(Por Carlos G. Cuburu). La región refleja los vaivenes propios de un anclaje no muy seguro a la hora de transferir fondos de riesgo para valorizar nuevos recursos minerales. Veamos las cifras.
Orientación de las inversiones El Fraser Institute (FI) de Canadá consultó a 4.100 compañías, entre las cuales cerca de 700 de ellas movilizaron alrededor de u$s 3,4 Billones en el 2013, para la exploración y el desarrollo minero en el mundo globalizado, en más de 100 jurisdicciones.
Aunque parece mucho dinero, es bastante menos que los 4,6 billones invertidos en el 2012 y los 5,4 billones de “budgets explorations” aportados en el 2011.
Como es esperable, ese nivel de retracción en las inversiones de riesgo para la exploración a escala mundial provoca que la competencia entre países o regiones para atraer capitales sea cada vez mayor.
Los inversores están progresivamente más sensibles a las garantías que aseguren tierra fértil para la inversión y a las amenazas locales propias de la cultura organizacional en lo político-social y productivo.
Mirando con lupa la fluctuación negativa de los presupuestos mineros de las compañías juniors y seniors en exploración básica, de cada US$ MM 100 que se invertían en el 2012 pasaron a invertirse US$ MM 75 en el 2013. En nuevos desarrollos de minas que requerían inversiones mayores a los US$ MM 50, cuando se invertían US$ MM 100 en el 2012, para el 2013 se aportaron sólo US$ MM 70.
Sin embargo, en los proyectos pequeños que requerían una inversión general inferior a los US$ MM 50, los US$ MM 100 invertidos en el 2012 pasaron a US$ MM 120 para nuevos desarrollos de la pequeña minería del 2013.
Pareciera que la sensibilidad a los riesgos ha movilizado a los inversores hacia royectos más manejables, con menor rentabilidad global pero también amenazas más controlables.
Destino exploratorio con maticesEn la consulta que el FI realizó a cientos de ejecutivos, presidentes y CEO´s de empresas importantes, se abordan temas relevantes de la actividad, como la percepción política, las mejores prácticas de la industria, los mejores lugares para invertir, las practicas sustentables de la industria, recursos geológicos potenciales, consistencias legales, normativas ambientales, tratamientos de tasas e impuestos y acuerdos con las comunidades.
América es compleja, diversa y sus desarrollos irregulares y ciclotímicos, de allí que cada US$ MM 100 que se invirtieron en la exploración mundial el 2013, US$ MM 6 se invirtieron en México, 5 en Chile, 5 en Perú, 3 en Brasil y 2 en Argentina y 2 en Colombia.
El total latinoamericano se equipara con los US$ MM 24 de cada 100 que se utilizaron para evaluar recursos geológicos en EEUU y Canadá.
La percepción política en general y su influencia en las inversiones mineras indican que Chile es destino “Top 30” sobre 112 jurisdicciones, muy alejada de quienes lideran el ranking, Suecia y Finlandia.
Argentina por su parte posee el privilegio de tener una docena de jurisdicciones para la misma república, cada provincia o jurisdicción posee reglas propias. En tamaña complejidad, la Provincia de Salta obtiene un honroso puesto 41.
Si hablamos de aplicar las mejores prácticas de la industria minera, Chile es un “Top Five”, 4to. puesto después de Alaska, Australia Oeste y Nevada; mientras tanto la provincia de Salta en Argentina obtiene un Puesto 49 superando a provincias mineras activas como San Juan (Veladero-Gualcamayo, minas auríferas en explotación) y Catamarca (Bajo La Alumbrera, la principal y más grande mina de la Argentina) que se ubican por debajo del puesto 50.
En los mejores lugares para invertir en minería se filtran los países escandinavos entre los históricos Australia, Alaska y Nevada y la excitante-cuasi flamante Labrador, para dar luego paso a un muy prestigioso ranking 12 a Chile, mientras que Salta mantiene un ranking 40, muy cerca de Perú (37) y México (31) sobre las 112 regiones competidoras.
Para el indicador de prácticas mineras actuales que incluye el ensamble de normas jurídicas, impuestos, recursos humanos y geológicos, política y sociedad en conjunto, nuevamente los méritos de los “Top Five” los obtiene Chile -5to puesto-, mientras que Salta asciende a un decoroso puesto 29 superando a Perú (42) y México (37).
Cuesta abajo
En su conjunto, las performances de atractivos sostenibles para la inversión extranjera en el Cono Sur de América han decaído, incluso para Chile que bajó del puesto 23 en un ranking general del 2012 al lugar 30 en el 2013.
¿Qué ha pasado? El espectro de causas señaladas en el estudio aporta la percepción de los inversores sobre los riesgos emergentes en el Cono Sur de América (Uruguay aún no completa su tránsito hacia la minería de gran porte). Las cinco amenazas más frecuentes son:
Las cinco amenazas más frecuentes son:
1- Tendencia al nacionalismo de los recursos
2- Complejidad creciente en la obtención de licencias socio-ambientales para operar (caso Pascua Lama).
3- Cambios en las reglas de juego
4- Redistribución de los beneficios a la mitad del camino del ciclo minero y
5- Reconsideración del capital de riesgo y la competitividad en asociaciones "confusas" con el Estado.
Capítulo final para Argentina, que potencia los 5 puntos anteriores con el agravante que el despliegue minero representa en divisas el 10 % de las exportaciones que genera Chile, carece de una empresa estatal de “raza minera” y los atisbos de empresas públicas provinciales apelan a la coyuntura recaudatoria, participando con fórceps de los beneficios antes que aportando valor a un proceso genuino de desarrollo minero integral