan abiertamente en convoys y camionetas aterrorizando a la población".
Por otro lado, Estados Unidos, que retiró todas sus tropas de Irak a fines de 2011, despachó a 550 soldados del Cuerpo de Infantería de Marina a Bagdad para reforzar la protección de su megaembajada allí.