El Gobierno saldrá a colocar mañana casi 4.500 millones de pesos de deuda en el mercado financiero local, a una tasa cercana al 27%. La operación se realiza en momentos en que el Gobierno debe decidir entre estimular una baja en las tasas de interés para reactivar la economía o absorber pesos de la plaza con el objetivo de quitar presión sobre los precios.
El Ministerio de Economía anunció la licitación de un último tramo por 4.460.189.452 pesos del Bonar 17, título que ofrece tasa BADLAR (mayorista) -24,6 por ciento- más 200 puntos básicos, lo que completa un rendimiento del orden del 26,6%. El bono representa un gran atractivo para inversores locales e internacionales y se encuentra legalmente exento del juicio de los fondos buitre.
La operación se encuentra dentro del programa financiero que forma parte de la Ley de Presupuesto 2014 aprobada por el Congreso Nacional. La subasta completa la emisión original de este bono, cuyo monto máximo autorizado es de 10 mil millones de pesos. La amortización del título es íntegra al vencimiento y los intereses se abonan en forma trimestral.
En siete días exactos, los precios de los bonos argentinos se enfrentarán a una prueba de fuego: el 12 de junio se sabrá si la Corte Suprema de los Estados Unidos toma la apelación que presentó la República Argentina, última instancia que le queda al país para revertir dos sentencias que favorecieron al fondo buitre NML Capital.
Si bien los analistas financieros, inversores y abogados en general no esperan que la Argentina de vuelta el resultado, sí hay apuestas (divididas) en torno a qué va a hacer la Corte Suprema entre la opción de rechazar lisa y llanamente la apelación y dejar firmes los fallos de primera y segunda instancia o, al menos, pedirle la opinión al Procurador General (solicitor) de los Estados Unidos.
Si ocurre lo primero (el rechazo) los mercados se verán sacudidos por la posibilidad de que la Argentina desconozca el fallo, no pague la sentencia por 1.300 millones de dólares y, además, declare el default sobre los bonos del canje que se pagan en Nueva York. Esto se debería a que la Argentina no podría seguir pagando por esa vía (a través del Bank of New York) a los bonistas que sí entraron al canje. El paso siguiente sería redireccionar los pagos fuera de la jurisdicción de Estados Unidos, algo de por sí muy complicado y no excento de riesgos.
Pero si se diera el pase de la causa al Solicitor, la Argentina podria ganar tiempo. Ocurre que a partir del 1 de enero de 2015, el Gobierno puede negociar con los holdouts sin verse obligado a replicar la oferta que les haga a los bonistas que ya entraron al canje.
Si se diera ese segundo escenario, en el mercado coinciden en que los precios de los bonos tendrían mucho espacio para mejorar. Lo cierto es que por ahora, los mercados parecen apostar a que no se caerá el mundo el 12 de junio. Los precios de los bonos en dólares se mantienen estables. Incluso en los bonos Discount, cuyo cupón de intereses (por US$ 900 millones) vence el 30 de junio próximo. Es el primer pago que aparece en la agenda después del 12 de junio.