Busca desprenderse del 7,86% de la petroleras española. Podria recaudar 2.200 millones.
El gigante petrolero estatal mexicano Pemex comenzó su salida del capital de Repsol al poner en venta el 7,86% de su capital, por un valor de casi 2.200 millones de euros, anunció este martes el grupo español.
En un comunicado a la autoridad bursátil española explica que Citigroup Global Markets y Deutsche Bank "están realizando por cuenta de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de PMI Holdings (filial 100% de Pemex), la colocación privada entre inversores cualificados de un paquete de 104.057.057 acciones de Repsol, representativas del 7,86% de su capital social".
La parte puesta en venta es el grueso de la participación de Pemex en el capital de Repsol, que es de un 9,34% por lo que el grupo mexicano se quedaría con un 1,4% del gigante español.
A precios del mercado, la participación puesta en venta rondaría los 2.200 millones de euros, según el precio de cierre de la acción Repsol en la bolsa, de 20,865 euros. La venta se llevará a cabo con "un procedimiento conocido como colocación acelerada (accelerated bookbuild offer) y está previsto que tenga una duración no superior a un día", precisa Repsol.
El director de Pemex, Emilio Lozoya, había proferido duras críticas contra el presidente de Repsol, Antonio Brufau, antes de que Repsol llegase a un acuerdo con el gobierno argentino de Cristina Kirchner sobre una compensación económica por la expropiación en 2012 del 51% de YPF. Las críticas de Lozoya habían hecho correr rumores de una posible destitución de Brufau, quien no obstante logró el respaldo del consejo de administración tras alcanzar un acuerdo de indemnización con Argentina, por 5.000 millones de dólares con grandes garantías de cobro.
Sin embargo, el grupo petrolero español aprobó el 30 de abril "una importante remodelación de su equipo directivo", en particular con la designación de un nuevo consejero delegado, Josu Jon Imaz, que comparte responsabilidades con Brufau.
La petrolera mexicana Pemex inicia su salida del capital de Repsol con la colocación acelerada de un 7,86%, en una operación que se ha ejecutado por un importe de 2.091,5 millones de euros, con un 3,6% de descuento en relación a la cotización de cierre de ayer de la petrolera española.
Se hablaba del verano e incluso de comienzos del otoño como fechas posibles para la salida de Pemex del capital de Repsol, pero la petrolera mexicana confirmó ayer que no estaba dispuesta a esperar esperar tanto y anunció que iniciaba su repliegue de la compañía española, de la que es el accionista relevante más antiguo.
Pemex inició ayer la venta, por el procedimiento de colocación acelerada entre inversores cualificados, de más de 104 millones de acciones de Repsol, representativas del 7,86% de su capital. A precios de mercado, esta participación estaba valorada en 2.171 millones de euros.
Repsol cerró en Bolsa a 20,865 euros por acción, tras caer un 0,19% durante la sesión. Pemex ha colocado este paquete accionarial a un precio de 20,1 euros por título, según ha detallado la compañía en un hecho relevando remitido hoy a la CNMV. En lo que va de año, la petrolera española registra una revalorización en Bolsa cercana al 14%.
Las acciones de Repsol han estado suspendidas de cotización hasta las 10.00 horas mientras se efectuaba la colocación. Los títulos de la petrolera han empezado a cotizar con una caída del 3,6%, hasta marcar justo los 20,1 euros por acción con que se ha cerrado la operación de venta de Pemex.
El paquete colocado por Pemex, que había encomendado la operación a Citigroup y Deutsche Bank, constituye el grueso de su participación en Repsol, que en la actualidad ronda el 9,4%. Es decir, una vez concluida la colocación, Pemex conservaría en torno al 1,6% del capital de Repsol. Hasta ayer, Pemex, presente en el accionariado de Repsol desde 1990, era el tercer mayor accionista de la petrolera española, por detrás de La Caixa, que posee un 12,97% y Sacyr, con el 9,53%.
Asimismo, la decisión de Pemex de desprenderse del grueso de su participación el Repsol se produce unos días antes de la visita de Estado a España del presidente de México, Enrique Peña Nieto, fijada para los días 9 y 10 de junio.
También tiene lugar poco antes de que Repsol pague a sus accionistas un dividendo extraordinario de un euro por acción, que se hará efectivo el viernes y que supondrá un desembolso total para el grupo de más de 1.300 millones de euros.
Desavenencias
Las relaciones entre Pemex y la cúpula de Repsol atraviesan horas bajas desde hace tiempo. Las desavenencias comenzaron en 2011 cuando la empresa mexicana se alió con Sacyr, entonces presidida por Luis del Rivero, para sindicar sus acciones e intentar hacerse con el control.
Posteriormente y tras el fracaso de la operación, que supuso la salida de Del Rivero de la constructora, las relaciones entre ambas compañías se normalizaron gracias a un acuerdo de estabilidad.
Sin embargo, el conflicto se reabrió cuando Pemex intentó intermediar entre Repsol y el Gobierno argentino para alcanzar un acuerdo de compensación por la expropiación de YPF, una oferta que fue rechazada por la empresa española al considerarla insuficiente.
Posteriormente, en noviembre del pasado año la dirección de Pemex comenzó a criticar públicamente a la dirección de Repsol al considerar que los resultados económicos de su inversión en la empresa española no cumplían con sus expectativas.
Pemex llegó a negar su apoyo al equipo del presidente, Antonio Brufau, en un consejo de administración y en la última Junta General de Accionistas de Repsol, celebrada a finales de marzo, votó en contra del blindaje de la petrolera ante posibles segregaciones de sus negocios.
El pasado 9 de mayo, el secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, señaló que la venta de la participación de Pemex en Repsol "no sería mala decisión", ya que permitiría a la compañía centrar esfuerzos en el país.
La compañía estatal mexicana Pemex encargó a los bancos Citibank y Deutsche Bank vender, entre inversores institucionales, el grueso de su participación en la petrolera española Repsol, donde ha tenido una larga historia de fricciones con la gerencia.
Según un reporte del banco estadounidense al regulador del mercado español, la empresas azteca está vendiendo 7,86% o unas 104 millones de acciones valoradas en unos 3.300 millones de dólares.
Pemex era a marzo el tercer accionista de la petrolera española con una participación de un 8,75%, según información de Repsol. De acuerdo a un cable de la agencia Reuters, el Citigroup prevé que la operación se realice en el plazo de un día. Sin embargo, portavoces de Repsol en Madrid no quisieron hacer comentarios sobre la operación ni sus plazos.
La relación entre ambas petroleras comenzó en 1979, pero se fue desgastando en los últimos años porque los mexicanos se oponían al accionar del presidente de Repsol, Antonio Brufau, y este los acusaba de querer tomar el control de la empresa española de manera poco clara.
El anuncio ocurre una semana antes de que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, realice su primer viaje oficial a España. Los secretarios de Energía y Hacienda de México, Pedro Joaquín Coldwell y Luis Videgaray, ya habían dicho en mayo que no sería una mala decisión que la petrolera estatal vendiera su participación en Repsol.