gentina importa aproximadamente el 40 por ciento del gas natural que utiliza. Esta cifra fue creciendo a partir de 2004, cuando los principales yacimientos petrolíferos, entre ellos, Loma de la Lata, acentuaron la declinación de la extracción, luego de décadas de aportar gran cantidad de metros cúbicos.
Actualmente las compras al exterior se concretan a través de barcos de gas natural licuado y por vía terrestre desde Bolivia. Los principales países proveedores son Qatar, Argelia, Indonesia, Angola, Venezuela, Australia, Nigeria y Trinidad y Tobago. Los barcos descargan en los puertos de Escobar y Bahía Blanca.
Estas compras se pagan entre 3 y 5 veces más caras de lo que reciben los operadores locales por la producción de gas, por eso se explica la caída de la producción. En este contexto, Luis Navas, asesor legal de la Asociación de Estaciones de Servicio (AES) asegura que “este año seguramente se cortará el suministro del GNC durante algunos días”, a diferencia de los últimos años cuando la actividad atravesó los meses fríos sin sobresaltos.
En 2013 sólo se conocieron suspensiones en puestos de provincias sobre la cordillera, principalmente en Mendoza y San Juan, en donde las temperaturas son muy bajas. En Capital Federal, en cambio, hay que remontarse a la nevada de 2007 para recordar una situación similar.
Solucionados en parte los inconvenientes en el transporte, por la ampliación de gasoductos troncales, Navas explica que “el mayor problema está en las redes de distribución”, segmento en el que advierte que no se realizaron las inversiones necesarias para hacer frente a una demanda creciente. El principal motivo fue el atraso tarifario.
“Adicionalmente, como si fuera poco, el problema que se agrega es la escasez de fluido, el gas natural, que en épocas de invierno, al producirse aumentos en el consumo, no se alcanza a inyectar todo el volumen que el sistema necesita y en consecuencia la presión cede”. Por eso evalúa que en los meses venideros además de interrumpir el abastecimiento a las industrias “hará falta cortar el GNC para priorizar los consumos domiciliarios”, ya que figura segundo en el orden de prioridades del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS).
Si bien se prevé que el invierno no va a ser crudo como años anteriores, Navas indica que cuando la temperatura sea menor a 5 grados, que es cuando se registran los picos de consumo, aparecerán las restricciones.
El especialista culminó su análisis expresando que “los clientes residenciales son los de peor perfil para las distribuidoras ya que tienen un consumo muy alto entre mayo y septiembre, pagan una tarifa vil y no se les puede cortar el suministro”, en detrimento del expendio de GNC y de la industria.