Por primera vez en la historia, capitales privados rusos realizan inversiones mineras en el país. La empresa prometió invertir 200 millones de dólares mientras aguarda que la Corte de Justicia dirima si el proyecto producirá en Mendoza o en San Juan.
El 15 de mayo de 2013 una delegación de la Secretaría de Minería Argentina participó por primera vez de una feria minera en Rusia. Las autoridades que viajaron hasta el enorme país asiático buscaron nuevas oportunidades para la inversión minera en el país.
Al parecer, estas gestiones dieron buen resultado ya que recientemente, el grupo Solway Investiment adquirió acciones en el proyecto cuprífero mendocino San Jorge. Lo propio había hecho el grupo Aterra Capital (también de capitales rusos) en diciembre del año pasado. Actualmente el proyecto biprovincial se encuentra en un 70% en manos de estos grupos inversores oriundos de la federación más grade del mundo.
Según informaron los nuevos directivos, se tiene pensado esperar la decisión de la Corte Suprema de Justicia sobre la constitucionalidad de la ley 7.722 que impide la explotación metalífera en la vecina provincia de Mendoza. Si los miembros del máximo tribunal provincial entienden que contradice la Carta Magna local, avanzarán con el proyecto cuprífero biprovincial.
De esta manera entonces se realizará la extracción primaria de cobre en Uspallata, desde ahí la materia prima recorrerá 22 kilómetros en tren hasta llegar al departamento de Calingasta de San Juan donde se realizará el tratamiento con ácido sulfúrico. En la provincia de Mendoza, solo quedaría una cantera por la que deberán pagar regalías. Taras Nechiporenko, CEO del proyecto San Jorge desde febrero, tiene claro que “si nosotros comenzamos a producir 25 mil toneladas de cobre fino por año en San Jorge, abastecemos la demanda interna de Argentina porque en 2012 este país importó esa cantidad de cobre fino”, un material muy utilizado en la metalmecánica. Con la inversión de 200 millones entre ambas provincias, deberá aumentar los 27 millones que la minería no metalífera le aportó al PBG el año pasado, lo que se traduciría en la generación de 2.000 puestos de trabajo directos.
Cabe destacar que el grupo formado por ambas empresas rusas tiene inversiones en distintos lugares del mundo como: Indonesia, Kongo y Guatemala, donde poseen una planta de níquel en la que han invertido 600 millones de dólares.
Historia repetida
Como sucedió varias veces anteriormente, a fines de agosto de 2011 la Legislatura mendocina paralizó la aprobación final de la Declaración de Impacto Ambienta (DIA) del proyecto San Jorge. Por esos días, el actual gobernador Francisco Pérez, ya estaba en campaña para ocupar el sillón de San Martín y les ordenó a los diputados de su partido no aprobar la DIA. “A partir del rechazo social vengo a pedir a mis diputados que rechacen de plano del proyecto San Jorge”, fueron las palabras del funcionario.
Actualmente y en medio de la espera de la resolución de la Corte de la vecina provincia, Nechiporenko ya se juntó con el gobernador Francisco Pérez y cuenta que está a la espera de un próximo encuentro. Según fuentes de la empresa de capitales rusos la audiencia ya fue solicitada pero todavía no ha tenido respuesta del gobierno provincial.
Los empresarios rusos también han invitado a funcionarios locales y nacionales a conocer la mina de níquel que están explotando en Guatemala para afianzar vínculos.