"No está en nuestras manos avanzar más, sino en la empresa”, dijo a fines de marzo de este año el titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), Jorge Rucks, respecto a la información que en ese momento debía enviar la minera Zamin Ferrous (Aratirí) sobre su plan de explotación de hierro en Uruguay. Pasaron casi tres meses y el panorama está casi incambiado. Según dijo Rucks ayer a El Observador, la firma extranjera todavía no entregó su nuevo plan de cierre de minas, tampoco el informe de impacto respecto al nuevo trazado del mineroducto y otras exigencias del organismo estatal, como acuerdos de ordenamiento territorial con intendencias municipales.
Ello atrasa la tarea de aprobación ambiental del megaproyecto de extracción. Sin él, la empresa no podrá comenzar sus tareas, aunque logre firmar antes un contrato con el Poder Ejecutivo.
Aratirí había enviado un informe a Dinama que fue rechazado por completo en 2012. Luego lo modificó de acuerdo a las exigencias de Dinama, y meses después el organismo empezó a pedir ampliación de información para avanzar en la aprobación del proyecto. Así se manejaron hasta el año pasado, cuando algunas condiciones cambiaron, como por ejemplo la ubicación del puerto de aguas profundas en Rocha y la aspiración del gobierno sobre el día después de la extracción.
El haber cambiado el sitio de la terminal marítima le implicó a la firma extranjera desechar el trazado de su mineroducto, la herramienta con la cual piensa sacar el concentrado de hierro desde Valentines (Treinta y Tres) hasta la costa para embarcarlo. Esa tarea no es sencilla. Entre otras cosas, ese nuevo trazado implica definir nuevas expropiaciones de predios por donde va a pasar el caño. También Aratirí necesita definir la localización de su terminal dentro del puerto de aguas profundas que el gobierno de José Mujica aspira a construir.
Por otra parte, el plan de cierre ofrecido en primera instancia fue considerado como “muy genérico” por el gobierno, y es por ello que reclamó más información acerca de qué hará la empresa para remediar los daños de la extracción en las cinco minas.
El ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Francisco Beltrame, visitó ayer la Cámara de Representantes acompañado de Rucks. Fue consultado en la comisión de Vivienda sobre el impacto del proyecto minero en zonas protegidas por convenios internacionales. Los jerarcas respondieron que ante la falta de información de Aratirí no es posible determinar con exactitud si se necesita una excepción o no a terrenos protegidos, como por ejemplo humedales.
El diputado que tramitó la visita del ministro y el director de Dinama fue el nacionalista Gerardo Amarilla. En su exposición se quejó de la ausencia del Mvotma en la negociación con la empresa extranjera para firmar el contrato. También porque se haya decidido avanzar en el acuerdo y dar un permiso aunque no tenga el visto bueno de la oficina ambiental.
El Observador intentó consultar al gerente de medio ambiente de Aratirí en Montevideo, Cyro Croce, pero el profesional no quiso responder las preguntas. El departamento de comunicación de la empresa informó que “el proyecto se está rediseñando”.
Todos los estudios están en procesos de elaboración, explicó el vocero Jorge Surraco.