El organismo presentó cuatro pedidos de exploración en territorio pampeano. Tres de ellos siguen una línea marcada por afloramientos de rocas de fines del Paleozoico, de edad similar a las sierras de Lihué Calel.
La Comisión Nacional de Energía Atómica presentó a la Subsecretaría de Hidrocarburos y Minería de la provincia cuatro pedidos para realizar trabajos de cateo de minerales en el oeste pampeano. La búsqueda apunta prioritariamente a uranio y otros minerales radiactivos aunque deja abierta la posibilidad de otras mineralizaciones.
La presentación de los pedidos de cateo se produjo en dos tandas: la primera en el año 2012 y la segunda en mayo del 2013. En el primer caso comprende tres cateos, llamados "La curva", "El Carancho" y "Puelches", y en el más reciente, un único pedido denominado "Lucas".
Los tres primeros coinciden con afloramientos de las rocas del Grupo Choiyoi, cuya manifestación más importante en territorio pampeano es la sierra de Lihué Calel. La cuarta solicitud apunta a estudiar unos estratos arenosos que se extienden a provincias vecinas donde ya han mostrado un cierto potencial uranífero.
El Grupo Choiyoi comprende una serie de afloramientos de rocas ígneas mayormente ácidas ocurridos a fines de la Era Paleozoica, en el límite entre el Pérmico y el Triásico. Estas emanaciones magmáticas tienen una gran presencia en territorio pampeano, principalmente a través de las sierras de Lihué Calel pero también en el cerro Collon, la sierra Chata y muchos otros cerros de jerarquía menor. Estas manifestaciones son muy abundantes en este sector del país y los geólogos llaman "plateau riolítico" a la región en que se extienden estos afloramientos, que en gran parte corresponden a La Pampa y Mendoza.
En provincia de Mendoza, no muy lejos del límite con la provincia de La Pampa, existe una mina de uranio que estuvo en producción hasta fines de los '80. El renacimiento de la energía atómica como una fuente energética para el desarrollo del país generó, entre otras consecuencias favorables, un proyecto para reactivar esa explotación.
Los pedidos de cateo realizados por la CNEA en La Pampa no apuntan específicamente a uranio o plutonio -los minerales radiactivos más conocidos- sino que son más amplios: contemplan minerales de "primera y segunda categoría", de acuerdo a los estándares que menciona el Código Minero argentino.
El carácter estratégico que tienen los minerales radiactivos para el desarrollo del país -principalmente en su uso como fuente de producción energética- hace que tengan una consideración especial en la legislación argentina, al punto que es uno de los pocos casos en que el Estado puede explotar sus yacimientos por si mismo y no está obligado a hacerlo a través de privados.
El pedido de cateo más reciente se denomina "Lucas" y se publicó en los Boletines Oficiales del 24 y 31 de mayo de 2013. El pedido solicita un "permiso de cateo" para buscar minerales de primera y segunda categoría y fue presentado por el licenciado en Geología Julio Salvarredi, representante legal de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) con sede en Godoy Cruz, provincia de Mendoza.
La solicitud comprende 10.000 hectáreas en el extremo suroeste del territorio pampeano, un poco al norte de la localidad de Gobernador Ayala, cerca del paraje Agua del Piche. Corresponde al departamento Puelén y coincide con un área concesionada a la empresa Pluspetrol para trabajos de búsqueda de hidrocarburos.
El pedido fue aprobado por la Subsecretaría de Hidrocarburos y Minería y el plazo legal que dispone el organismo atómico nacional para realizar la búsqueda de los valiosos minerales ya está corriendo.
Atucha II
Aunque sin mucha presencia en la prensa, a fines de abril se produjo un hecho de características históricas para nuestro país: el inicio de la generación eléctrica de la central atómica Atucha II, la más moderna del mundo y construida íntegramente por capitales nacionales y con tecnología argentina.
Atucha II se encuentra en la localidad de Lima, al norte de la provincia de Buenos Aires, cerca de uno de los brazos del río Paraná. Ocupa el mismo predio que Atucha I, de la que se encuentra a pocos metros. Es la tercera central argentina junto con Atucha I y Embalse Río Tercero, ésta en provincia de Córdoba. La nueva central aportará 745 megavatios de potencia al sistema eléctrico nacional.