A mediados de agosto próximo, la comunidad de usuarios y desarrolladores de Bitcoin tendrá su propia embajada en la city porteña. La llamada Bitcoin Buenos Aires está en plena obra en la esquina de las calles Reconquista y Marcelo T. de Alvear, una medida de marketing para desarrollar el potencial de la moneda virtual que el viernes cotizaba u$s 587,8.
Se trata de un multiespacio de co-trabajo y formación de 500m2 con siete oficinas, una sala de capacitación para 50 personas, un espacio de co-trabajo adicional para 24 emprendedores, una sala de reunión y una habitación triple en suite para quienes se queden trabajando hasta tarde.
En principio se instalarán unas siete start-ups que desarrollan programas para usar la moneda y la asociación Bitcoin que promueve la divisa en el país.
“Un programa que queremos desarrollar entre las distintas embajadas es el ‘pasaporte’, de manera que quienes trabajan en una embajada tengan acceso libre a las demás en el mundo”, dijo Rodoflo Andragnes, vicepresidente de la asociación. Mediante un sistema de créditos se podrá consumir los recursos, por ejemplo, en la Bitcoin Embassy, Bitcoin Decentral o La maison Bitcoin.

La asociación (que tendrá que inscribirse en la IGJ como Fundación para el Desarrollo de Ecosistemas Descentralizados) promueve la moneda en Argentina desarrollando encuentros, disertaciones a nivel nacional e internacional, armando estadísticas y trabajando vínculos con entes de gobierno. 
“Pretendemos que la nueva regulación estimule el desarrollo de Bitcoin y que no la ahogue. Si no, se incentivará el mercado negro, porque la moneda ya existe”, explicó Andragnes.

Con la Unidad de Información Financiera, que persigue el lavado de dinero, la asociación mantuvo dos reuniones para explicar cuánto mueve la moneda virtual y cómo se maneja en el país. Presentó documentación y explicó, entre sus ventajas para estos fines, el concepto de trazabilidad. El objetivo del organismo ahora es encontrar parámetros para regular las transacciones con Bitcoin.
Luego, el Banco Central advirtió al público que las monedas virtuales no son de curso legal, no tienen respaldo alguno y es muy volátil. El abogado Daniel Rybnik, del estudio EnterPricing, interpretó que la entidad monetaria “limitará su intervención exclusivamente a aquellos aspectos que se encuentran bajo su vigilancia”. Y que “solamente regularía las operaciones con ’monedas virtuales’ realizadas por las entidades financieras y cambiarias, lo que de ninguna manera implica que se meterá con la actividad de sus clientes”.
Ahora la asociación planea acercarse a la Gerencia de Tecnología del Central también para explicar la moneda.
Restarían la AFIP (se entiende que el Bitcoin está exento por ser un bien inmaterial) y la CNV (si la moneda pudiera negociarse en el mercado de capitales).