Hoy se celebra en Perú el Día del Periodista . Entre tantas reflexiones apropiadas, nos pareció interesante entregar a nuestros lectores y colegas, ésta opinión de la peruana Esther Vargas, referida a la relación de maestros de informadores con jóvenes profesionales.
(Por Esther Vargas*) Reclutar (vaya, que esta palabra fea), fichar (esta me suena peor), encontrar (va mejor) un periodista para tu equipo puede convertirse en una pesadilla. Y lo dice una profesora de periodismo que cada nuevo ciclo ruega por descubrir talentos porque en esta industria, donde cada vez más personas hacen periodismo, hallar profesionales talentosos y comprometidos es un dolor de cabeza, una angustia. Dirán que soy exagerada. Pues, lo soy todo el tiempo.
¿Qué busco de un periodista?
Aunque vivo sumergida en Twitter y Facebook, y se presume que mi cabeza está programada en función a RT, no me interesa su cantidad de seguidores. Me importa la calidad de lo que publica. No quiero un robot que solo comparta ‘información inteligente’ y ‘políticamente correcta’. Adoro el sentido del humor, la ironía, la joda, pero una mirada rápida del timeline de un candidato me da pistas interesantes para tomar decisiones. Creo que he fallado en mis elecciones cuando no hice la tarea de revisar su TL, luego ya sería demasiado tarde.
Aprecio que un periodista sepa escribir y que ame este oficio, tan incomprendido y troleado, pero a la hora de elegir busco que sea puntual.¿Qué tiene que ver la puntualidad con el periodismo? Media hora más, media hora menos, me han dicho. Un periodista puntual demuestra respeto por su entrevistado, por su audiencia y por sus compañeros (equipo). La puntualidad es un valor en extinción. Amo a los periodistas puntuales.
Un periodista puntual tendrá tiempo para aprender más que uno acostumbrado a llegar tarde. Un periodista puntual tendrá tiempo para ser creativo, mientras un periodista tardón solo cumplirá con lo que toca, ya que se hizo tarde, se hizo tarde, se hizo tarde. Y la impuntualidad genera una cadena de retrasos que solo se evidencia cuando ocurre un desastre o muere una celebridad y ese señor o señorita no estuvo en su lugar. Es impuntual llegar tarde, como entregar las cosas tarde, aunque esto también se llama irresponsabilidad.
Entonces… Quiero un periodista puntual, creativo, apasionado.
Y no me gustan los borregos. Bueno, aprendí eso en diez años de jefa en un diario. Ahora me siento mejor jefa que antes (casi no reniego, me mato de risa demasiado) porque tengo personas que me cuestionan y que me respetan sin decir “sí” a todo.
Entonces… Quiero un periodista puntual, creativo, apasionado, que no sea borrego.
Siempre hay secretos en una redacción. Secretos estratégicos, secretos personales, cositas. Un periodista debe saber guardar secretos, debe saber cuando abrir la boca, tener sentido común y apreciar la confianza.
Quiero un periodista puntual, creativo, apasionado, que no sea borrego y que sea de fiar.
Todo lo demás se aprende. Sí, se aprende a escribir. No vamos a ser Gabo, pero con entrenamiento podemos escribir decente y capturar la atención de la gente. Se aprende a leer y a juzgar. Se aprende a debatir. ¿Y la tecnología? Pues, eso es lo que más rápido se aprende.
Busco periodista.
Cuido a los que tengo.
Quiero dormir bien.
*Periodista. Editora de Social Media de Agencia Andina y El Peruano. Profesora especialista en periodismo digital, comunicación digital y social media. Directora de Clases de Periodismo.