Por la Ruta 5, cuando se ingresa desde el norte a la pequeña comuna de Canela, en la Región de Coquimbo, hay un cartel que destaca. Aparece el dibujo de un aerogenerador con el eslogan “comuna natural”.
Y no es para menos. La zona produce con cuatro proyectos 124 de los 282 MW que la IV Región entrega al Sistema Interconectado Central (SIC) mediante parques eólicos.
Entre los áridos parajes del secano, los enormes aerogeneradores -que alcanzan hasta los 150 metros de alto- han cambiado el paisaje de esa comuna y también de Ovalle.
De hecho, el alcalde de Canela, Bernardo Leyton, explica que “estamos trabajando en la idea de sacar distintos productos hacia la carretera (donde están los parques). Hay artesanos que fabrican aerogeneradores con madera de cactus”.
Las líderes
Hasta ahora, Coquimbo es la región que más aporta con energía verde al sistema. Al mes de abril, la capacidad instalada -entre proyectos eólicos, solares y de minihidráulicas (menos de 2 MW)- era de 318,5 MW.
Le sigue Biobío, con 295,6 MW, aunque allí la que más aporta es la energía de la biomasa. La “tabla” continúa con el tercer lugar de Atacama, la “capital solar” del país, desde donde se inyectan en total 144,1 MW.
“El año pasado terminamos con 1.117 MW (inyectados al SIC) y ya llevamos 1.400 MW. Por lo que es lógico pensar que podríamos terminar 2014 con 1.800 MW. Y eso es bastante conservador, considerando que ahora tenemos 900 MW en construcción, que en su mayoría son parques eólicos”, explica Paula Maldonado, analista de Mercado Eléctrico, del Centro de Energías Renovables (CER).
Con la capacidad que ya está instalada, el 7,2% de la matriz energética nacional proviene de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC).
De los 948 MW que aportarán los 33 proyectos en construcción, 670 MW corresponden a energía del viento y 170 MW del sol. Coquimbo y Biobío se llevan el 31% y 16%, respectivamente.
“Nos beneficia como comuna, porque creemos que somos bien considerados al tener generación limpia. Si tuviéramos otro tipo, como las termoeléctricas, no sería bien recibido. Los eólicos son compatibles con otras actividades”, agrega el alcalde Leyton. Ahí, anualmente, cada proyecto paga entre $15 millones y $20 millones en patentes.
Un poco más al norte, en la comuna atacameña de Freirina, el municipio quiere seguir el ejemplo y aprueban la instalación de tres parques eólicos en el sector costero y las tratativas para desarrollar una iniciativa solar.
“Lo que se vio en Freirina (con Agrosuper) marcó un antes y un después en cómo se hacen las cosas. Acá está la idea de que el alcalde de Freirina se niega a todo y ahí hay un gran error, pero frente a esta posibilidad que hoy día tenemos de instalar energía eólica y solar, nos parece bien”, asegura el alcalde César Orellana.
La intención allí es que los proyectos generen nuevos atractivos en los sectores cercanos a caletas como Chañaral o Los Burros, conocidas por el avistamiento de ballenas y delfines.