El vicepresidente, Amado Boudou, buscó despegarse esta noche de su amigo íntimo y socio, José María Nuñez Carmona, por su participación en negociaciones para la adquisición de la ex imprenta Ciccone.
“(La relación con Nuñez Carmona) está mucho más fría. Son demasiadas cosas y estas cosas no repercuten sobre Amado Boudou sino sobre un Gobierno. Le reprocho que él debía haberme puesto en conocimiento de algunas cosas para que yo le pudiera decir ‘esto no tiene sentido’”, dijo Boudou sobre su amigo al canal de cable Todo Noticias. Y puso como ejemplo de conducta reprochable “lo de Ciccone”.
El vicepresidente se pronunció de esta forma durante una entrevista con el programa "Palabras más, palabras menos", conducido por Ernesto Tenembaum y Marcelo Zlotogwiazda. Sin embargo, Boudou aclaró que Nuñez Carmona “siempre dijo que no tenía nada que ver”. “Prefiero creerle”, completó.
En la entrevista, en la que los periodistas lo interrogaron por cada uno de los indicios que se acumulan en la causa judicial sobre la relación de Boudou con la empresa controlante de Ciccone The Old Fund y con sus principales ejecutivos, admitió que conoció al yerno de Nicolás Ciccone, Guillermo Reinwick, en una cena en el Palacio Duhau, junto a Nuñez Carmona y el empresario de la salud Claudio Belocopit.
Sin explicaciones adicionales, Boudou consideró una sucesión de casualidades los múltiples indicios que lo vinculan a él y a su entorno más inmediato con el negocio de Ciccone. En el caso de los pasajes que usó su hermano para viajar al exterior que fueron pagados por The Old Fund, Boudou dijo que su hermano pagó los tickets sin reclamar factura.
También señaló que "a pesar de los esfuerzos" del juez Ariel Lijo por demostrar su presunto vínculo con Alejandro Vandenbroele, "esas pruebas e indicios nunca aparecieron, ni existen".
Además, insistió en que "no conozco a Vandenbroele y reitero que jamás lo vi", y al respecto señaló: "Se hablaba de un supuesto video, pero nunca apareció. La verdad que no existe", y reiteró que el llamado a indagatoria al día siguiente del acuerdo con el Club de París fue "para perjudicar al Gobierno".
Por Hernán Cappiello.
A pesar de las nueve horas que pasó por Tribunales y su verborrágica declaración indagatoria, que quedó contenida en 38 carillas tamaño oficio, el vicepresidente Amado Boudou dejó algunos puntos grises en su relato, según analizaban ayer investigadores del caso que preparan los próximos interrogatorios.
Boudou organizó su indagatoria en bloques temáticos con los que pretendió responder los principales puntos de la acusación: que se quedó con parte de la ex Ciccone, que lo hizo a través de The Old Fund, de Alejandro Vandenbroele , la empresa que refinanció la deuda de Formosa cuando él era ministro de Economía; para el juez ambos eran conocidos; que influyó en la AFIP para que le dieran un plan de pagos, que se encargó de frustrar una licitación para reequipar la Casa de Moneda, para no tener competencia en la impresión de billetes.
Sin embargo, luego de hablar durante casi seis horas, excepto para ir al baño tres veces y consultar en un aparte con sus abogados, Boudou aceptó contestar preguntas, y en su respuestas aparecieron las fisuras, dijeron funcionarios cercanos al caso que evaluaron la indagatoria.
Los principales puntos oscuros que dejaron sus explicaciones a la luz de la acusación son:
Relación con Vandenbroele: Boudou negó, en preguntas de su abogado Diego Pirota, que lo conozca. Casi se indignó cuando dijo que "es obvio que no", que no sabe quién es. "Y a esta altura del debate creo que el juzgado llevó adelante una pesquisa muy incisiva en busca de pruebas que nunca aparecieron", chicaneó.
Sin embargo, hay dos puntos del interrogatorio referidos a Vandenbroele sobre los que no conformaron las respuestas del vicepresidente. Le preguntaron cómo era que la línea telefónica de su departamento del edificio River View de Puerto Madero, que alquiló al abogado que vive en Madrid Fabián Carosso Donatiello, pasó a figurar a nombre de Alejandro Vandenbroele, a quien jura desconocer.
Allí Boudou acudió a la teoría de la casualidad: dijo que el teléfono nunca estuvo a su nombre, sino al de la persona a la que él le compró el inmueble. Que muchos inquilinos ponen los servicios a su nombre para evitar arrastrar las deudas que estuvieran a nombre del propietario. "Tengo entendido que Carosso Donatiello residía en España y su familia en Rosario, no me parece extraño que hubiera delegado en una persona que conociera o fuera de su confianza la tramitación del alta de los servicios", declaró. Así adujo que Carosso Donatiello es de confianza de Vandenbroele y por eso el dueño de The Old Fund terminó siendo titular de su línea telefónica. Boudou explicó que cuando comenzó a convivir con Agustina Kämpfer se mudó de River View al edificio de enfrente, Madero Center. Entonces le comentó a su amigo Núñez Carmona que necesitaba alquilar su departamento y él fue quien le consiguió a Carosso Donatiello como inquilino. El contrato se firmó con un inquilino que vivía en España. "Firmé el contrato para los últimos días de mayo o junio. Tiene fecha cierta, pues la firma está certificada por escribano público." Era un contrato entre dos personas que estaban en distintos países. En diciembre dijo que su contador le comentó que en marzo Carosso Donatiello iba a dejar de pagar el alquiler porque su proyecto de compra y venta de jugadores de fútbol, que pensaba manejar desde el departamento de Boudou, se había frustrado. Dijo que su contador se ocupaba de los servicios y que cobraba el alquiler en pesos mediante su cuenta del Banco Francés. Se investigará.
The Old Fund: Boudou dijo que cuando la consultora refinanció la deuda de Formosa y él era ministro de Economía no conocía de quién era la empresa que se encargó de la ingeniería financiera. The Old Fund, de Vandenbroele, sin experiencia en esa materia, cobró por esa tarea con la factura N°3 de la empresa 7,5 millones por ese trabajo. The Old Fund es la empresa que terminó controlando la ex Ciccone. Otra pregunta que ahondó en ese vínculo se relacionó con saber por qué The Old Fund pagó viajes a Sebastián Boudou, hermano del vicepresidente. Dijo que "por una cuestión de facturación", porque la firma necesitaba tener IVA a su favor.
Otro nexo entre Boudou y The Old Fund lo determinaron los cruces de llamadas. Le preguntaron por qué desde un teléfono de su secretario Eduardo Romano llamaron a una línea registrada a nombre de The Old Fund, pero Boudou dijo que lo consultó con su asistente y que le dijo que "no había hablado nunca con The Old Fund ni con Vandenbroele".
Un accionista: Negó todo, del mismo modo, cuando le preguntaron por Sergio Martínez, supuesto viejo amigo marplatense de Boudou que figura como accionista minoritario de The Old Fund. Dijo que no lo conoce.
Siempre el nexo que Boudou admite tener con Vandenbroele o The Old Fund es indirecto, a través de su socio y amigo José María Núñez Carmona. Dijo que Núñez y Vandenbroele se conocían desde la década del 90 y su amigo hizo un viaje a Estados Unidos. Pero aclaró que no le otorgó facultades a Núñez Carmona para que hiciera nada en su nombre: "Las relaciones personales, por más cercanas que sean, en ningún caso han influido en mi actividad pública. Ni siquiera comparto los temas de trabajo y llevo adelante en conversaciones o reuniones del ámbito personal". Lijo deberá valorar si le cree o no.