Petróleos Mexicanos (Pemex) destinará las plusvalías obtenidas por la venta de Repsol a inversiones en su país. “Ante el nuevo entorno en el que se desarrollará Pemex tras la aprobación de la legislación secundaria derivada de la reforma energética, se considera que la desinversión en Repsol permitirá una mejor asignación de recursos financieros en proyectos e inversiones con mejores expectativas de rentabilidad y de generación de valor para México”, manifestó su director general, Emilio Lozoya.
Según sus palabras, la petrolera mexicana busca liquidez para esa etapa, que abre la industria a la inversión privada y extranjera. El Congreso mexicano determinará este mes las reglas por las que Pemex y cualquier petrolera podrán celebrar contratos con el Estado para explorar y explotar yacimientos de hidrocarburos.
En esa tesitura no estará Repsol. Lozoya reconoció que la venta de las acciones en Repsol ha respondido a las diferencias con el equipo directivo de la petrolera española, encabezada por Antonio Brufau y por considerar insatisfechos los beneficios que se esperaban de las acciones. “La decisión de desinvertir en Repsol obedece a la baja rentabilidad de las acciones obtenida por la actual administración frente a otras petroleras, a nuestras diferencias con sus prácticas de gobierno corporativo y a que no se materializaron los beneficios mutuos que Pemex esperaba de la alianza industrial firmada con Repsol hace más de dos años”, informó.
Lozoya explicó la decisión de venta del 7,89% de Repsol. El restante 1,45% lo venderá en agosto. La espera hasta agosto se debe a que ese paquete está ligado a un crédito concedido en 2011 para ese fin. La venta del primer paquete se cerró este miércoles a un precio de 20,10 euros por acción, lo que permitió ingresar 2.091 millones de euros. Pemex adquirió un paquete de acciones de Repsol en 2011 a un precio de 19.95 euros, frente a los 20,10 euros por acción obtenidos en la operación.
Con esa desinversión, Pemex pone fin a una presencia de 35 años en el sector petrolero español (primero como accionista de Petronor y después de Repsol, tras la absorción de aquella por esta). Según el comunicado del grupo obtendrá una plusvalía de más de 900 millones de dólares (unos 600 millones de euros).
La tarde de este miércoles Pemex presentó la dimisión del consejo de Repsol, donde tenía una silla (ahora ocupada por Arturo Henríquez). Así se cierra un capítulo de tensión entre las direcciones de ambas petroleras en el que Pemex había reclamado reiteradamente un cambio en la administración de Repsol.
Lozoya aseguró que en la última junta de accionistas de Repsol, en marzo, no se consideró a Pemex en el Plan de Negocios. “Ello evidencia su falta de interés en los fundamentos sobre las cuales se formó esta alianza”, dijo. Desde noviembre del año pasado, había insistido ante la Cámara de Diputados mexicana en que existía una evolución negativa de las acciones de Repsol. El director de Pemex volvió a insistir en que Repsol no permitía una mayor influencia de Pemex en la junta de accionistas y que las compensaciones son superiores a las de otras petroleras.
“El gobierno corporativo con el cual Pemex tuvo ciertos desencuentros contaba con 16 consejeros, Pemex solo tenía un asiento a pesar de ser el segundo accionista más importante, además, la compensación de consejeros independientes era muy superior al de otras empresas de valor similar”, argumentó Lozoya, que mostró las mismas gráficas que en noviembre llevó a los diputados para explicar la difícil relación de Pemex con Repsol.
Pemex aumentó en 2011 su participación en Repsol en un 4,62% tras el acuerdo con Sacyr para descabalgar a Brufau. Después firmó un acuerdo que buscaba mayor cooperación en temas de tecnología para yacimientos no convencionales, en los que la mexicana tiene poca experiencia. En ese acuerdo, Pemex se comprometió a no superar el 10% y no bajar del 5% en 10 años. Lozoya señaló, además, que desde 2004 el rendimiento ha sido de un 30%, por debajo de otras petroleras.
La operación ocurre a cinco días de que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, acuda a Madrid para una visita de Estado. Desde Pemex aseguran que la decisión de vender la mayor parte de las acciones ahora no está relacionada con la agenda de ambos países, sino que responde al momento en los mercados que permitió obtener una importante utilidad por la participación de Pemex en Repsol.
Las acciones de Repsol cayeron este miércoles el 3,62%, quedando el valor en 20,11 euros, a la par con el precio de venta fijado por Pemex. Por otra parte, el grupo HSBC declaró una participación del 5,368% en Repsol, que no tiene que ver con Pemex y corresponde a fondos de inversión.