Parece que en la vecina provincia el debate minería-sí, minería-no, se reabre: un diputado del Frente para la Victoria tiene listo un proyecto para modificar la famosa Ley Cobos, que prohibió el uso de químicos como el cianuro para la minería a gran escala. El legislador pretende cambiar algunos artículos de esa norma y adecuarla a las restricciones que impone el Código de Minería respecto de los lugares donde se puede desarrollar la actividad, para volver a permitir el uso de químicos en los procesos de extracción de metales.

Por supuesto que el tema reavivó las protestas de grupos antimineros que no quieren saber nada con tocar una letra de la ley "Cleto". Con la aparición de un nuevo proyecto legislativo esa provincia vuelve a caer en un debate que San Juan superó hace algún tiempo. ¿Superó? Sí, gracias a Dios: no hay que olvidar que a San Juan llegaron desde famosos programas de TV hasta precandidatos presidenciales que trataron a los jachalleros de "jachalenses" y espetaron barbaridades tales como que \'En países civilizados este tipo de explotaciones -por Veladero y Gualcamayo- no se produce, porque allí se respetan en serio los controles medioambientales\', célebre frase cuya autoría corresponde a la hoy precandidata presidencial por UNEN, Elisa Carrió, en una visita de campaña a Jáchal en 2007. Esos dirigentes y productores televisivos no regresan porque la supuesta contaminación minera dejó de ser gancho político y objeto de ráting.

Ya nadie viene a decirle al sanjuanino lo mal que hace al \'vender el agua de sus propios hijos a la multinacional\', ni tantas otras mentiras que insultaron el pensamiento y la capacidad para tomar decisiones de buena parte de las casi 700 mil personas que vivimos en San Juan. En Mendoza la misma discusión disparó un resultado totalmente distinto y es probable que lo vuelva a hacer ahora, todo dependerá de la madurez dirigencial con la que encaren el debate. Mendoza tiene derecho a quedarse sin minería, por supuesto, pero vuelven y volverán a debatir sobre el tema porque no lo hacen con seriedad y con coraje, como se hizo aquí. Tal vez si el gobernador Francisco Pérez imita ahora lo que se hace en San Juan, pueda obtener algún resultado serio, si es que lo quiere tener, por supuesto.

El proyecto es muy similar a uno que ya difundió la Cámara de Empresarios Mineros de Mendoza: pretende modificar los artículos 1º, 3º, 4º y 5º de la ley 7722. Esa norma estableció la prohibición de utilizar sustancias químicas como el cianuro, mercurio, ácido sulfúrico, y otras sustancias tóxicas similares en los procesos mineros metalíferos de cateo, prospección, exploración, explotación y/o industrialización de minerales obtenidos a través de cualquier método extractivo. Es decir, dejó a la minería metalífera moderna sin chances de instalarse. La iniciativa propone adecuar los cuatro artículos al Código de Minería nacional que establece restricciones a la explotación minera sobre acueductos, canales y vertientes, entre otros espacios, que es lo que rige en San Juan actualmente.

Quién firmó el proyecto legislativo se llama José Oscar Muñoz y es diputado del FpV por el departamento Malargüe. Está enrolado en un sector del peronismo que encabeza Celso Jaque, también malargüino de nacimiento y actual embajador argentino en Colombia. Jaque es un viejo amigo de José Luis Gioja y del peronismo más tradicional. Algunas fuentes consultadas por este diario aseguraron que, en realidad, el problema del tratamiento y una futura aprobación del proyecto es pura disputa política, porque le atribuyen a Muñoz intentar desestabilizar al gobernador Pérez metiéndolo en una discusión que lo expondrá a un probable enfrentamiento con lo más profundo del mundillo K de esa provincia y hasta de la Nación. Hay que recordar que en el kirchnerismo se enrolan muchos sectores de izquierda, organizaciones barriales y estudiantiles que no quieren saber nada con la explotación minera a gran escala y que en Mendoza tienen un fuerte peso en la opinión pública. Y hay otras fuentes que se apoyan en un razonamiento muy simple para defender la iniciativa del legislador y la reinserción de la actividad en Mendoza: genera empleo y desarrollo, nada más y nada menos.

En ese contexto, el diputado malargüino se animó esta semana a decir en varios medios mendocinos algo revelador: \'\'Queremos abrir la discusión, que la minería se debata, que no se discuta con slogans sino desde la razón, sin fanatismo. Hay que mirar los ejemplos de provincias cercanas -por San Juan-, que han desarrollado la minería con cuidados en el medio ambiente, a eso hay que apuntar. Pero tenemos que empezar a discutir seriamente\'\'. Sobran las aclaraciones.

Y hay más: entrevistado por DIARIO DE CUYO, el presidente de la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros, Mario Chabert, dijo esta semana que "desaprovechamos ese ciclo virtuoso que a ustedes los sanjuaninos les permitió poner a producir tres minas". Y amplió el cachetazo al mencionar que "creo que ya se han dado cuenta -los dirigentes políticos de varias extracciones partidarias de Mendoza- de lo que es la minería para una provincia, y el ejemplo está acá al lado, en San Juan". Al menos dos mendocinos quieren ser como los sanjuaninos, es evidente.

Para colmo los vecinos eligieron un mal momento para intentar acercarse al negocio minero: un informe de la consultora internacional CRU arroja que en la región hay unos US$ 30.900 millones de inversión frenados por proyectos mineros en stand by. Según la revista especializada Área Minera que publicó una nota en base al informe de la consultora, "la variante económica (retornos, costos y precio) y de capital (disponibilidad de financiamiento) influye en todos los retrasos".

El mismo estudio revela que en los casos más optimistas, hay una espera de al menos dos años para reiniciar los proyectos, en el resto, nadie sabe. Hace pocos días, el director Ejecutivo de Barrick Argentina, Guillermo Caló, le dijo a este diario en un mano a mano periodístico en referencia al negocio minero y a la situación de su empresa en particular que "El tema de que baje el oro es un problema, porque como compañía financiamos nuestro futuro con el flujo de caja. Al bajar el oro tan significativamente y tan sostenidamente en el tiempo, a nosotros el flujo de caja se nos achicó y la inyección de capital que podíamos poner en el proyecto es menor, por lo tanto eso tuvo un impacto". Dramático resumen, y el estudio de CRU lo confirma.

En fin, Mendoza tiene muchas características superiores a las de San Juan: ostenta una superficie de casi el doble de kilómetros cuadrados que San Juan -más de 140 mil frente a unas 80 mil-; Mendoza tiene 1.741.610 habitantes, que son algo así como un millón cien mil más que los sanjuaninos; tiene petróleo y acumula el 94% de la vitivinicultura argentina. Incluso han logrado una institucionalidad casi extrema, ya que en esa provincia no hay reelecciones, los mandatos duran solamente cuatro años y tienen que esperar al menos un período para ser reelectos. Gracias a esas facultades han llegado a ser uno de los distritos más ricos de éste país.

Así y todo no le tocan los talones a San Juan respecto de la discusión sobre la minería. No han logrado cerrar esa herida que cada tanto les sangra, como ocurrió hace poco cuándo las cámaras empresarias de esa provincia se quejaron por los 400 mendocinos y algunas Pymes que se quedaron sin trabajo por el freno de Pascua-Lama. No logran parir a nadie que se pelee con quienes atacan la actividad sin conocimiento pero con cámaras de televisión como Fernando Pinos Solanas o la mencionada "Lilita" Carrió.

No es fácil, deben saber que hasta es probable que Greenpeace les corte una ruta o se meta en la oficina de la Casa de Gobierno en medio de una conferencia de prensa. O se cuelguen de un edificio público para llamar la atención de los medios de comunicación del mundo. O les mientan, como cuándo decían que los sanjuaninos íbamos a contaminar La Rioja y el resto de las provincias vecinas con la minería. Tampoco tienen obreros como los que hay acá, que se animaron a informase y capacitarse para sobrellevar algo nuevo y mucho más complejo que lo acostumbrado. Por ahí les haría falta mirar el norte con humildad, como lo hacemos en San Juan con el sur.