Por la estructuración de su financiameiento, que vendrá de China, Electroingeniería y CPC pican en punta.
"¿Cómo se dice Chihuido en Chino?". La broma salió de boca un técnico del Ministerio de Planificación que por estas horas tiene la responsabilidad de analizar los sobres "1" de las cuatro propuestas para construir la presa.
La frase sale de los comentarios de pasillo: todos creen que Electroingeniería y CPC, de Cristóbal López, son las dos que pican en punta para quedarse con la obra de 15.000 millones de pesos, de la mano de sus poderosos socios asiáticos.
Sería una curiosa coincidencia: son las dos empresas que, asociadas, ganaron la anterior licitación, que luego quedó trunca.
La apuesta china no obedece a oráculos políticos, sino al sentido común. Ninguno de los otros dos oferentes (el holding de Eduardo Eurnekian y la empresa de la familia Pescarmona) se presentó con un socio financiero de peso. El empresario de origen armenio iba a contar con apoyo de la empresa rusa Inter Rao, pero ésta no figura en el pliego, lo que hace dudar sobre sus capacidades reales de financiamiento.
El tema será clave, aún más que el valor final que ofrezcan. El gobierno nacional espera que el 85% de la obra (unos 12.500 millones de pesos) sean aportados por las propias compañías. Todos dan por descontado que firmas con la cintura de Gezhouba, PowerChina o HidroChina tienen los dólares necesarios para bancar con su propia espalda los costos de la presa.
También hay detrás un interés geopolítico. China busca por todos los medios aumentar su influencia en América Latina en una carrera por restarle poder a Estados Unidos. Y para eso busca estrechar sus vínculos con Argentina.
Como muestra, el próximo 19 de julio el presidente de China, Xi Jinping, visitará el país. El mandatario llegará cuatro días después de la cumbre de países Brics, que se realizará en Brasil el 15 de ese mes y a la que Argentina está invitada.
Las represas santacruceñas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic y la renovación del tren Belgrano Cargas serán los temas centrales que supervisará Xi, todas obras realizadas por capitales de su país.
No se descarta que algún equipo técnico pueda visitar la zona de Chihuido.