Un escenario levemente mejor podría comenzar a establecerse para el cobre si las últimas señales ec onómicas de China, el principal demandante de metal rojo del mundo, se consolidan en los próximos meses. La semana pasada el gigante asiático mostró algunos signos de estabilización, luego que las ventas minoristas registraran en mayo su mejor desempeño en lo que va del año y la producción fabril subiera un 8,8% acelerándose ligeramente respecto del 8,7% de abril. Pero más allá de la coyuntura china, las perspectivas del mercado internacional respecto al precio del cobre apuntan a que este se moverá en un rango entre US$ 3 y US$ 3,2 la libra este año, mientras que para 2015 las estimaciones son un poco menores, aunque siempre por sobre los US$ 3 la libra.
Para Gustavo Lagos, académico de la UC, el segundo semestre “no se ve tan mal”, ya que hay dos proyectos que están retrasados respecto de la producción proyectada —Toromocho y Caserones—, al mismo tiempo que el consumo de China se visualiza favorable en los próximos meses. “Si se da este escenario, el precio debería estar por sobre los US$ 3 en lo que resta del año y más cerca de US$ 3,2 que de US$ 3”.
Para 2015, Lagos dice que ahora se visualiza mejor de lo que se veía hace unos meses, porque hay varios proyectos mineros retrasados o postergados.
Similar postura es la que tiene Daniela Desormeaux, economista de SignumBox.
Para 2014 indica que las expectativas apuntan a un precio del cobre que fluctuaría entre los US$ 3 y los US$ 3,2 la libra, “aunque yo acotaría un poco más el rango entre los US$ 3 y US$ 3,1 debido a que el crecimiento en la oferta sería mayor que el aumento de la demanda”. Y para 2015 también se inclina por un nivel en torno a US$ 3.
Este valor es también el que proyectan bancos internacionales como Scotiabank y Goldman Sachs. El primero tiene un precio objetivo de US$ 3,14 en 2014 y de US$ 3 en 2015; mientras el segundo sostiene que debiera situarse en torno a US$ 3 en los próximos meses.
Sin embargo, aún existen riesgos que podrían cambiar las expectativas.
Desormeaux advierte que desde el punto de vista de la demanda, los principales riesgos tienen relación con China. Por un lado están las perspectivas de un crecimiento más bajo, y por otro factores adicionales han agregado incertidumbre, como el nivel de apalancamiento de esa economía asiática.
Pero así como hay riesgos, también hay factores que podrían impulsarlo al alza: podría ser que China retome un ritmo de expansión mayor y/o que efectivamente los riesgos asociados a su nivel de endeudamiento no sean tales, o bien factores de oferta podrían favorecer al precio en la medida que las presiones de costos se mantengan.
Más allá del próximo año, algunas proyecciones siguen apostando a que el cobre no debiera quebrar la barrera de los US$ 3 en el mediano plazo. Según Daniela Desormeaux ese nivel es probable en la medida que la economía china se mantenga dinámica. “No obstante, ello es difícil pensar en valores por sobre los US$ 3,5 y US$ 3,6 como se observaron en el pasado, toda vez que China si bien continúa creciendo, lo hará a tasas menores y enfocando su crecimiento en el consumo y los servicios y no en infraestructura como ha sido la tónica en el pasado”.