Los Bancos Centrales han reducido de forma significativa la demanda de oro, pasando de 400 toneladas de media en los últimos años a poco más de 300 toneladas según recoge el Consejo Mundial del Oro (World Gold Council, WGC). De todos los Bancos Centrales del mundo, China será el que más demande oro absorbiendo las salidas que se producirán de Europa.
Hace tres semanas, los Bancos Centrales de Europa renovaron el acuerdo sobre reservas de oro conocido como Central Bank Gold Agreement (CBGA), el cual entrará en vigor en septiembre. En el acuerdo anterior que vence también en septiembre, el límite de ventas de reservas oficiales se fijó en 400 toneladas. Veremos en los próximos días en cuántas toneladas límite se fijan en este acuerdo.
El parón en la demanda de oro de los Bancos Centrales afecta directamente a la cotización del oro. Gran parte del oro que circula en el mercado es papel emitido por contratos suscritos entre los Bancos Centrales y los bancos creadores de mercado o “bullion banks”. Estos certificados de oro cuentan con un respaldo cada vez menor y fueron objeto de una oleada de repudio por parte de los inversores en los últimos meses de 2013.
En todo este proceso, China se sitúa en una posición privilegiada dentro de un cambio significativo en el mercado. El mercado del oro está creciendo proporcionalmente más en el sudeste asiático en el segmento de consumo de joyería estilo asiático e inversión en lingotes de oro.
Dentro de esta dinámica, las refinerías serán las intermediarias en el cambio entre demanda de inversión y demanda de joyería. El oro existente en las cámaras de custodia occidentales pasa por las refinerías para adaptarlo al gusto de los consumidores asiáticos. Este es, sin duda, un sector de futuro, el cual seguirá adquiriendo un papel protagonista en el juego de mercado.